Espacio publicitario

El mundo anda expectante ante la evolución de las actuaciones que pueda llevar a cabo Donald Trump. Hasta el momento solo conocíamos sus reacciones a través de sus tuits, y de la rueda de prensa un tanto estrambótica que dio el otro día, digna de lo que se espera de él, mostrándose nada dialogante y con la premisa del “aquí mando yo”. El pasado día 20 de enero tomó posesión del cargo, y a más de uno en este mundo, le están empezando a temblar las piernas, solo de pensar si piensa cumplir sus promesas.

Sobre las inversiones fuera de EEUU, Donald Trump amenazó al fabricante automotriz japonés Toyota con un gran “arancel” si instala una planta en México para suplir al mercado de EEUU, a través de Twitter, su medio preferido hasta ahora para difundir sus mensajes; advirtiendo “construyan la fábrica en Estados Unidos o paguen una gran impuesto en la frontera”. Esto entra dentro de unas de las promesas de campaña de Trump, que es renegociar el NAFTA, el tratado de libre comercio entre EEUU, Canadá y México para la eliminación de aranceles; que ha facilitado que los fabricantes de automóviles trasladen su producción a México, abaratando costes, para luego vender en EEUU.

Lo que a lo mejor Trump no sabe o no quiere saber, es que al único que ha perjudicado este tratado ha sido a México, y ha beneficiado a las empresas que de EEUU que han trabajado allí, ahorrándose costes.

La UGT de Ford da por perdido el segundo turno de motores en Almussafes, siendo ésta una de las consecuencias que nos afecta de forma más directa. Tras cancelar una inversión en México por las presiones de Trump, el presidente de Ford anunció la cancelación de la inversión prevista en México de 1.600 millones. Aquí en Almussafes, según Carlos Faubel, líder del sindicato UGT en la empresa, entre abril y mayo finalizará la fabricación de motores Jaguar Land Rover, porque su producción se concentrará en EEUU, lo que se prevé que afecte a 130 ó 140 personas.

Si quiere cancelar la inversiones en el extranjero, adelante, pero que lo haga con todas, o sea que tampoco vendan armas fuera de EEUU, que saque todas bases militares desplegadas por todo el mundo, que no se aproveche de los países pobres influyendo en sus gobiernos, y tantas y tantas cosas.
En su primera rueda de prensa, Trump utilizó actores para que le jalearan y aplaudieran en la rueda de prensa. Está acostumbrado a realizar este tipo de acciones, y no se ruboriza. Consigue hacer creer a la opinión pública que está respaldado por el pueblo (esta sí podía ser una buena definición de populismo). Le aplauden, le ríen las gracias, le ovacionan, grita al periodista que no es de su gusto. En definitiva, un espectáculo similar al circo romano.

Otra de las perlas que está dejando, es respecto a los refugiados. Sobre Ángela Merkel, que resulta incluso favorecida en su nivel de decencia si la comparamos con él, dijo: “Creo que ella cometió un error catastrófico y fue aceptar a todos esos ilegales”, haciendo referencia a los refugiados procedentes mayormente de Siria. Lo que no cuenta Trump, es que esos refugiados son la consecuencia de las políticas de su país.

Pero si estas pinceladas ya son como mínimo para echarse al monte y no volver, vayamos a la que puede ser un problema de consecuencias catastróficas a nivel mundial.

Primero fue Taiwán y ahora el mar del Sur de China. El inminente Secretario de Estado Rex Tillerson, quien igualó la construcción de estas islas a la toma rusa de Crimea “primero enviaremos a China una clara señal de que la construcción de esas islas tiene que acabar y, después, de que su acceso a esas islas no será permitido”. ¡Olé! ¿Cómo os quedáis?

Se trata de unas islas artificiales que está construyendo China para prestar servicios a la navegación global, pero Washington y algunos de los seis países con pretensiones en el mar del Sur de China solo ven en ellas instrumentos de control territorial y militar, ya que por la zona pasa cada año un tráfico marítimo de cinco billones de euros.

El periódico China Daily se pregunta cómo podría EEUU impedir el acceso de China a su territorio sin interpretarlo como una invitación a respuestas defensivas legitimas. Todo un desafío entre dos gobernantes que de lo último que entienden es de diálogo. Hasta el primer ministro australiano Paul Keating, ha criticado a Tillerson por sugerir que su país debería apoyar a Washington en una confrontación con China, y le aclaró a Trump que no participará “en ese tipo de aventuras, como debimos hacerlo hace quince años atrás con Irak”. También califica de “simplemente ridículo” que esas islas amenacen la economía global: “Ningún país quedaría más afectado que China si impidiera la navegación ahí. Por otra parte, la prosperidad de Australia y la seguridad del mundo sería devastada por la guerra”, ha terminado.

Otra de las características incuestionables de Trump es su actitud profundamente machista si tenemos en cuenta algunas de sus numerosas declaraciones al respecto, como esta «joya» en una entrevista a la revista  Esquire, en el año 1991: “Ya sabes, da igual lo que los medios escriban mientras tengas junto a ti un ‘trasero’ joven y bonito”. En mayo de 2013 Trump escribió en su cuenta de Twitter: «De 6.000 acosos sexuales no reportados en las fuerzas armadas, sólo 238 han sido sancionados. ¿Qué otra cosa esperaban, si mezclaron a los hombres con las mujeres, genios?”.

En su primer día como presidente, miles de mujeres a las que se sumaron personas de todos los sexos, nacionalidades y de todas las culturas; en diferentes ciudades de EEUU, llenaron las calles de dignidad en las marchas feministas convocadas para protestar contra Trump. No se lo van a poner tan fácil.

Bueno pues estos son los primeros movimientos, por no hablar del muro con México, la expulsión de inmigrantes, la sanidad pública, etc. De momento como mínimo es para echarse a temblar viendo quien nos va a gobernar el mundo, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos.

Jose Vico
Espacio Publicitario

Deja un comentario