El refugio municipal de animales de Paterna dejó de admitir voluntarios en diciembre
de 2021 y desde entonces las adopciones se han desplomado un 32% 1 a pesar de que
son gratuitas.
Según datos publicados por el propio refugio a través de su web y sus redes sociales, las
adopciones de perros y gatos han caído hasta un tercio desde que los voluntarios tienen
prohibida la entrada al recinto, y todo ello a pesar de que son gratuitas.
El refugio, gestionado por el Ayuntamiento de Paterna a través de la empresa Gespa,
prohibió la entrada a los voluntarios el pasado diciembre de 2021 alegando de que una
trabajadora había sufrido una agresión. Con este pretexto el recinto público dejó de admitir
visitas, de forma que ni voluntarios ni vecinos que deseen visitar a algún animal pueden
acceder al mismo. Desde entonces las protestas de voluntarios y vecinos se han ido
sucediendo sin que el Ayuntamiento tome la decisión de volver a admitirlos y todo ello a
pesar de que no se acusó a ningún voluntario ni voluntaria de la supuesta agresión sufrida
por la trabajadora.
Los voluntarios han venido exigiendo transparencia a la gestora del refugio y al
Ayuntamiento desde que Gespa asumió la gestión en octubre de 2019, y denuncian que la
opacidad que rodea al refugio municipal está perjudicando directamente a los animales que
viven en él, cayendo drásticamente las adopciones. “Un refugio sin voluntariado, cerrado a
cal y canto, no genera confianza a una familia que desee adoptar. Además de que en
muchas ocasiones el voluntariado es paso previo a la adopción, porque permite establecer
lazos con los animales antes de llevarlos a casa” afirma Sandra Monrabal, ex voluntaria del
refugio de animales de Paterna.
Se cumplen seis meses desde que los voluntarios y voluntarias fueron expulsados del
refugio y actualmente tanto ellos, como vecinos del pueblo y otras asociaciones han
manifestado las enormes dificultades para obtener información del estado de los animales.
“Hasta en dos ocasiones hemos solicitado por registro de entrada los nombres de los
animales que se han eutanasiado o han fallecido en el refugio, y se nos ha negado con
evasivas”, asegura la ex voluntaria.