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La plataforma ciudadana y municipalista Totes amb Burjassot ha presentado un total de nueve alegaciones a la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de Subvenciones, aprobada el pasado pleno del 20 de diciembre. 

Tanto desde la propia plataforma como desde otros grupos políticos de la oposición, se llevaban haciendo críticas y observaciones por la forma que tiene el Ayuntamiento de Burjassot de conceder las subvenciones públicas desde el inicio de la legislatura, críticas en parte apoyadas por el informe de la Sindicatura de Cuentas del gobierno autonómico que en su informe del año 2014 hizo apreciaciones negativas, entre ellas, que el 93% de las subvenciones eran directas, es decir, no se hacían por concurrencia competitiva, entre otras cuestiones.

Así, finalmente el equipo de gobierno, conformado por PSOE y Compromís, presentó a final del año pasado la nueva ordenanza, en un intento por solventar estos y otros problemas o irregularidades. Sin embargo, a juicio de Totes amb Burjassot, si bien en líneas generales la valoran positivamente, la ordenanza no pone remedio del todo a estas salvedades y, por otro lado, se plantean aspectos que son muy mejorables, y que han plasmado en las nueve alegaciones presentadas.

En ellas, la plataforma de confluencia plantea la inclusión de entidades y actividades que no deberían recibir subvenciones, como aquellas que impliquen maltrato animal o religiosas; la inclusión de gastos no subvencionables, como gastos de funcionamiento de la entidad o de comida y bebida que no estén relacionados con la actividad subvencionada; la inclusión de criterios bajo los cuales se pueden conceder subvenciones directas, ya que la ordenanza sólo habla de “situaciones excepcionales” pero no especifica cuáles; la adición de criterios sociales, ambientales y administrativos en las bases reguladoras de las convocatorias de las subvenciones a la hora de establecer las puntuaciones; modificar el órgano colegiado que asigna las puntuaciones en dichas bases para que sea siempre impar y así no decida el alcalde con voto de calidad, para que el personal técnico especializado del área sea mayoría y para que puedan asistir observadores; aumentar el protagonismo del Consejo de Transparencia como órgano de participación ciudadana; la eliminación de aquellos casos en los que no es necesario publicar las resoluciones de la concesión de subvenciones para que se publique siempre; y la inclusión de un nuevo criterio bajo el cual se deberá devolver la subvención: si fuese otra entidad u organización la que realizase la actividad a subvencionar en lugar de la que se presentó a las bases o con la que se firmó el convenio.

En Totes amb Burjassot esperan que se tengan en cuenta sus alegaciones, al menos en parte, pues en su momento presentaron en forma de moción algunas de ellas y se les informó de que serían consideradas cuando estuviera la nueva ordenanza.

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