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Señora Vicepresidenta del Gobierno de España,

Me dirijo a usted de manera respetuosa con el propósito de abordar, si es posible, la cuestión de las altas remuneraciones de ciertos individuos en nuestro país que, lamentablemente, empobrecen a los más vulnerables.

La riqueza de estos individuos se traduce en miseria para nosotros y sus ganancias provienen de nuestro esfuerzo.

Estamos hablando de una serie de individuos que, lamentablemente, se defiende mutuamente y que, en su mayoría, se concentran en la capital, Madrid.

Soy una mujer que recibe una pensión tan reducida que estos individuos podrían gastarla en un solo desayuno. A pesar de ser pensionista, durante toda mi vida he sido una persona activa y actualmente me considero una activista por los derechos de las mujeres pensionistas, así como defensora de los derechos humanos en general. He trabajado y seguiré trabajando mientras mi salud me lo permita.

He sido la responsable de mantener a mi familia y he luchado por el bienestar de mis hijos y mis compañeras. Por tanto, me indigna profundamente cuando individuos como estos ensucian la imagen de nuestro país.

Señora Vicepresidenta en funciones, no logro entender por qué un órgano colegiado como el Consejo de Ministros no puede tomar medidas provisionales para apartar de sus funciones a aquellos que carecen de decoro y no saben representar adecuadamente a España, especialmente cuando millones de personas los están viendo por televisión. La reciente conducta de una persona que emplea la fuerza contra una mujer y nos insulta a todas las mujeres es inaceptable.

También comparto la opinión de que uno de los mayores activos de nuestro país es el movimiento feminista, y por eso seguiré participando en manifestaciones en las calles y plazas.

Aprovecho esta oportunidad para expresar mi agradecimiento como mujer por el camino que ha allanado, junto con muchas otras mujeres que la precedieron, y que permitirá que muchas más la sigan en el futuro.

Esto es especialmente importante para nuestras jóvenes, quienes merecen vivir sin miedo y tener la oportunidad de desarrollar todo su potencial en los lugares que elijan. Le agradezco también su lucha como Ministra de Trabajo.

Me presento como Amparo Molina, una pensionista en una situación precaria y una activista incansable por causas que considero fundamentales.

En Burjassot, a 4 de septiembre de 2023.

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1 COMENTARIO

  1. A través de sus palabras, Amparo demuestra ser una campeona en la defensa de los menos afortunados, compartiendo su propia experiencia como pensionista y activista incansable. Su empatía y solidaridad con los más vulnerables, así como su apoyo al movimiento feminista, muestran su valentía.

    Pero esta carta es más que una expresión de preocupación; es un llamado a la acción. Amparo insta al Consejo de Ministros a tomar medidas contra aquellos que carecen de decoro y no representan adecuadamente a España. Su carta es una inspiración para todas las que desean un país más justo y un futuro lleno de posibilidades para las generaciones venideras.

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