La plataforma ciudadana y municipalista Totes amb Burjassot expresó en el pleno del pasado mes de abril su preocupación por el continuo retraso por parte del Ayuntamiento en el pago de facturas a proveedores, hasta el punto que la empresa encargada de la limpieza de jardines y calles de Burjassot, ha reclamado el pago atrasado de decenas de facturas desde el año 2013, y que le van a costar al Ayuntamiento en torno a 156.000 euros en intereses de demora, además de otras empresas que también están demandando el pago de estos intereses.
Desde Totes amb Burjassot añaden que llevan señalando la mala gestión en este sentido del equipo de gobierno del Ayuntamiento, conformado por PSOE y Compromís, desde prácticamente el principio de la legislatura, de hecho, el periodo medio de pago, esto es, la media de días que tarda el Ayuntamiento en pagar las facturas a proveedores, no ha dejado de aumentar desde entonces, pasando de 30 días en noviembre de 2015, a 180 días en febrero de 2017, hecho además, señalado por otros grupos políticos de la oposición. Esto ha motivado a que diversas empresas vengan pidiendo intereses por el retraso en los pagos o por impago durante estos últimos dos años.
Finalmente, la plataforma municipalista manifiesta su preocupación sobre cómo se van a pagar esos intereses y, más importante aún, cuándo y cómo van a pagarse las facturas pendientes, que ascienden a casi 3 millones de euros, y que están provocando un desequilibrio en las cuentas que no ha dejado de aumentar. Por su parte, el equipo de gobierno ha manifestado que el grueso de estas facturas se pagará mediante el aumento de la deuda pública a través de una operación de crédito, cuestión también duramente criticada por Totes amb Burjassot y que, a su juicio, no hace más que confirmar la mala gestión en materia económica que padece el Ayuntamiento. Desde la plataforma ciudadana, aseguran que hay posibilidad de ajustar el presupuesto sin que sea necesario pedir ningún préstamo bancario y que, si año detrás año se hubieron hecho las modificaciones necesarias, por ejemplo, reduciendo en partidas menos importantes como fiestas, atenciones protocolarias, retribuciones a cargos políticos y personal asesor… y empezando para pagar las facturas más atrasadas, la situación financiera del Ayuntamiento sería mejor.