¿Este es el país que quiere nuestro Gobierno?
Ayer por la mañana, en el barrio de Sants de Barcelona, un hombre de 58 años se tiró por la ventana después de que la comitiva judicial llamase al timbre de su casa para desahuciarlo
Fruto de la desesperación, la víctima, viendo el inminente desalojo, decidió acabar con su vida. Esto pone en evidencia, una vez más, las insuficiencias de las supuestas medidas de protección de este Gobierno. Tanto la moratoria de los desahucios, como el papel de las administraciones y su falta de vivienda para dar respuesta a estas situaciones.
Una vez más, una muerte que podíamos haber evitado. Aprovechamos para denunciar el papel de muchos jueces, que optan por tomarse la ley por su mano, obviando los informes de vulnerabilidad redactados por profesionales acreditadas, para que los desahucios se hagan efectivos.
Desde la PAH exigimos una Ley de vivienda Estatal que acabe con la lacra de los desahucios de familias vulnerables, dando respuesta y soluciones reales: un alquiler social a las familias vulnerables. La inacción del gobierno es una irresponsabilidad muy grave que tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos y ciudadanas a las que dicen servir.
Para empezar:
- Que se tramite y apruebe de manera urgente una Ley de Vivienda que contemple los 8 puntos de la Iniciativa Ley Vivienda.
- Que se amplíe, de manera urgente, la moratoria actual, hasta la aprobación de la nueva ley, de manera que no queden personas vulnerables sin protección.
- Que el Gobierno de Pedro Sánchez retire inmediatamente todos los recursos a las leyes de vivienda autonómicas pendientes en el TC.
No solo no podemos consentir ni un desahucio más, tampoco podemos consentir ninguna muerte por culpa de no garantizar el derecho a la vivienda.
¡Basta ya de este despropósito! Hay vidas en juego y ha llegado la hora de poner soluciones.
Desde la PAH seguiremos trabajando para cambiar está situación. Mientras esto no pase, seguiremos construyendo comunidades en lucha, comunidades que se cuidan, y que transforman el dolor individual en fuerza colectiva.
Sabemos que son momentos duros, y queremos abrir las puertas de nuestro colectivo a todas las personas que se ven solas frente a una orden de desahucio. Sabemos que juntas, y con amor y lucha, podemos salir hacia delante.