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Texto de Diego Nevado Martínez:

El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado en una resolución que está permitido usar denominaciones como «salchicha» o «bistec» para alimentos a base de proteínas vegetales, pues estas alternativas llevan años sufriendo un delirante acoso pese a estar etiquetadas claramente como 100% vegetales o incluso pagar las industrias para poner el sello vegano. ¿De verdad la industria que explota animales pretende insultar nuestra inteligencia pretendiendo hacer creer que la gente no sabe que un filete vegano es vegetal? 

Esta ha sido la conclusión de una batalla legal iniciada en Francia en 2018, cuando el país prohibió el uso de términos cárnicos en productos vegetales, norma que se volvió más restrictiva aún en 2023, lo que propició la reclamación de tres asociaciones y una empresa. Lo curioso es que no les moleste que los perritos calientes no lleven perro o los brazos de gitano, palomitas o el cabello de ángel.Desde hace años, la industria cárnica, Láctea o pesquera intenta bloquear el avance de las alternativas vegetales, en muchos casos con el apoyo de las administraciones, lo que ha dado lugar a normativas como las que restringen el etiquetado de los productos veganos.Esas alternativas cada vez avanzan más, pues se puede disfrutar de todo de manera compasiva y en muchos casos, las empresas que explotan animales no han tenido más remedio que sacar también alternativas similares con proteína vegetal.En España, recientemente, el PSOE ha presentado una delirante proposición no de ley para aplicar dichas restricciones porque considera que las alternativas vegetales «confunden a los consumidores».

Vemos que las prioridades del partido que gobierna nuestro país son unirse a la persecución contra las personas que queremos un sistema alimentario que excluya la explotación a la que son sometidos millones de animales, además de que con la alimentación vegetal podemos evitar una de las mayores causas de la crisis climática, hambre en el mundo, problemas de salud y un largo etcétera.

Al menos, por fin se ha dado la razón a las empresas que fabrican estas alternativas que nos permiten disfrutar lo que queramos evitando todo el año que conlleva su versión real y confusión no hay ninguna. 


LA INDUSTRIA DE EXPLOTACIÓN ANIMAL ES LA QUE MÁS FRAUDES Y MENTIRAS NOS CUENTA 

Precisamente, la industria basada en la explotación animal y la miseria impuesta a un montón de víctimas, es la que más trolas nos mete a diario con sellos perversos de bienestar animal o sostenibilidad cuando esto es incompatible con la explotación y una de las industrias que más contamina es cualquiera de las que explota animales. ¿Por qué si la industria que explota animales quiere proteger al consumidor no pone fotos en sus bandejas del animal ensangrentado o del Amazonas destrozado por su culpa?

Ya que la industria está tan «preocupada» por el consumidor, en los dibujos que ven las niñas o niños con los cerditos, las vaquitas o el pez Nemo, vamos a ponerles la realidad de lo que hacen con esos animales para que así sepan la verdad que desde luego no aceptarían o que dejen entrar a periodistas a sus granjas y mataderos. 
Desde luego, lo único que sabemos de estos lugares es por la gente que ha estado ahí dentro, bien por trabajar o por infiltrarse y hablamos de condiciones laborales nefastas, sangre por todos los lados, mala vibración e incluso suicidios de gente que ha trabajado en la industria. 

Parece mentira que importe más que una alternativa se parezca a la de origen animal que la tortura que padecen un montón de seres sintientes, además de como la industria arrasa con todo siendo responsable de la mayoría de catástrofes del mundo.

Esto es lo que el consumidor debería ver cada día, pues la mayoría no es capaz de matar a su víctima con sus propias manos o de presenciarlo, pero luego sí que paga por ello, habiendo sido el trabajo sucio hecho por otro. 
En cuanto a las condiciones de los animales explotados, pues está claro que ningún animal voluntariamente quiere ser separado de sus familias, encerrado, manipulado genéticamente, maltratado y condenado a una vida impuesta de miseria desde su primer aliento hasta el terrible viaje que le lleva al apartado polígono industrial donde se lo cargarán y cuyos gritos no oirás.

Esta gente debería barrer su casa antes de intentar barrer la de los demás, pues parece ser que se cree el ladrón que todos son de su condición y esta industria sí que es oscura y engaña cada día al consumidor que tampoco hace mucho esfuerzo por mirar más allá.

En un artículo de opinión llamado «las lágrimas de cocodrilo de la patronal pesquera con los etiquetados veganos» se demuestra con datos oficiales que precisamente son una de las industrias que más fraudes cometen y que ni siquiera dan el producto que dice. 

¿Te informa esa industria de la asfixia lenta que sufren sus víctimas hasta dejar de respirar, las catástrofes medioambientales que crean o que casi la mitad de plásticos encontrados en los océanos provienen de las redes usadas?

AUMENTO DE LAS ALTERNATIVAS VEGETALES

Un 47,6% de nuestro país asegura que ha incorporado a su dieta habitual productos y bebidas de base vegetal según datos que proceden de una encuesta realizada en 2022 por la asociación de productores de alimentos y bebidas vegetales de nuestro país y me imagino que ahora en 2024 todavía habrá aumentado más.

Los motivos por los que la gente consume estas alternativas son la ética y el respeto hacia los animales no humanos, contribuir a mitigar la crisis climática y preocupación por la salud. 

¿Dónde está el problema en disfrutar de un mismo sabor si para ello se ha evitado toda la problemática? 

Es importante recordar que la mayoría de soja, cereales, agua y en general vegetales, van para los animales que constantemente reproducen para explotar cuando habría recursos más que de sobra si directamente esos recursos se utilizan para la población.

Si hubiera una mínima coherencia en este mundo, podríamos vivir de maravilla, pero los humanos y sus actitudes antropocéntricas se encargan de evitarlo, además de esparcir el odio desde la ignorancia en redes sociales donde la gente dice no preocuparse por los animales y si por las plantas, cuando compran vegetales y animales que se alimentan de la mayoría de vegetales siendo esto como poco delirante y un insulto a la inteligencia. 

Por no hablar de la gente que se denomina ecologista y contribuye a la industria de explotación animal, viendo que es la causante de la mayoría de incendios, sequía y un montón de problemáticas. 

Me pregunto cuando la industria del huevo va a explicar que los pollitos machos son triturados nada más nacer por no valer para la producción y las gallinas encerradas en jaulas o interminables naves industriales, explotadas, manipuladas genéticamente para poner más de 300 huevos al año y con prácticas como cortarles el pico sin anestesia, además de que luego acaban en el matadero cuando ya no producen tanto, al igual que las vacas mal llamadas lecheras. 

¿Quién puede tener tanta imaginación para creer que necesitamos leche materna de otra especie? 

Esa leche se le roba a sus hijos a los que se les pone un sustituto de mala calidad hasta que son liquidados y las vacas inseminadas por la fuerza constantemente, explotadas toda su «vida», convertidas en máquinas y después de toda una vida de explotación, al matadero.

Luego, te ponen esos tiernos vídeos de vacas felices y así es como se ríen en nuestra cara.

LOS DESASTRES MEDIOAMBIENTALES QUE TE OCULTA LA INDUSTRIA DE EXPLOTACIÓN 

La industria que explota animales y se carga nuestro planeta, dice querer proteger al consumidor ocultando constantemente lo que hacen y además de la terrible situación de todos los animales que explotan y matan, están las catástrofes medioambientales que provocan.

En este aspecto, la bióloga Rosa Más ha dado muchos detalles, algunos tras las noticias de no hace mucho hablando del agua que hace falta para la ganadería.

En este sentido, reproduzco textualmente lo que explica la experta:

Las causas últimas de la falta de disponibilidad de agua potable hay que buscarlas en la prolongada sequía y en el despilfarro de este recurso. Si bien la carencia de lluvias es un fenómeno cíclico en las tierras valencianas, los períodos secos están aumentando en frecuencia, duración y severidad debido a la alteración climática provocada por la acción humana: el exceso de emisiones de gases de efecto invernadero aumenta la temperatura, lo que, a su vez, modifica los patrones de precipitación y evaporación.

El sistema alimentario es un agujero negro en cuanto al consumo de agua. La agricultura de regadío, basada en productos químicos de síntesis, ya sea industrial o familiar, consume cantidades ingentes de agua.

Los monocultivos y el uso de agrotóxicos requieren mayor aporte hídrico porque agotan la tierra al forzar una mayor productividad. Además, se han transformado cultivos tradicionalmente de secano, como olivos, algarrobos o almendros, en regadíos con el fin de aumentar  el beneficio económico.  

Tradicionalmente, estas especies botánicas se cultivaban en  terrazas, que prevenían el corrimiento y la erosión de la tierra, así como la escorrentía, favoreciendo la recarga de los acuíferos, conservando la humedad y la esponjosidad del suelo. Las huertas de secano conformaban la transición entre los campos de hortalizas y frutales y el espacio forestal. 

De hecho, los bosques de algarrobos y olivos constituyen uno de los ecosistemas protegidos de la Directiva Hábitats, que es el catálogo europeo de áreas singulares  merecedoras de  atención especial  por su singularidad y vulnerabilidad. 

Todo esto se ha perdido con el delirante cambio al sistema de regadío. Frente a esta obsesión por optimizar beneficios por encima de cualquier otra consideración existen prácticas agrícolas de mínimo impacto, que se integran en los ecosistemas silvestres en lugar de devastarlos, huyendo de los monocultivos y del uso de productos químicos de síntesis, independientemente de la extensión o de la titularidad  de los cultivos, ya que, a efectos medioambientales, genera el mismo impacto un gran latifundio que muchas parcelas pequeñas sí se están llevando a cabo los mismos procedimientos.

AGUA POTABLE 

La bióloga continúa explicando:

De igual modo, la industria alimentaria basada en la explotación animal es uno de los factores más decisivos en la pérdida de la disponibilidad de agua potable. La deforestación, necesaria para crear y mantener pastos, reduce la capacidad de almacenamiento de agua de la tierra, pues no hay un sistema radicular consistente  y profundo en el subsuelo que pueda retener las precipitaciones.  

Los animales que acaban en los mataderos necesitan beber, lo que también supone un derroche considerable de agua  que después se pierde en forma de purines, contribuyendo a la contaminación ambiental y alterando considerablemente el ciclo hídrico.

Las cifras son contundentes: La producción de un  litro de leche de vaca requiere de 628,2 litros de agua frente a los 48,24 litros necesarios para obtener un litro de leche de avena.  En general, el consumo de alimentos cárnicos trae consigo un uso mucho mayor de agua que el de los vegetales. Por ejemplo, la producción de un kg de carne vacuna implica de media la utilización de 15.400 litros de agua, según datos del estudio “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2020”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La carne de oveja y cabra, supone unos 8.800 litros por kg.

En cambio, y a gran distancia, se encuentran las frutas y hortalizas, para cuya elaboración son necesarios 960 y 320 litros de agua, respectivamente, por kg.  A la vista de estos datos la conclusión no deja lugar a dudas; una transición a un sistema alimentario libre de productos de origen animal y de agrotóxicos, basado en frutas, hortalizas, hongos, cereales y legumbres locales y de temporada, supondrían un enorme ahorro de agua potable y también contribuiría a liberar territorio, ahora ocupado por pastos y biológicamente pobres, para un mayor desarrollo de ecosistemas silvestres,  resilientes,  que albergan una mucha mayor biodiversidad y que podrían recuperar el perdido equilibrio en el ciclo del agua.

El hecho de que la Conselleria de Agricultura destine 7 millones de litros de agua a diversas explotaciones ganaderas no se trata de salvar a los animales, cuyo destino es el matadero, sino de mantener un negocio que es una de las principales causas de esa falta de agua y que ahora demanda un mayor consumo del líquido elemento, retroalimentando el problema. 

No es el sector ganadero el afectado gravemente por la falta de agua; por el contrario, es la disponibilidad de agua potable lo que está gravemente afectado por la industria alimentaria de la explotación animal.

EL PSOE ES SE SUMA AL DELIRANTE ACOSO A LAS ALTERNATIVAS VEGETALES

Ahora, falta ver qué pasa con la «iniciativa» que ha presentado el Partido Socialista tan preocupado por perseguir a los que buscan alternativas a la violencia contra los animales y toda la problemática que conlleva. 

Todo el mundo recordamos cuando Garzón dijo mínimamente las consecuencias para la salud y medioambientales que tiene el consumo de carne y en lugar de promover alternativas a ello, Pedro Sánchez burlándose del daño medioambiental y los problemas de salud que conlleva el consumo de carne dijo aquello «del chuletón al punto».

Lógicamente, los protagonistas condenados desde su primer aliento hasta el último, ni se nombraron.

Sánchez decidió que en lugar de apoyar una iniciativa que pudiera mejorar la salud de los consumidores, favoreciera al medioambiente y suponga reducir la explotación animal, era mejor hacer una gracieta sobre chuletones, al estilo del que pone fotos de barbacoas a las personas veganas en redes sociales para buscar de forma delirante hacer daño.

Viniendo del mismo partido «progresista» que favoreció con la ley de malestar animal a los que revientan galgos o que permiten la tortura de la tauromaquia en la mayoría de pueblos o incluso la devuelven como ocurrió con la alcaldesa del Partido Socialista en Paiporta Maribel Albalat después del acoso de taurinos con grupos ultras, pues esta iniciativa contra las alternativas veganas que presenta el Partido Socialista no puede sorprendernos.

La Fundación Igualdad Animal considera absurda e injustificada la iniciativa registrada por el Partido Socialista en el Congreso en la que “urgen a luchar contra la publicidad de determinados productos veganos que se venden como productos cárnicos”. 

La iniciativa del PSOE se ha presentado bajo el argumento de “proteger al consumidor” de “una posible confusión” entre los productos veganos y los que no lo son, cuando en realidad parece que busca servir a los intereses de la industria cárnica y su lobby que ve a los productos de origen vegetal como una amenaza.

De hecho, en la propia iniciativa, el Partido Socialista relaciona el incremento del consumo de los productos de origen vegetal “un 48% en los últimos dos años” a su similitud en apariencia y denominación con las hamburguesas o salchichas de origen animal.

Si existe una industria especialmente opaca es la industria cárnica, que jamás muestra a los consumidores, ni a los periodistas el interior de sus granjas y mataderos. 

Por ello, «desde la Fundación Igualdad Animal, reclamamos al Gobierno que impida que los productos cárnicos y lácteos continúen mostrando animales sonrientes y felices en sus envases, y en su lugar se muestren fotografías de la realidad que existe en las granjas. Si los consumidores contemplasen el sufrimiento que generan a los animales, la mayoría no querría consumir dichos productos», explica Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal.  

En sus últimos informes, los organismos internacionales han recomendado de forma reiterada la dieta basada en vegetales para hacer frente al cambio climático. La principal conclusión del Informe Especial sobre Cambio Climático y Tierra elaborado por el IPCC, el panel internacional de expertos que asesoran a la ONU es que los esfuerzos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero no serán suficientes si no se llevan a cabo cambios drásticos en el uso del suelo, la producción de alimentos y la dieta humana.

Por otro lado, limitar el consumo de carnes rojas, así como eliminar la carne procesada de la dieta, son dos de las principales recomendaciones que realiza el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer. En su informe realizado por un panel independiente de expertos destaca que existe una fuerte evidencia de que el consumo de carne roja o procesada es en ambos casos causa de cáncer colorrectal.

CONCLUSIONES: LAS ALTERNATIVAS VEGETALES NO DEBERÍAN SER PERSEGUIDAS 

Las alternativas vegetales nos permiten disfrutar de lo que queramos evitando toda la problemática, pero principalmente es mejor elaborar todo de manera casera con productos vegetales de proximidad con los que se puede hacer cualquier receta que queramos y disfrutar cualquiera de los sabores. 

Esta resolución de la Unión Europea por fin zanja la polémica y permite nombrar la palabra salchicha, hamburguesa y otros términos en los productos similares que siempre están etiquetados como vegetales y no generan ninguna confusión, además de que detrás están claramente los ingredientes. 

Es como decir que vas a un restaurante que te pone en la puerta bien claro vegano y luego dices que te han engañado porque la hamburguesa era muy parecida a la de carne y sabía igual, pero no era un trozo de animal muerto.

Incluso la ONU afirma que una alimentación completamente vegetal es necesaria para salvar al mundo del hambre, escasez de combustible crisis climática, además de que todas las fuentes expertas en nutrición no solamente avalan una alimentación completamente vegetal en cualquier etapa de la vida, sino que también señalan la prevención de enfermedades que conlleva. 

Los santuarios de animales, sin embargo, hacen una labor altruista donde todas las vidas son respetadas por igual, rechazando el especismo, la discriminación por especie a los animales, según hasta la RAE. 

Sin embargo, la industria que explota animales recibe subvenciones a millones para poner los anuncios de fantasía que no nos cuentan más que mentiras, pero estos lugares altruistas se mantienen de gente solidaria. 

¿Cuándo llevamos a una niña o niño al matadero o ver a los animales hacinados en naves industriales interminables para así proteger al consumidor desde la verdad como dice querer la industria de explotación?

Además, aquí solamente he hecho un resumen de las consecuencias para los animales, el planeta, el hambre en el mundo o los problemas de salud que conlleva la industria de explotación animal, pero lo cierto es que da para muchísimo más.

Por ello, la reciente resolución es algo positivo y lo que debería hacer el Partido Socialista es retirar la bochornosa proposición no de ley contra estas alternativas, pues la obsesión por las personas que consumen este tipo de productos ya es preocupante cuando lo que debería importarles son las consecuencias de la terrible industria animal. 

Como personas con supuesta capacidad de cuestionarse las cosas, lo mínimo que podemos hacer es dejar de contribuir a una industria cruel, destructiva y trolera.

RECOGIDA DE FIRMAS 

Te recomiendo seguir en redes sociales a páginas como «asociación empatía», además de firmar la iniciativa que han creado en defensa de las alternativas vegetales con el texto siguiente:

¡Defendamos los productos veganos del ataque de la industria de la carne!

El Partido Socialista pretende censurar los productos veganos, impidiendo que se denominen como los productos cárnicos a los que son alternativa. 

Aunque el motivo que aducen es el riesgo de inducir a error a los consumidores, parece que son los intereses económicos de la industria de la carne, que se ven en riesgo ante el aumento significativo del consumo de productos veganos, los que están detrás de esta iniciativa.

La iniciativa es calcada a la ya propuesta por VOX en 2021 y por el partido popular en abril de 2024 ante la misma Comisión de Agricultura, por lo que sorprende que el Partido Socialista haya sucumbido a esta corriente ultraconservadora. 

Detrás de este movimiento político, se encuentran, entre otras, tres de las grandes corporaciones cárnicas y piscícolas: Anice (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España) y Avianza (Asociación Interprofesional Española de la Carne Avícola)y Anfaco-Cecopesca, quienes ante el auge de los productos vegetales y el descenso del consumo de productos de origen animal, se han aliado lanzando una campaña “en defensa de los productos del mar, cárnicos y avícolas”.

La OMS, ya en 2015, alertó sobre el riesgo cancerígeno de la carne roja y procesada, lo que provocó un gran impacto en la industria cárnica. Sin embargo, ni la legislación europea ni la española prohíben explícitamente el uso de nombres cárnicos para productos vegetales. Esta nueva proposición del PSOE sugiere un alineamiento con los intereses de la industria cárnica, ignorando las advertencias de salud pública.

Por todo ello, pedimos al Partido Socialista que se desmarque de las políticas conservadoras, que no ceda a los intereses económicos de la industria de la carne y si realmente quiere velar por la salud de los consumidores, promueva dietas basadas en proteínas vegetales. 

Suma la firma en:

https://asociacionempatia.es/firmas/firma-contra-lobby-carnico/.
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