EH Bildu estaría integrada por militantes de las extintas Aralar y EA así como de Alternativa, todos ellos fagocitados por la estrella- alfa Sortu y estaría marcada por el estigma de su negativa a condenar el terrorismo de ETA, lo que le habría convertido a ojos del establishment español en un «paria político». Sin embargo, la anterior legislatura escenificó la asunción de Bildu como colaborador externo de los Gobiernos de Sánchez y Chivite, lo que de facto supuso otorgarle «la legitimidad democrática al otrora paria político del establishment españolista». Repetición de Elecciones?La posible reedición en Navarra de un nuevo Gobierno Progresista integrado por PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin , deberá contar inexorablemente con el apoyo externo de EH Bildu.
La premisa de Chivite al iniciar los preliminares se basaba en la creencia de que el resto de partidos progresistas » apoyarían sin fisuras al PSN para evitar el Gobierno navarrista de UPN». Sin embargo, las órdenes recibidas de Santos Cerdán obligaron a Chivite a condenar al ostracismo a la coalición Bildu, (sea en forma de apoyo expreso o abstención activa), con el objetivo confeso de poder presentarse el PSOE en las Generales del 23J libre de todo tipo de atadura política con Bildu.Dicha estrategia tuvo como efecto colateral la entrega por el PSN a la derecha navarrista de UPN de las alcaldías de Pamplona y Estella, lo que provocó un amargo resquemor entre los concejales de dichos partidos y habrían exigido la presentación de mociones de censura en Iruña y Lizarra para sustituir a los alcaldes navarristas de UPN por candidatos de fuerzas progresistas.Sin embargo, dicha propuesta no sería de recibo para un PSN especialista en jugar a dos bandas. Así, el PSN ya habría pactado con UPN la abstención del diputado navarrista en el Congreso en una futura sesión de investidura de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno a cambio de la no presentación de mociones de censura en Estella y Pamplona por el PSN.
Ello habría sembrado la semilla de la desconfianza en la coalición EH Bildu quien estaría repensando su estrategia de cara a la previsible sesión de investidura de María Chivite que se realizaría en la primera quincena de agosto.En esta coyuntura, EH Bildu podría revisar su actual estrategia política e incorporar a su bagaje político la llamada inteligencia maquiavélica que se distingue por «una extraordinaria capacidad para encontrar las debilidades ajenas y utilizarlas en beneficio propio así como de realizar acciones complejas que pueden no ser entendidas en un principio por sus votantes, pues sus metas se proyectan hacia un futuro mediato (ser la primera fuerza en Euskal Herria).En consecuencia, Bildu estaría sopesando forzar una repetición de Elecciones al Parlamento foral en otoño para diseñar una nueva cartografía electoral en la certeza de que saldrá fortalecido de dicha convocatoria y podria alcanzar los 12 escaños , lo que le convirtiría en segunda fuerza política tras el PSN.Su mensaje electoral irá dirigida «no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en anhelos comunes que lo sustenta» con el lema ( Nafarroa gara- Euskara Gara).
Germán Gorraiz – Analista