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Bruno Beaklini (@estanalise) – junho 2022

Desde el apogeo del gobierno de Hugo Chávez, Venezuela ha tenido una alianza estratégica como
Voluntad. Este enfoque implicaba empresas conjuntas industriales, como en la necesidad de maquinaria
sector agropecuario para ayudar al país a ganar soberanía alimentaria (todavía no lograda).
Ante el endurecimiento de las sanciones, ambos países se encuentran en un destino común de confrontación tanto
con los EE.UU. así como contra el sionismo y sus proyecciones de poder en América Latina.
Lamentablemente estamos en la era del chavismo sin Chávez, y la guerra económica contra la tierra de Ali
Primera extiende el cerco al pueblo venezolano. Insisto, toda solidaridad antiimperialista no puede y
nunca debe implicar una adhesión desvergonzada. Por otra parte, la crítica no puede sumarse
con enemigos externos y conspiradores a sueldo del Imperio. Nicolás Maduro no tiene lo mismo
calidad de liderazgo de su predecesor, y el mundo está en una etapa más tensa que en el apogeo de la
La ola rosa latinoamericana y el auge de los BRICS. Con todas estas salvedades, parece que esta gira
para Oriente Medio y su orientación de política exterior es correcta.
El presidente de Venezuela va a Medio Oriente
Mientras la arrogancia imperial excluía a Venezuela, Cuba y Nicaragua de la “Cumbre de las Américas”, la
representante del Palacio de Miraflores inició una gira por Medio Oriente y el Cáucaso, a partir del 7 de
Junio. La recuperación económica del país de Douglas Bravo fue del 6% en 2021 y con estos
En números, Maduro intenta atraer inversiones y acuerdos en las áreas de energía, comercio, turismo, salud,
tecnología y agricultura.
Otra agenda importante es la apertura de vuelos directos, a través de la empresa estatal venezolana Conviasa, tanto
a Doha (Qatar) ya Teherán (Irán). Todo sugiere la intención de establecer lazos
contratos indefinidos, tanto con el emirato de Qatar como con países de mediana y
polo de la macrorregión, como Turquía e Irán.

En el Estado persa, Maduro afirma una “amistad indestructible” con sectores de cooperación en las áreas de
petróleo, gas y petroquímica. Un frente importante está a nivel financiero, con el Banco Nacional de
Irán-Venezuela desarrollo más allá del relevante y necesario sector de defensa. Los acuerdos serían
duración de 20 años, reflejando algo similar llevado a cabo entre Teherán, Beijing y Moscú. en la zona de
reunión entre Eurasia, Asia Occidental y Oriental, operar acuerdos de compensación equilibrando
mercancías, moneda aduanera e inversiones, por un total de casi medio billón de dólares también en
Plazos de 20 años.
Durante su estancia en Argelia, el sucesor de Hugo Rafael destacó las similitudes entre Argel y
Caracas, enfrentando respectivamente escenarios regionales hostiles y confrontaciones con el imperialismo.
Apuntando a relaciones de mediano plazo, se anunció comisión conjunta binacional de alto nivel
apuntando a una agenda en los campos económico, energético, comercial y cultural. el presidente de Argelia
anunció una ruta aérea entre las dos capitales, que se pondrá en marcha dentro de los dos meses siguientes a la finalización del
visitar.
Antes de ir a Argel, la visita de Maduro fue a Ankara, la capital de Turquía. Como se mencionó anteriormente, además de la
Irán, la tierra de Mustafa Kemal es el otro pilar de la política exterior venezolana en la región. Entre 2020 y
2021, el comercio bilateral entre los dos países creció un 300%. Las perspectivas para 2022, de los tres
primeros meses del año, es que las cifras pueden superar los 1.000 millones y medio de dólares. El líder del PSUV
trata de atraer inversiones de empresas turcas, tanto en el mercado financiero de Estambul como en
Tigres de Anatolia, la burguesía cada vez más fortalecida que apoya al AKP, el partido de Erdogan.

La contraparte turca es relevante, porque a pesar de que el país es miembro de la OTAN, está abiertamente
contra sanciones aplicadas como sabotaje a la economía venezolana.
Maduro también estuvo en Kuwait y pronunció discursos para fortalecer la OPEP y la OPEP+, la alianza
Organización. Los miembros permanentes son Angola, Arabia Saudita, Argelia, Qatar, Congo,
Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Gabón, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria y Venezuela. A
versión extendida son Rusia, México, Azerbaiyán, Bahrein, Brunei, Kazajstán, Malasia, Omán, Sudán y
Sudán del Sur. En la relación directa con el emirato del Golfo, la cooperación fue hacia acuerdos en el
gas y energía, además de proyectos productivos agrícolas de gran escala.
La gira finalizó en el Cáucaso, con la presencia más formal de Maduro en Bakú, capital de la
Azerbaiyán.
Venezuela y su política exterior de “no alineados”
Como hemos visto en artículos anteriores, la economía venezolana adolece de los males típicos de un país
petrolero, la analogía conocida como “enfermedad holandesa” y también “herencia bananera”. A
Primera analogía, juega con la excelencia del ganado y los pastos de los Países Bajos. La segunda
la comparación es más terrible, donde la peste monoexportadora se aplica en la tradición de la provincia
petrolera centenaria, inaugurada en las exploraciones de combustibles fósiles en la región del Táchira, aún en el
año 1875.
Si vamos a comparar el desarrollo del petróleo en los EE.UU. -en este mismo período- y la consecuente
conversión de excedentes en actividades industriales en el último cuarto del siglo XIX,
comprenderemos el poderío del país surgido de las Trece Colonias con el subdesarrollo de
provincias exportadoras. El gobierno venezolano lo sabe y desde el año 2000 trata de avanzar en
reconversión del capital petrolero hacia otras actividades productivas.

Sabotaje interno, sanciones externas e incapacidad productiva es una suma terrible para un país
que aún no tiene la soberanía que adquiere la seguridad alimentaria. Por estas obvias razones, la
La gira de Maduro por países pertenecientes tanto a la OPEP como a la OPEP+, con el correspondiente
firma de acuerdos de corto, mediano y largo plazo, puede ser el respiro para desarrollar
finalmente, la complementariedad de las cadenas de valor fundamentales para asegurar la viabilidad del país.
Considerando que el lastre de la economía mundial dolarizada sigue siendo el petróleo, cualquier
acuerdo que no está sujeto a índices especulativos y permite transacciones financieras y
complejo. Salidas más allá del absurdo ICE Brent (base de cálculo del Mar del Norte que impone precios
en todo el mundo, incluidas las practicadas en Brasil con Petrobras bajo administración de entrega) y
con contratos no firmados en dólares ya ayudan en el esfuerzo común por escapar del cerco
económico.
Evidentemente, el subtítulo es más provocativo que “saudosista”. Reconocemos que el papel de los países
exportadores y productores de petróleo, con el respaldo financiero y la capacidad de liquidez que
los fondos de esta industria generan, forman “naturalmente” la primera línea de alianzas en un país
petrolero como Venezuela. Muchos de estos países sufren la acción hostil de los Estados Unidos y el sionismo,
otra parte, aunque sea cómplice, se encuentra “incómoda” ante las presiones del Mundo Islámico.
Por tanto, la suma de un bien estratégico y la complejidad económica de las potencias medias (como
Irán y Turquía), pueden representar el “respiro” que necesita el chavismo sin que Chávez supere su peor momento
recesión acompañada de hiperinflación y cerco de enemigos internos y externos.
Nuestro Continente está bajo permanente presión imperial de Washington, aunque económicamente
China hoy es más importante que Estados Unidos. Venezuela ya se ha visto sitiada en los últimos años y

necesita una política exterior y alianzas ampliadas que posibiliten una salida económica en el corto plazo.
plazo.
Enlace de la ilustración: https://www.elmundo.es/espana/2022/06/09/62a22784fdddffb7788b4576.html
Crédito: Prensa Miraflores – EFE

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