Formará parte de una gran movilización mundial por el clima con manifestaciones en todo el planeta
y la participación de miles de organizaciones ecologistas, sociales, feministas, de cooperación al
desarrollo, vecinales, de científicos y millones de personas en todo el mundo.
Dos años después de la Declaración de Emergencia Climática, no ha habido una respuesta adecuada a la
grave crisis climática, energética y social que vivimos. El calentamiento climático ya está causando miles
de muertos y enfermos, y está poniendo en enorme riesgo a más de la mitad de la población del planeta.
Los expertos nos han alertado de que España es uno de los países que sufrirá peores impactos, y
concretamente el territorio valenciano es una zona especialmente vulnerable donde ya sufrimos olas de
calor extremo, incendios forestales incontrolables, sequías persistentes, temporales extremos, retroceso
de la costa y las playas, etc.
Sabemos que la reducción de las emisiones contaminantes, la adaptación y la justicia climática son la
única respuesta posible, por lo que exigimos al Gobierno español, a la Generalitat Valenciana y a los
Ayuntamientos que tomen medidas mucho más ambicionas y urgentes para no seguir incrementando las
emisiones de CO2 que ponen en riesgo nuestro futuro y el de todas las especies del planeta. Una acción
decidida y comprometida con el financiamiento necesario para facilitar la adaptación de las personas y
comunidades más vulnerables a los efectos catastróficos que ya estamos viviendo.
Lo exigimos porque es inadmisible que los menos responsables del problema tanto en el Sur Global como
en los países de la Unión Europea incluida España, sean los que paguen más las consecuencias,
sufriendo el incremento de los precios de la energía, las materiales primas, los alimentos y los bienes
básicos, en una espiral de injusticia energética y social en la que los oligopolios están teniendo beneficios
extraordinarios a costa del bienestar de las personas y la sostenibilidad del planeta. Tenemos que acabar
con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. La mayoría de la ciudadanía queremos cambiar a un
modelo eficiente, justo, democrático y renovable, y nuestros dirigentes políticos deben estar a la altura de
la situación crítica en que estamos.
El modelo de crecimiento ilimitado basado en la quema de combustibles fósiles y la destrucción de los
ecosistemas que sustentan la vida, debe terminar.
Por ello PROPONEMOS:
- sustituir el uso de Energías fósiles por otras provenientes de fuentes renovables, garantizando la
seguridad energética de los territorios, las comunidades y las personas. Necesitamos democratizar la
energía proporcionando más financiación y facilidades administrativas para el autoconsumo y las
comunidades energéticas locales. - en materia de Movilidad y transporte: sustituir las subvenciones y financiación de formas de transporte
individualistas, contaminantes y anticuadas por otras más activas, sostenibles y amables como son
caminar, ir en bici y utilizar transportes públicos electrificados. Necesitamos que se potencie el trasporte
público urbano e interurbano; así como recuperar, mejorar y electrificar trenes de cercanías y regionales
para transportar personas y mercancías que cohesionan los territorios y crean oportunidades de vida para
los jóvenes mediante la conexión y la dotación de equipamiento y servicios básicos en los pueblos y
ciudades pequeñas. - Trabajo: sustituir progresivamente las actividades vinculadas a energías fósiles y sectores de
actividades insostenibles por empleos verdes, trabajos dignos, jornadas laborales reducidas a 32 horas ó 4
días a la semana, al tiempo que repartamos las rentas, los tiempos y las remuneraciones con criterios de
equidad entre los sexos, las generaciones y las clases sociales. Con la pandemia COVID19 hemos
tomado conciencia de que los trabajos reproductivos son imprescindibles para vida y por tanto las tareas
de cuidados tienen de estar en el centro de las políticas y los presupuestos públicos, y ser asumidas y
distribuidas entre el Estado, las empresas, las comunidades, las familias y las personas. - proponemos la Renaturalización de nuestros municipios y ciudades, garantizando el derecho de las
personas a la salud, a respirar un aire sano que no nos enferme, a tener acceso a un agua que es de
todos y debe ser remunicipalizada y gestionada racional y respetuosamente porque cada día es más
escasa y debe utilizarse priorizando su uso para las actividades básicas de la vida como son la
alimentación y la higiene, en detrimento del derroche y el lucro que del agua hacen unos pocos
insolidarios. Creemos que hay que abandonar la práctica de cementar la tierra para que podamos
recuperar espacios y hábitats naturales en los que vivir respectando la biodiversidad. - Territorio: es imprescindible dejar de financiar grandes infraestructuras que no son necesarias y sólo
beneficiarán a unos pocos (ampliación del puerto de Valencia y creación de un acceso norte, reposición
efímera de arena en playas afectadas por la subida del mar, desdoblamiento del By-pass, ampliación de
autovías, macro plantas fotovoltaicas y la línea de Alta Tensión, trasvases del río Jucar, infraestructuras
del tren de Alta Velocidad, …). El crecimiento infinito sacrifica el territorio y la vida de las personas. No
queremos una Valencia-almacén de contenedores de mercancías venidas del otro extremo del planeta.
Basta ya que unos pocos especulen con nuestro futuro y destruyan la ciudad y el estilo de vida que hemos
construido entre todos a lo largo de los siglos. - Mundo rural: revalorizar y cuidar nuestros pueblos y el medio rural, que alimenta a las ciudades,
genera biodiversidad y mantiene nuestra identidad cultural. - que el Bienestar de las personas no dependa de su capacidad económica: todas tenemos derecho a
la salud, a cuidados públicos y de calidad, a servicios públicos adecuados en cada etapa y circunstancias
de la vida, a una alimentación saludable basada en un modelo alimentario de proximidad que no
despilfarre los recursos de las próximas generaciones. Se puede lograr impulsando la agroecología y la
ganadería extensiva con criterios de soberanía alimentaria. - Participación ciudadana vinculante, estableciendo espacios e instrumentos para hacer efectiva una
democracia real directa que acerque la política a la ciudadanía y aumente su capacidad de implicación y
de decisión en los asuntos colectivos.
Las organizaciones y personas participantes en esta Marcha por el Clima exigimos a los gobiernos
reunidos en la Cumbre por el Clima Egipto COP27 y especialmente al gobierno español que proponga,
asuma y lleve a efecto acciones contundentes, efectivas y urgentes sobre los sistemas energéticos,
alimentarios, industriales, de transporte, territoriales, urbanos y sociales de nuestros territorios para que
eleve decididamente los objetivos establecidos en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de
acuerdo a las indicaciones científicas y la justicia social que necesitamos.
FRENTE A LA INNACIÓN DE LOS GOBIERNOS, EL CLAMOR DE LA CALLE
QUE NO CAMBIE EL CLIMA, QUE CAMBIE EL SISTEMA