El gobierno de la Generalitat valenciana, DOGV de 5 de agosto de 2021, implementó una serie de ayudas directas y de realización inmediata a todos los municipios de la Vega Baja para combatir la emergencia climática y activar la economía, ralentizada por la pandemia de la COVID, por un importe total de 16 millones de euros. Las ayudas, que financiarían el 100 % del coste de las obras, tenían como objetivo la realización de obras de drenaje urbano sostenible para prevenir los efectos de las riadas en los municipios de nuestra comarca.
Según el anexo del Decreto Ley del Consell, a San Miguel de Salinas se le otorgaron 400.000 €, que fueron ingresados en la cuenta municipal para su uso inmediato. El plazo máximo para la ejecución de las obras, según el artículo 8 del referido Decreto, fue de 22 meses a partir del día de publicación del anuncio. La fecha tope para realizar la inversión, salvo causas extraordinarias tipificadas en el decreto, fue junio de 2023.
San Miguel de Salinas tiene graves problemas de drenaje de las escorrentías en los episodios de lluvias torrenciales, que por la inclinación del terreno, forman torrentes rápidos y virulentos. La casi totalidad de las aguas vertientes del Este de municipio, que son la mayoría, convergen en una torrentera, que bloquea el tránsito viario, inunda bajos, arrastra todo a su paso y choca frontalmente con uno de los muros laterales del campo de fútbol municipal.
Conocida esta ayuda, la asociación de vecin@s, en mayo de 2022, presentó en el registro una propuesta de actuación previo diálogo con el gobierno municipal. La sugerencia, en esencia, consistía en la sustitución del asfalto de las calles con mayor pendiente por un pavimento, que favoreciera la infiltración del suelo y canalizara de manera subterránea el agua sobrante hacia en un parque inundable en los aledaños del campo de fútbol con un depósito subterráneo para acumular y reutilizar el agua de lluvia.
El gobierno municipal hizo caso omiso a la propuesta. Decidió la construcción de una balsa que recogiera los lixiviados agrícolas de la vertiente de la rambla de Lo Maseras y, posteriormente, el mismo proyecto fue cambiado de ubicación; ahora, en la cañada de La Escribana junto al puente de Lo Quiles. Sin embargo; pasados seis meses desde la fecha tope para realizar la inversión, no existe constancia alguna de que estos proyectos se hayan realizado.
Esta asociación lamenta que el gobierno municipal tenga que devolver el dinero, porque estaba vinculado a la realización de obras de drenaje urbano sostenible no realizadas, y haya desperdiciado la ocasión para llevar a cabo unas obras tan necesarias y vitales para prevenir los riesgos de las lluvias torrenciales y adaptar nuestro municipio a las inclemencias del cambio climático.
La Junta Directiva