Espacio publicitario

Ángeles Sanmiguel

Poblaciones pagarán con sus tierras la energía consumida en grandes urbes y otros
países mientras el oligopolio energético ¡verde! cotiza en bolsa. ¿Dónde la
democratización de la energía impulsada con miles de millones de euros por los fondos
europeos? Fauna, recursos hidrológicos, economía local, flora, biodiversidad,
patrimonio paisajístico y arqueológico, belleza, aire puro, ¡todo a la basura!
Teniendo en cuenta que en época electoral cualquier tema puntilloso suele quedar
solapado, urbi et orbi, aun así, es obligado plasmar lo que acontece y la lucha de
personas por defender su tierra, su modo de vida, su cultura ante la catástrofe que se
avecina. “Tendremos un bonito parque negro y quédate en casa que nosotros, los
políticos, velaremos por ti”.
¡Ojo a algunos datos! sobre las monstruosas instalaciones de energía renovable
proyectadas en la Comunidad Valenciana: “La Costera, Almansa-Montesa, 1.285
hectáreas afectadas por macro proyectos”, “Turís-Alborache, 715 hectáreas de
naturaleza perdidas”. “En el Camp del Turia y La Serranía: 1.000 hectáreas = 1.400
campos de fútbol. Un millón cuatrocientos mil paneles solares y treinta seis kilómetros
de líneas de alta tensión con noventa y seis torres de alta tensión”. “Monover, 1.875
hectáreas”. “Biar, 731 hectáreas”. “Vall D´Albaida más de 400 hectáreas”. “Valencia,
116 hectáreas”. “Hoya de Buñol, 1.934 hectáreas”. “Godelleta y alrededores, 1.500
hectáreas”. “Beneixida, macroplanta solar igual a setenta campos de fútbol y una
subestación eléctrica”. “Utiel-Requena 127, 8 hectáreas” “Sagunto, 965 hectáreas”. “La
Costera, 1.285 hectáreas”. “La Serranía, Camp del Turia, 1.000 hectáreas afectadas por
macroproyectos, 300.000 árboles arrancados, 1,5 millones de placas solares, 16 mil
fotovoltaicas, 36 kilómetros de .líneas eléctricas”. Apuntar que una hectárea equivale a
¡diez mil metros cuadrados! Más de cuarenta asociaciones de Castellón, Valencia,
Alicante y Teruel se manifestaron contra tal aberración. En la épica película “La caída
del imperio romano”, dirigida por Anthony Man, primer marido de la estrella del
espectáculo Sara Montiel, se dictamina: “Sólo se puede destruir una gran nación cuando
ella se ha destruido interiormente”.
“Como siempre se están apuntando a donde hay pasta, habrá una burbuja”. Tendencias
de negocio se instalan a lo bruto en países endebles ante el capital. “¡Fuck You!
Statkraft”, reza una pancarta relativa a la empresa gubernamental noruega, líder en
compra y venta de energía en Europa, aposentada en casi novecientos metros cuadrados
de céntricas oficinas valencianas, Noruega pertenece al triunvirato petrolero mundial
junto a Arabia Saudí y Rusia, y el trozo del pastel que se llevará esta empresa
exportadora, claro está con el beneplácito administrativo y la declaración de Impacto
Ambiental (DIA) del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y
que no tiene desperdicio es Turís y Alborache. Cuatrocientas hectáreas de agricultura
local han mutado en suelo industrial merced a un negocio tramado a hurtadillas con
ciento cinco millones de euros puestos sobre la mesa, en el caso de la firma
escandinava, suficientes para signar la atroz ruina de parajes como Los Hierros y Los
Predios, todo ello tildado de plan energético ¡verde! ¿Qué intermediario planeó el
desembarco vikingo en territorio español? Curiosamente Florentino Pérez, conectado

con el país nórdico desde principios del siglo veintiuno, ha copado subastas de
renovables realizadas en España, en contraposición a pequeñas instalaciones que nada
pueden hacer en tal mecanismo.
¡Rápido, rápido! no vaya a ser que se tuerza el cambalache. Si las comunidades
autónomas, que tal parece tienen poder de decisión, se convierten en títeres, ¿a qué final
se aboca el futuro del territorio patrio? ¿Cómo puede mantenerse incólume el
funcionariado al sufrir presiones, tanto internas como externas, en su análisis
medioambiental de las zonas a destrozar? ¿Por qué tanta premura dándoles sólo diez
días para analizar la documentación de proyectos multimillonarios a los que otorgarán,
o no, el visto bueno?
Macroplantas fotovoltaicas, con puesta en marcha concertada para el año dos mil
veinticinco, convertirán en terreno baldío lo ahora valioso. ¿Por qué la opinión de la
población no se tiene en cuenta incumpliendo lo firmado por España en el Convenio
de Aarhus (Dinamarca) sobre información y participación popular en materia de medio
ambiente? Antecedente como el de Cabañerros en Castilla-La Mancha, en mil
novecientos ochenta y cinco, es ilustrativo del modus operandi establecido, en aquella
ocasión se declaró “asunto reservado el campo de tiro de Cabañeros para evitar las
protestas populares “, tal como informan los periodistas José Díaz Herrera e Isabel
Durán en El pacto de silencio (El saqueo de España II), posteriormente, la
movilización social fue tal que sería declarado parque natural. “La Ley de Secretos
Oficiales ha sido utilizada en la mayoría de los casos para encubrir abusos de poder”, se
lee en la citada obra.
La Plataforma Alborache-Turís (Plaat) no se arrodilla ante inversionistas, combatirá
por la pervivencia de su tierra, sus animales, su paisaje. “La ciencia dice que proteger la
biodiversidad es esencial para evitar el cambio climático”, declara Tao, joven científico
de treinta y seis años, consternado por la detención de personas científicas en Alemania
durante protestas medioambientales, “la acción individual es importante, pero también a
nivel de Gobierno”, recalca, “estoy como flipado con la codicia que lo están poniendo”,
con las multas a manifestantes consiguen “que gente de la comunidad científica no se
atreva a dar el paso”. ¡Meta conseguida, desactivar la opinión pública! Teniendo en
cuenta que los ayuntamientos pueden ¿o no? tener vela en este entierro, en opinión del
citado profesional este “podría ser donde se fomentara la organización social, una línea
de acción” ante desmanes, pero…“El capitalismo encuentra su esencia en el crimen
organizado. El crimen organizado funciona al margen de cualquier transparencia y en
una clandestinidad casi perfecta”, sentencia el sociólogo y vicepresidente del Comité
asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas suizo Jean Ziegler en
Los señores del Crimen.
Estrategias estudiadas soslayan impedimentos como el fraccionamiento de proyectos
posibilitando escabullirse del ministerio ad hoc, el citado Miteco. “A costa de la
desmantelación del bosque, zonas que son para proteger, las han recalificado como zona
de cultivo para poder seguir metiendo la mano”, declara Mónica Ibañez activista
defensora arbórea. ¿Se tiene en cuenta que “las chispas crean problemas”? Algarrobos
y olivos centenarios son parte de la naturaleza condenada a desaparecer. El Partido
Animalista Contra el Maltrato Animal defendió en la protesta la supervivencia de la

fauna silvestre en parajes sentenciados a la pena capital y la bióloga Rosa Más convino
en que esta es “una economía para los de siempre, una ampliación de negocio a costa
del mundo rural, van a matar a millones de animales, destruyen su hábitat”, Diego
Nevado, portavoz del partido, reclamaba que se impida la hecatombe: “Esperamos que
esto cambie, siempre estaremos al lado de cualquier animal que sufra”, tampoco faltó a
la cita Juan Barrachina promotor de la vía verde de Ojos Negros en el Alto Palancia, la
más larga de España, “todo el mundo ha cogido la vía verde, me han pedido que lo haga
desde Somport (Pirineos) a Valencia”.
“La transición ha de ser eficiente científicamente, justa y sostenible” contrapuesta a la
desatada “voracidad del capitalismo Green,” esgrime Inma Bausell caminando junto al
movimiento social Extinction Rebellion , por su parte la joven española y belga
Melanie, con tallos verdes pintados en la cara, opina: “Si no se defiende el territorio, las
zonas salvajes y las tierras cultivables, vamos a terminar sin agua, sin comida, el futuro
va por crear comunidades, creando vínculos en el territorio; con esos proyectos que son
siempre crecer no vamos por el buen camino”. Bélgica ayudó notoriamente en la
instalación de placas solares en casas particulares, pero, “nunca he visto
macroproyectos” dice la joven considerando que no se deberían dar ayudas y facilidades
a nivel legalización para mastodónticas instalaciones, antes bien, fomentar apoyos al
autoabastecimiento y cooperativas. “Placas en los tejados, no en los sembrados”. “Las
comunidades energéticas locales son posibles”. “Por un mundo rural vivo”. “Hagamos
las cosas bien, ¡Teruel existe!”. “Salvemos El Realenc (Carcagente)”. “¡Xúquer vivos!”.
“Colonialismo energético!”. “No Magda, defendemos la tierra (nostra terra.org.)”. “Les
Coves de Viromà dice no al Magda (macroplanta solar de cinco millones de metros
cuadrados en manos francesas y chinas)”. “¡Salvemos Farrajón!” “El mundo rural no es
un enchufe”.
Tambores llegados desde Casinos y el Villar redoblaron mientras hombres y mujeres
golpeaban sartenes. También la apicultura desaparecerá bajo las excavadoras y
toneladas de cemento, otro negociazo: ¡el cemento! “Las abejas se alimentan de flores,
no de paneles solares”. ¿Renovables como inversión mafiosa y absorción de
subvenciones europeas? “No a la especulación energética Renovalia y fondos buitre,
¡fuera!”, (Renovalia, en origen Forlasa, compañía alimentaria española, se vendió al
megafondo de inversión estadounidense Cerberus quien, posteriormente, la vendería al
fondo italiano F2i). “Stop ecocidios, 300 mil árboles en peligro”. Deforestar es poner
la firma al pie de una sentencia de muerte nacional. “Huecos robados” en parques
naturales se unen al desmán. “¡Renovables sí, pero no así!”. “Las placas en los tejados
y las vacas en los prados”. “El mundo rural no se rendirá”. “El monte para los pinos, no
para los molinos-Mosqueruela”. Beneixama, Alzira. “Sólo cuando el último árbol esté
muerto te darás cuenta de que no puedes comer dinero”. “No a la MAT (línea de Muy
Alta Tensión)”. “Las macrorenovables amenazan nuestras vidas”. “Tesla no lo haría”
exponía la pancarta de un adolescente.
Paul Roberts, periodista de investigación estadounidense, publicaba en el año dos mil
diez: “En última instancia, la pregunta que se nos plantea no es si nuestro sistema de
energía cambiara sino si podremos aceptar el resultado”.

Espacio Publicitario

Deja un comentario