Las rotulaciones de los carteles sólo están redactadas en castellano.
Al final del artículo 6 del reglamento dice: «La promoción y difusión de las actividades municipales mediante anuncios en diarios, revistas y otras publicaciones, cuñas radiofónicas, carteles, folletos, catálogos, publicidad, memorias, planos se harán en valenciano; hasta que se llegue a una situación normalizada de conocimiento del valenciano».
La cartelería con la nueva imagen turística de Petrer sólo está en castellano, «Asómate a la villa»; en la página web se detecta toda la publicidad en castellano y en Instagram se comentan las imágenes sólo en castellano. No sólo no está en valenciano, como obliga el reglamento, es que ni si quiera es una promoción turística bilingüe.
Consciente o inconscientemente se está discriminando el uso de la lengua valenciana, incumpliendo tanto el estatuto de autonomía, como la Ley de Uso y Enseñanza en Valenciano de 1983, las cuales señalan a Petrer como una ciudad dentro de predominio lingüístico valenciano (art 35) y que reafirma que Petrer tiene dos lenguas oficiales y que el valenciano es la lengua propia y por lo tanto con obligación por su defensa y promoción.
Lo que se está haciendo con esta práctica, muy habitual en nuestra administración, es imponer una de las dos lenguas oficiales.
No es la primera vez ni la última. El uso de la lengua propia de muchos Petreríns y Petrerines está siendo discriminado en muchos espacios donde se tiene que velar por su uso, tal como señalan las leyes antes mencionadas.
El valenciano es un valor añadido que enriquece nuestro pueblo, es parte de nuestra idiosincrasia, una de nuestras singularidades que profundiza en la sana diversidad de Petrer. Por lo tanto, es muy positivo que el mundo sepa de este valor añadido. Es sentido común defender y promocionar el valenciano también como producto turístico. No reconocerlo es no entender la promoción turística de una manera integral, plural e inclusiva.