Estimadas Señorías,
Me dirijo de nuevo a sus Señorías para recordarles que sobreviven o infra viven
más de 3 millones de enfermos autoinmunes y neuroinmunes en España
totalmente marginados por la sanidad, la sociedad y la justicia.
El lamento de estas personas perturba mi mente y mis oídos desde hace una
eternidad perene que toma ya la senda de ser infinita si Ustedes, que están en
estos puestos, para solucionar los problemas de nuestro país no toman las riendas
de esta situación catastrófica. Este gesto podría ser un gran paso para ellos
permitiéndoles poco a poco acceder a una vida más digna y no estar
permaneciendo en la antesala de la congoja, de la muerte sin medicación de cura,
sin pensión.
Imagínense, porque les podría tocar a ustedes también, no poder hacer ningún
esfuerzo físico o mental, o reaccionar de forma brutal, hasta perder el
conocimiento, por un olor a producto de limpieza o tener una descomunal
renuencia a su colonia favorita, la gasolina de su coche o la crema hidratante que
le ponen Ustedes a su bebe.
Y poco a poco, Ustedes se dan cuentan que no pueden conducir, subir escaleras,
andar más de diez minutos, entender un dossier, escribir con su ordenador, salir a
la calle porque la luz les ciega, hablar en público porque se le traban la lengua y
las ideas.
Y a partir de cierto tiempo ustedes entienden que nunca van a recuperar su vida,
sus actividades y su empleo.
Y sin sueldo como van a vivir si el INSS rechaza dar pensiones porque tanto este
servicio como muchos médicos desconocen dichas enfermedades y su código.
Pónganse un instante en el lugar de esas personas. ¿Qué pensarían Ustedes? Lo
mismo que ellos, no lo dudo. ESPAÑA les abandonó. Los miembros del gobierno
no tienen empatía ni consideración.
Si sus hijos tuvieran una de las enfermedades nombradas en este proyecto de ley
dirían textualmente las mismas palabras, denunciarían que sus padres fueron unos
crueles egoístas, que no quisieron ayudarles. Y era tan fácil echarles una mano.
Dejemos un mundo mejor a los nuestros, a las generaciones futuras, que no digan
que fuimos unos crueles egoístas.
Atentamente.
Harmonie Botella, Presidenta de Fibro Protesta Ya.
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Carta a sus señorías
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