València Animal Save realizó el pasado sábado una nueva concienciación animal para que en pleno centro de Valencia (zona de la catedral), la gente vea el angustioso proceso que sufren los animales hasta llegar a los platos u otros fines como la experimentación o la peletería. Pantallas y carteles hacían que la gente, por sorpresa, viera todo este incomprensible e inhumano proceso al que sometemos a los animales a pesar de que de ellos solamente necesitamos su perdón.
Las imágenes mostradas mediante pantallas y carteles generaron una vez más gran impacto en la gente mientras otras personas conversaban sobre el veganismo, «una filosofía ética de vida que incluye el respeto real para todas las especies de animales sin distinción», explica M. Jesús Puertes, una de las coordinadoras del colectivo.
València Animal Save señala que todo producto animal o derivado es contrario a la ética y a la protección que merecen los animales y rechazan el especismo que según la RAE es la discriminación por especie.
El veganismo lo que promueve es pasar por este mundo intentando hacer el menor daño posible y en consecuencia, es una filosofía ética de vida que busca abolir toda la explotación animal en cualquiera de sus formas por cuestiones de respeto, ya que si nos ponemos en el lugar de la víctima, sabemos que su proceso es tan injusto como evitable.
Crisis climática, problemas de salud o hambre en el mundo
Aunque el veganismo se centra únicamente en los animales, desde el colectivo han querido señalar «la responsabilidad de las industrias en otras cuestiones como la crisis climática que atravesamos debido a la contaminación que ocasionan las granjas o la pesca, problemas de salud por fomentar alimentación perjudicial para las personas y contribuir al hambre en el mundo por alimentar con recursos vegetales y soja transgénica a millones de animales que luego serán sacrificados para el consumo», señalan.
También destacan las enormes cantidades de agua que se requieren para mantener los cultivos de soja y del espacio que dichos cultivos le restan a los bosques (a ello podemos añadir toda el agua que se destina a los animales criados para explotar).
Por último, añaden que el mercado de los productos veganos ha evolucionado muchísimo y hoy en día podemos disfrutar también de sabores que imitan a los originales «de una manera respetuosa y sostenible e incluso en cualquier receta de toda la vida», explican.
Es decir, puedes disfrutar de nuevos sabores, hacer maravillas con verduras y legumbres o también, llegar a disfrutar de los productos de siempre (cualquier receta de toda la vida la puedes hacer vegana e incluso la tortilla de patatas).
Para la mayoría de medios «tradicionales», parece ser que el hecho de que unas personas realicen una concienciación contra la explotación animal y todo lo que deriva, no es noticia y como siempre, lo que se silencia es como si no existiera, como si no estuviera ocurriendo cada día, cada instante y cada segundo en estos ensangrentados lugares en los que los animales sufren todo tipo de prácticas que nadie ve porque total están alejados de toda visibilidad.
Desde mi libertad de expresión, voy a exponer todos los argumentos que nos deberían llevar a la reflexión y lo haré sin medias tintas ni titubeos, porque lo que pasa no se puede ocultar con el famoso refrán de «tapar el sol con un dedo».
Youth climate Save Valencia se unió a la concienciación
Youth climate Save Valencia es también un colectivo antiespecista que además de luchar por la liberación de todas las especies de animales, señalan su responsabilidad en la crisis climática que estamos atravesando.
«Los animales son seres sintientes y el especismo es la discriminación por especie. La superposición de especies, es una idea errónea que sigue la lógica de la dominación, en este caso del ser humano sobre el resto de especies del reino animal. Esta idea parte de una cosmovisión antropocentrista, donde el ser humano se separa del resto de la naturaleza con el fin de alterarla y dominarla a su juicio. Aludimos a la racionalidad, asumiendo que la capacidad de razonar es superior a la del resto de especies, y, por tanto, justifica la dominación sobre las mismas», declara Emi Navarro, uno de los responsables de este movimiento.
«Pero existen múltiples capacidades de otras especies animales que superan a los seres humanos, como la capacidad de volar de las aves o la capacidad de correr a más velocidad del guepardo. Si nos rigiésemos por el intelecto, tendríamos también que justificar la dominación sobre las personas con discapacidades psíquicas. Por tanto, no se justifica el especismo, y como consecuencia es una injusticia, del mismo modo que asumimos injusta la discriminación hacia otros seres humanos por motivo de raza, etnia, sexo, orientación sexual, capacidad, aspecto físico o clase social», añade Emi.
Juan Martínez estuvo también en la concienciación en representación de Youth climate Save Valencia haciendo las siguientes declaraciones:
«Entre las conversaciones que tuve durante el acto, me llamó la atención una familia con un niño y una niña que especialmente el niño prestaba mucha atención a las imágenes de las pantallas, quedando sorprendido. La niña ya era vegetariana y cuando pregunté si sabían lo que era el veganismo, solamente ella supo responder que se basa en no maltratar a los animales porque son seres vivos y tienen sentimientos», explica.
«Esto es una muestra de que la infancia entiende mejor la problemática derivada de la explotación animal y no mostrarles esta información, supone negarles su empatía», zanja.
Si bien las personas vegetarianas consumen derivados de los animales que igualmente suponen una vida miserable y la muerte, pero la falta de información hace que en muchas ocasiones esto no se sepa. Miel, huevos o productos lácteos son un buen ejemplo de crueldad e injusticia y tenemos calcadas alternativas vegetales a ello.Te recomiendo seguir en redes sociales la página «Youth climate Save Valencia».
Especismo inculcado desde la infancia
Encuentro interesante las palabras de Juan porque precisamente en la infancia empieza todo y principalmente, lo que empieza es la manipulación y el ocultamiento para precisamente evitar la empatía de las niñas y niños con cualquier especie animal porque ni siquiera saben que los animales que consumen vienen de los mismos animales que ven en dibujos, con los que siempre sienten empatía o incluso duermen abrazados con esos tiernos animales de peluche que nunca se querrían comer en la vida real si lo supieran.
Es necesario decirles que hay alternativas nutritivas y deliciosas para evitar el sadismo contra millones de animales y una de las mayores causas de la crisis climática que hará que al final se queden sin futuro.Si le tienes que ocultar y engañar para que no generen empatía y pudieran pedirte comprar otros productos, es que no está bien lo que se está haciendo utilizando a los animales a nuestro antojo cuando no tenemos absolutamente nada que justifique de ninguna de las maneras su uso (independientemente de cuál sea el fin egoísta del humano respecto a ese animal que no ha elegido esa situación y que si estuvieras en su lugar, pedirías a gritos ayuda).
Luego también centros, supuestamente educativos, hablan de gallinas que dan huevos u otras mentiras anacrónicas, ocultando que por ejemplo en esta industria, hay que asesinar a pollitos machos nada más nacer, ya sean triturados vivos o agonizando en una bolsa de basura y las gallinas viviendo toda su corta vida en jaulas menores al tamaño de un folio y en muy pocos casos, «libres» de jaulas que significa en naves industriales llenas de suciedad, hacinamiento y miseria.
En cualquiera de los casos, el fin de las gallinas será poner constantemente huevos de manera artificial y después, se le cortará el cuello en el sanguinario matadero, porque al final, el egoísta humano ha decidido que «están para eso» e incluso durante el proceso de explotación, sufren prácticas como cortarles el pico sin anestesia.
¿Por qué no quieres que tus hijos sepan lo que ocurre en granjas, mataderos, peleterías o laboratorios para que así puedan ser educados en la verdad y con el conocimiento de lo que pasa?Una vez se hacen adultos, sin tan siquiera saberlo, han ido normalizando el uso y abuso innecesario de millones de animales que cada día sufren a manos de sus verdugos.
Los animales tienen vínculos con sus familias
Esta vez en lugar de estar fuera explicando el veganismo a la gente que voluntariamente para, decidí estar sujetando un cartel y precisamente escogí el cartel de que los animales tienen sus familias en el que salía una tierna imagen de un cerdo con sus crías.
Elegí este cartel acordándome de una niña que con 5 años recién cumplidos, dijo en el patio de un colegio a un compañero que no tenía que matar a un humilde insecto y al preguntarle me dijo que era «porque ellos tienen a sus familias y por ello hay que dejarles vivir».
Esto me hizo reflexionar de que no solamente es necesario que se vean las imágenes y vídeos sádicos, también el vínculo de los animales con sus familias y esto me ocurrió en la zona de infantil de uno de los colegios cuyos patios limpio demostrándose una vez más que la infancia tiene empatía que no debería destrozarse mediante la manipulación.
Rosa Más es una bióloga que hace activismo por la liberación animal y el medio ambiente, pero también colabora en colectivos como Feumve para defender los derechos de la infancia vegana o garantizar que tengan un menú nutritivo en los colegios. Respecto a los conocimientos científicos respecto al uso anacrónico de los animales, explica:
«En biología se dice que una especie animal posee personalidad si los individuos reaccionan de manera diferente ante un mismo estímulo; este es otro rasgo que también compartimos y que hace injusto que los utilicemos, pues ellos tienen sus propios intereses, que nada tienen que ver con el destino que les tenemos reservado.Los demás animales muestran comportamientos cooperativos, sociales y familiares, estableciendo lazos afectivos que pueden durar toda su vida y que la explotación impide, provocando que los animales nunca puedan desarrollar su comportamiento natural. En consecuencia, el veganismo no es compasión, veganismo es justicia», declara.
En este caso, sigue a «Feumve» en redes sociales y llegarás a conocer casos de bullying y discriminación a la infancia por el simple hecho de ser vegana y todo por culpa del desconocimiento, perjuicios e ignorancia promovidos por adultos.
También existen santuarios de animales, lugares en los que sin ayudas más que de gente altruista y solidaria, sacan adelante a un montón de animales maltratados por la ganadería y la vida que se les da es completamente diferente, en total libertad, con todos los cuidados y cariño que merece cualquier especie si pensamos desde el corazón y no desde el egoísmo o el propio interés. Mientras la ganadería recibe millones y millones de dinero público para reventar animales, destrozar el planeta y hacer un montón de males, estos lugares de gente respetuosa y con buen corazón, siempre están apurados para poder sacar adelante a los animales que han tenido la suerte de pisar ese lugar.
Tomar posición ante algo que es injusto es para mí una obligación moral
En definitiva, la mayoría muestra sensibilidad con las imágenes que mostramos, ya sea mostrando su cara de impacto, tapándose la cara o la de sus hijos para que no visibilicen la verdad o la poca gente que no siente compasión con lo que mostramos, responde con provocaciones como fue el caso de esta concienciación.
«Con lo bueno que está el pescado…», fue algunas de las provocaciones de gente que luego, no se para a escuchar y a debatir como las personas, porque su único objetivo, es intentar hacer daño sin saber ni por qué y evidentemente, en una conversación jamás sabrían razonar.
En ningún momento decimos que no tenga buen sabor o que no nos gusten los productos, pero creemos que un sabor no justifica toda una vida de miseria y en consecuencia, decidimos no consumirlo o en su caso, optar por recetas económicas que nos permiten hacer productos similares al pescado sin financiar la muerte por asfixia o casi la mitad de plásticos encontrados en los océanos por las redes de pesca que destrozan el planeta y matan a otros animales como las tortugas.
También hoy en día venden varitas de no merluza y cualquier producto «del mar» en su versión vegana, pero aunque no fuera así, tampoco creo que si no tenemos una alternativa calcada, esto sirva de excusa para hacer daño, pudiendo no hacerlo.Esto se llama anteponer el respeto al egoísmo o capricho propio.Puedes buscar recetas como el atún vegano o todo lo que puedas hacer en casa más económico y más sencillo de lo que creemos.
De hecho, está bien que haya productos con el mismo sabor y textura e incluso yo los compro, pero especialmente es importante las legumbres, cereales, bebidas vegetales y productos de proximidad como las hortalizas o verduras (con todos esos productos ya puedes hacer maravillas al igual que con el tofu y el seitán que puedes encontrar incluso en cualquier supermercado).
El veganismo va más allá de la alimentación y como decía, pues también nos lleva a mirar que un producto no haya sido testado en animales, no vestirnos con pieles o no entretenernos a costa del tormento de los animales (incluidos los zoos y acuarios con la miseria como protagonistas).
A las puertas del matadero
En marzo de este año, estuve con València Animal Save una vez más en una vigilia de pollos a las puertas de un matadero de Algemesí en el que volvimos a encontrarnos imágenes terribles de pollos hacinados en cajas llegando al matadero heridos y llenos de suciedad tras pasar 40 días encerrados y amontonados en sucias naves industriales en las que no ven la luz del sol y entre muchas otras cosas, el aire es irrespirable.
Esos animales son manipulados genéticamente para engordar rapidísimo y ser enviados a este espantoso y apartado lugar que nadie quiere ver (la mayoría de consumidores de «carne» jamás se cargaría a su víctima ni tan siquiera sería capaz de presenciar su terrible muerte).
Todo esto lo vengo a decir por qué el jueves 16 volvemos por la tarde a ese matadero para, con permiso de los conductores, grabar la situación en la que llegan los animales y por ello, es necesario apuntarte para visibilizar esto escribiendo un privado en redes sociales a la página «València Animal Save» (especialmente es importante que personas no veganas, acudan para tomar conciencia al menos de lo que está pasando).
Durante este mes, habrá una nueva concienciación en la que puedes venir a hablar con las personas activistas y cuya información estará pronto en las redes sociales indicadas, pero durante diciembre, también hay importantes actos como la adhesión a la concentración que la plataforma antitaurina de Alfafar hemos preparado para abolir el toro embolado y que tendrá lugar a las puertas del Ayuntamiento el primer sábado de diciembre a las 17:30 (escríbeme a defensaanimal2023@gmail.com para participar y obtener información).
Otro de los impactantes actos que se realizan en diciembre, es el 10 por el Día de los Derechos de los Animales, en el que se llena la plaza de la Virgen de personas representando las diferentes opresiones que estos seres indefensos sufren cada día (apúntate también a participar aunque sea para sujetar un cartel en defensa del animal con el que te sientas más identificad@).
Para ir terminando, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, ha sido quitarme la venda de los ojos dejando de financiar el Holocausto animal mantenido a base de dinero público, mentiras que leerás por todos los lados y eso de «siempre ha sido así». El veganismo es, a mi entender, lo mínimo que podemos hacer por los animales y además de no ser nada privativo, estás contribuyendo a un planeta en el que poder vivir, en evitar problemas de salud y el hambre en el mundo, como ya comentaba y corrobora hasta la ONU.
Cabe señalar que la organización mundial de la salud ha calificado varios productos de origen animal como cancerígenos y perjudiciales, pero independientemente de que sean cosas que se deben añadir, tampoco tiene mayor relevancia porque solo con pensar en la injusticia que atraviesan millones de animales cada día, debe hacerte reflexionar a un cambio fácil, coherente y respetuoso.
Después de la concienciación, varias personas activistas tuvimos una deliciosa cena vegana como València Animal Save pone en sus redes sociales. El lugar que está en Valencia, se llama «The nature» y es un delicioso buffet libre vegano en el que disfrutas y te llenas evitando hacer daño (como pasa en la gran lista de restaurantes veganos que tenemos en Valencia).
Hoy tan siquiera perderé el tiempo haciendo hincapié en las delirantes excusas que se leen por ahí (a la vista de que durante años ya han sido desmontadas y carecen de sentido todas y cada una de ellas).
Cómo has podido comprobar en este artículo, lo tienes todo a tu favor si de verdad quieres que el mundo de una vez cambie, pero también puedes seguir como si nada hubieras leído haciendo todo el daño que quieras.Poniéndome en la piel de los animales, al igual que la mayoría de gente hace con un perro, entiendo que nada de nada justifica que los usemos como productos y los condenemos a toda una vida miserable de maltrato en cualquiera de las industrias que lleven productos de origen animal o derivados.
Es decir, no tiene lógica seguir haciendo daño por todos los lados, pudiendo no hacerlo y espero que independientemente de todas las cuestiones en las que el consumo de animales es perjudicial, pienses en el ser vivo que ha sido utilizado por el mero egoísmo de la persona que una vez lo lee, entiendo que su obligación moral sería dar un cambio.
Haz en Internet la búsqueda de «documentales veganos» y descubrirás que simplemente lo que se hacen estos grupos es tomar posición ante una injusticia real.Espero que participes en los futuros actos mencionados y recuerda seguir las páginas València Animal Save, Youth climate Save Valencia y Feumve (para simplemente, ir conociendo cosas que más tarde o temprano son necesarias de afrontar desde la realidad, la justicia, la comprensión y la coherencia).
Espero que cada vez que vayas al supermercado, restaurante, tienda o cualquier lugar, pienses en ese animal que no tuvo la posibilidad de defenderse y acabó muriendo terriblemente tras toda una miserable vida porque tú elegiste un producto y no otro.