Hoy, martes 12 de junio, nuestros concejales Juana María Hernández Peña y José Ramón Pérez Schwarzler fueron convocados a una reunión con el edil responsable de Urbanismo en l’Alfàs del Pi, el socialista Toni Such, sobre un asunto a tratar concerniente al terreno municipal sobre el cual el Club Noruego Costa Blanca construyó hace pocos años su nueva sede. El club ha pasado por registro una solicitud al Ayuntamiento para la extinción de la concesión administrativa y permuta de solar. También estaba presente el abogado que representa la Junta del club.
Para empezar nos ha parecido extraño que no se convocara una junta de portavoces de todos los grupos con representación en el Ayuntamiento y que cada uno fuera citado a una hora diferente, lo que ha originado que tanto el abogado del Club, como el técnico de urbanismo y el propio Concejal ocuparan la mañana en tres reuniones distintas para decir lo mismo en las tres. A más a más porque según el responsable de Urbanismo “simplemente querían darnos información de primera mano sobre el asunto”. No entendemos el porqué de esta separación. Y mucho más nos sorprende las prisas, ya que no hubo documentación previa disponible y tampoco se ha ofrecido en la reunión de hoy. Aún no están los informes de la Secretaría General, de Intervención, del Departamento de Contratación, del Arquitecto municipal o del Servicio de Patrimonio. Todos imprescindibles para poder evaluar el asunto a tratar. Vamos a ciegas.
Está claro que el problema que ahora nuestros residentes noruegos, socios en el club, pretenden resolver, tiene su inicio en un pésimo asesoramiento que recibieron en 2011, nada más comenzar el proyecto de la nueva sede. Digamos que este edificio fue, en sentido figurado, construido sobre un pantano. Y el Gobierno local de entonces, que estaba presidido por el mismo alcalde que el actual, se apresuró a cerrar unos acuerdos que pocos años después desde el mismo club noruego se cuestionan. ¿Qué motivó esta prisa en un año de elecciones municipales?
Comprendemos, lo vemos del todo lógico y aplaudimos que el Club Noruego Costa Blanca intente ahora rectificar algo que nació torcido para sus socias y socios. Pero extraña la tardanza. ¿Por qué siete años después? ¿Y por qué otra vez con prisas y con otras elecciones municipales a la vuelta de la esquina?
El abogado del club se ha esforzado hoy para hacernos creer que se trata de una operación bastante sencilla. Se cambia un terreno por otro al lado del mismo tamaño y listo. Pero esta permuta es en realidad una operación muy compleja. ¿Nuestro Ayuntamiento ha pensado en la cantidad de dinero que van a dejar de percibir porque el canon anual vinculado al acuerdo en vigor, y que tiene una duración de 25 años y renovables otros 25, se dejaría de pagar? Cuarenta y tres años de canon es mucho dinero. ¿Y qué pasa con el IVA de la operación, que supone un gasto para el Ayuntamiento que tendrán que costear con dinero público de todas y todos? ¿El Gobierno local ha pensado en todos estos inconvenientes o se ha asesorado igual de mal como hace 7 años? A pesar de la falta de informes pertinentes, se observa y aprecia que el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi sale perjudicado. Pero no hemos visto preocupación por ello en el Gobierno local. Sinceramente, nosotros no entendemos nada.