El consejero de Medioambiente de la Junta de Andalucía,
Ramón Fernández Pacheco, publicó un tweet en el que
mostraba un comunicado oficial exponiendo la toma de
«medidas excepcionales» cinegéticas para controlar a la
población de jabalíes.
«Debemos presionar por un cambio que proteja nuestros
ecosistemas y garantice un futuro equitativo y sostenible para
las generaciones venideras».
Madrid, 08 de agosto de 2023 – El Partido Animalista PACMA no ha
tardado en pronunciarse sobre el comunicado de la Junta de Andalucía en
el que afirma que adoptará «medidas excepcionales» para controlar la
población de jabalíes en vistas a la reiterada y cada vez mayor presencia
de estos animales en núcleos urbanos. En una nota de prensa, la
formación política habla de 5 claves para «entender y desmontar» lo que
consideran un discurso «sin fundamento» y adaptado a los intereses de
varios sectores económicos y lobbies.
Un baile de números
Se desconoce con exactitud cuántos jabalíes pueblan la península ibérica
a día de hoy. Los cupos son muy relativos y se basan en bolsas de caza y
avistamientos. Sin embargo, el Instituto de Investigación de Recursos
Cinegéticos (IREC) indica que, cada año, se cazan de media en España
la importante cifra de 400.000 jabalíes, pero todos los indicadores
plantean que, en dos años, el número de ejemplares existentes podría
incluso duplicarse.
Javier Luna, presidente nacional de PACMA, explica que, con los números
en aumento, exponer la caza como un método de gestión poblacional
efectivo es incoherente: «se ha llegado a demostrar que la caza
contribuye al aumento de la población de jabalíes». Sugiere además
que la opacidad de las cifras podría estar permitiendo que las granjas
cinegéticas siguieran criando jabalíes y otros animales para repoblar los
cotos incluso cuando estas especies son usualmente etiquetadas como
plagas.
Critica que el gobierno andaluz ceda «reiteradamente» a las presiones del
lobby cinegético para que se permita la caza durante todo el año.
Descoordinación estadística entre las Comunidades
Autónomas
Un problema aún más profundo radica en la falta de homogeneidad en la
recopilación de datos por parte de las Comunidades Autónomas. La falta
de comparabilidad entre procedimientos ha generado un caos informativo y
un descontrol absoluto en cuanto a los cupos de caza según declaraciones
del Partido Animalista. Solo nueve provincias cuentan con registros
detallados: «esta falta de transparencia no solo perjudica la toma de
decisiones, sino que también socava la credibilidad de las medidas
adoptadas».
El descontrol numérico no ha impedido la polémica decisión adoptada por
la Consejería de Medioambiente de la Junta de Andalucía de tomar
«medidas excepcionales» para controlar la población de jabalíes y frenar su
incursión en zonas urbanas, autorizando la caza selectiva de esta especie,
así como también de ciervo, gamo y muflón hasta 27 de agosto. El
posicionamiento fue publicado por el propio consejero, Ramón Fernández
Pacheco, a través de su perfil de Twitter este domingo 6 de agosto
abriendo el debate.
Granjas cinegéticas criando jabalíes
Esta práctica, totalmente legal en España, resulta paradójica, ya que
permite criar en cautividad especies que posteriormente se etiquetan
como plagas e incluso dan lugar a las denominadas «emergencias
cinegéticas», por las que las administraciones han llegado a solicitar
permiso para usar, de forma complementaria a la caza, biocidas como
el fosfuro de aluminio. Algo así ocurrió a comienzos de año en Lleida,
cuando un grupo de agricultores abordó el edificio de Servicios Territoriales
de Agricultura exigiendo soluciones para la supuesta plaga de conejos que
arrasaba sus cultivos.
Sin embargo, desde PACMA y la Asociación Lex Ánima pudieron
demostrar que la Generalitat había autorizado la suelta en un año de más
de 12.000 conejos provenientes de granjas cinegéticas además de la caza
de 20.000 zorros. El uso del fosfuro fue denegado.
Intereses del sector ganadero
La conexión entre la caza de jabalíes y la preocupación por la peste
porcina africana en Europa añade una dimensión aún más sombría a esta
situación. Aunque España declara la erradicación de la enfermedad desde
1995, casos en otros países europeos y la ausencia de una vacuna en
circulación despiertan inquietudes legítimas.
«Un solo brote en una granja española podría desencadenar una cascada
de consecuencias devastadoras para la industria porcina, incluida la
matanza de miles de cerdos y restricciones legales y comerciales», explica
la portavoz de PACMA, Yolanda Morales.
Un territorio cada vez más limitado y empobrecido
El crecimiento urbano y la expansión de la agricultura y la ganadería
intensiva y extensiva también están contribuyendo al esparcimiento de
los jabalíes. La competencia por recursos cada vez más limitados está
forzando a la fauna silvestre a buscar alimento en núcleos poblacionales.
«Los animales cada vez tienen menos espacio para vivir y menos comida,
lo que les obliga a acercarse a los puntos donde se concentran los
recursos superando el miedo a los humanos», indica Morales.
PACMA concluye con que este panorama se agrava por la «mala gestión
histórica» de las poblaciones de fauna silvestre, que ha resultado en
la eliminación deliberada de depredadores naturales y la cría de
especies potencialmente constitutivas de plaga con fines «lucrativos y
ociosos».
Según la formación política animalista, aunque existen alternativas no
letales para el control de poblaciones de jabalíes que ya han sido
trasladadas a los responsables públicos, la resistencia a su
implementación plantea serios interrogantes sobre las prioridades y
motivaciones detrás de estas decisiones.
«Es fundamental reconocer la riqueza y la fragilidad de nuestra
biodiversidad y abogar por la adopción de políticas basadas en la ética,
el sentido común y la sostenibilidad», apunta Javier Luna. «La
responsabilidad recae en todos nosotros, como ciudadanos, para presionar
por un cambio que proteja nuestros ecosistemas y garantice un futuro
equitativo y sostenible para las generaciones venideras».