Actúa es un proyecto político federal, europeo y republicano, un proyecto de izquierdas a partir de la contradicción capital-trabajo; un proyecto feminista y en los nuevos paradigmas del ecologismo y la defensa radical del medio ambiente, defensor de las víctimas y de modelos de justicia universal; un proyecto participativo con simpatizantes; un proyecto laico y un proyecto del nuevo internacionalismo basado en la radical defensa de los derechos humanos, sociales, ambientales y culturales.
Actúa es una organización política federalista de izquierdas, no independentista, que aboga por una reforma constitucional que refuerce el autogobierno de los territorios, reconociendo su diversidad; una reforma para la que es necesaria la política, el diálogo y un amplio consenso. En este marco teórico, y ante la urgencia de dar respuesta al reto de la recuperación de la credibilidad y la cohesión del Estado social y democrático de derecho, al tiempo que, al problema político del federalismo y la plurinacionalidad, el plenario de Actúa decidió este fin de semana en Madrid profundizar y dotar de contenido concreto a todos esos términos en los próximos meses.
En Actúa vamos a trabajar desde la política para alcanzar una correlación de fuerzas que permita consolidarse como una opción federalista, solidaria y corresponsable en lo general y en lo particular, proponiéndose como método las reformas constitucionales y estatutarias sometidas todas ellas al refrendo de las urnas.
Porque nos parece urgente situar a la izquierda fuera del duelo entre nacionalismos. La cuestión catalana no se ha resuelto. Las recientes elecciones catalanas celebradas en el marco excepcional de la DUI y de la aplicación del Art. 155 de la CE han polarizado a la sociedad catalana entre unionistas e independentistas y han revitalizado en buena parte del resto de la sociedad española un nacionalismo y centralismo reactivos. Ante esto, las izquierdas no han sido capaces de proponer a la sociedad un modelo territorial de futuro alternativo más solidario e integrador y, por ende, más acorde con la diversidad de opciones que identifican España. Este debate en profundidad, ni se ha dado ni se ve perspectiva real de que se produzca, no solo por el inmovilismo del PP (precisamente es la política que le interesa), sino por la ausencia de reacción y fortaleza de las demás fuerzas políticas, especialmente de las izquierdas, que exclusivamente se han posicionado entre la aplicación o no del 155.
Actúa considera que, frente a la deriva emocional que conduce al enfrentamiento y división en clave identitaria y a un pseudoradicalismo en los postulados políticos, es necesario recuperar el rigor en los argumentos y, sobre todo, el sentido de realidad y la racionalidad de las propuestas políticas.
En Actúa no estamos con la estrategia de los independentistas, tampoco nos gusta la respuesta impositiva del 155. Nos preocupa mucho la utilización tramposa del lenguaje. El derecho de autodeterminación, tal y como lo recoge el derecho internacional, solo se entiende y se aplica a los pueblos sometidos a dominio colonial u ocupados militarmente por otro estado. El derecho a decidir, tal y como se viene esgrimiendo en el caso catalán, no viene recogido en la Carta de Naciones Unidas. Tampoco figura en la mayoría de las constituciones de los estados democráticos. No obstante, el hecho de que no haya hoy base jurídica que lo ampare, o mejor dicho, la necesidad de que haya procesos de participación ciudadana como los referéndums, no quiere decir que en determinadas circunstancias no pueda llegar a introducirse en el ordenamiento jurídico como mecanismo para la resolución de conflictos. Véanse los casos de la provincia canadiense de Quebec y de Escocia en el Reino Unido. Es imprescindible, por tanto, que la política y el diálogo lideren la búsqueda de alternativas, tanto en el ámbito del encaje territorial como en la necesaria consulta ciudadana.
El modelo territorial del Estado no es inamovible, pero su trasformación requiere rigor en los argumentos, solidaridad en los objetivos, transparencia en las propuestas y amplios consensos sociales. La izquierda se la juega en este tema y no puede haber ambigüedad. No se trata solo de cuestiones legales o de derecho constitucional. Este es un tema eminentemente político. La alternativa independentista no es la tan proclamada república, sino la primacía y la exclusión en el ente independiente frente a la pluralidad solidaria federal.
Frente al derecho a decidir utilizado como eufemismo del derecho a la secesión que proclaman nacionalistas e independentistas, y frente al inmovilismo y el no reconocimiento de nuestra realidad territorial plural y diversa, Actúa defiende el derecho al autogobierno de lo propio y al cogobierno de lo común, es decir el federalismo plurinacional, municipalista, cooperativo, solidario y responsable.
El problema de fondo que ha facilitado en España el salto cualitativo del independentismo catalán ha sido la pérdida de legitimidad democrática del Estado como consecuencia de las crisis encadenadas de la economía, la corrupción, las instituciones centrales y la lealtad territorial. Es decir, el malestar social, la desconfianza en la política e instituciones del Estado y la actitud “anticatalana” del PP, que culminó en la campaña contra el Estatut y su recurso ante el Tribunal Constitucional. Pero la ambigüedad argumental de la izquierda también ha facilitado el avance del discurso independentista.
Así como la democratización del Estado supuso el paso necesario para el desarrollo territorial del Estado de las autonomías, su crisis de legitimidad ahora facilita las expectativas de secesión. Todo ello olvidando la apuesta por los municipios; orillando la segunda descentralización.
En la base del problema está la falta de confianza que hemos generado entre todos. La fractura social producida cuestiona cualquier posibilidad de acción en común. Es por ello que Actúa sigue convencida de que se han de construir nuevos espacios de encuentro para restañar las heridas, así como el desarrollo de esfuerzos comunes y solidarios para salir de este impasse.