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Texto: Ángeles Sanmiguel

“Los fondos buitre hacen negocio de una forma completamente sangrante, copan el ochenta por ciento de la vivienda en España, no las alquilan ni las venden  para generar una inflación y sacar  mucho más beneficio, técnicamente, tal y como está construida la ley, esto es perfectamente legal, otra cosa es que ¡es una marranada!” expone Adrián Ramírez, responsable de la Comisión de Juventud de Recortes Cero València.En España la tortura psicológica por imposibilidad de acceso a la vivienda y amputado horizonte de vida se ha convertido en algo verosímil dentro de la escala evolutiva del desenfreno capitalista. “La relación entre la falta de vivienda y la enfermedad es de dominio público desde hace mucho tiempo” afirma David Stuckler investigador estadounidense en unión al epidemiólogo y miembro de la Academia de Ciencias  de Nueva YorkSanjayBasu en su libro conjunto. “Las viviendas públicas  y las ayudas a la vivienda son la mejor medicina para contrarrestar los riesgos de salud que corren las personas sin hogar” recoge el citado trabajo publicado en dos mil trece.

“Si el problema de la vivienda es una losa para la inmensa mayoría de la población” para la juventud es una despiadada herencia política. Menores de  treinta y cinco años, en un mínimo porcentaje trabajan, y “sólo un quincepor ciento tiene la oportunidad de emanciparse por la sencilla razón de que no les da con lo que ganan”.También millones de personas en España, no sólo en Estados Unidos, se privan de alimentos y buena nutrición –“inseguridad alimentaria”- para poder pagar insostenibles   alquileres de imparable y abusivo encarecimiento al margen de criterios biodegradables surgidos del contacto con el sueldo oficial, de fantasías y chapuzas elaboradas por elementos de todo signo político. Sujetos capaces de inexcusables oratorias sobre este autorizado tormento. “Es su casa, si me gusta bien y si no ¿qué podemos hacer? a lo mejor buscar otra donde sea más accesible”. ¿Unasierva de la astucia capitalista más fétida –con siete mil novecientas veintiuna muertes a su espalda-, opinando sobre las opciones habitacionales? Una vez implantada desde hace décadas la demoledora  jerarquización habitacional, la sociedad como se conocía desaparece arrasando el ¡sálvese quien pueda! experto generador de guetos precarios y sufrimientos inmanentes. “Si queremos un cambio  todas las medidas tienen que ir, o todas las alternativas,  destinadas a  frenar la monopolización”.  Más de cuatrocientas mil personas se manifestaron en Madrid porque esto ya no lo aguanta nadie, el diecinueve de octubre será en Valènciala marcha replicando el hartazgo y las exigencias de la población. “Hay que apoyar esas manifestaciones y tener la perspectiva  de que esto no es un episodio aislado ¡esto es el inicio de todo un movimiento  de lucha por la vivienda!”. 

Personas mayores con pensiones de caca son desahuciadas por no poder pagar el aumento del alquiler –Boyer, exministro socialista, ex de Isabel Preysler, fue el verdugo de los alquileres de renta antigua-. Personas mayores, familias con menores y miembros discapacitados son víctimas de la especulación inmobiliaria defondos buitres que adquieren edificios enteros, principalmente en circuitos catalogados como  turísticos o de un cierto  interés a medio y largo plazo. Ellosse encargan de quitar al reacio “bicho” –como llaman al inquilinato- de en medio,ya sea por las buenas o por las malas. Titulares de alcaldías con el ojo puesto en el negociete, para sí y sus vástagos, venden el parque público de vivienda y ¡no passssa nada! Ya en los años ochenta los equipos locales de la gobernanza política se repartieron barrios enteros gracias a información privilegiada. Y¿qué decir del blanqueo de capitales mediante la compra de inmuebles? Todo esto y más mientras un derecho constitucional se ha convertido en espejismo.“¡La vivienda es un derecho, no un negocio!”, “¡Vivienda por derecho!”. El artículo cuarenta y siete de la Constitución española especifica: “Todos los españoles tienen derecho  a una vivienda digna y adecuada”.

“Es que el problema es completamente estructural y salvo cuatro matices, todo el  problema de la vivienda, la gentrificación, la imposibilidad de que la juventud pueda adquirir la vivienda, los desahucios,  todo es  un  mismo problema entonces se recalca la necesidad de impulsar medidas que vayan a ¡acabar esto de raíz!”. “Si queremos un cambio  todas las medidas tienen que ir, o todas las alternativas tienen que ir, destinadas a frenar la monopolización”. 

Tras una catarata de torpezas –o maniobras-por parte de diferentes gobiernos, maquilladas por los medios de comunicación, el pueblo está más que harto de tantos sermones enfáticos o grotescos sobre algo dramático que nunca  ha sido preferencial en los programas y hechos gubernamentales. ¿Cómo es posible que en el siglo veintiuno  alguien que está en el poder para servir  al pueblo y solucionar  sus penurias  resuelva teosóficamentesobre el problema habitacional tal que así?:   “Creo que España es un país solidario” -¿qué tiene que ver el culo con las témporas?-, añadiendo:“En su mayor parte, el parque de vivienda en alquiler pertenece a los pequeños propietarios”¿¿?? Adrián, licenciado en Historia, advierte que,“desde luego, a lo que vamos es a una mayor monopolización porque los grandes tenedores, no nos olvidemos, que son los bancos y los grandes monopolios:Blackstone (empresa estadounidense de servicios financieros, “piedra negra”), LoneStar (cadena estadounidense de capital inversión, “estrella solitaria”)  y Cerberus (fondo de inversión estadounidense, “guardián del averno”), copan el ochenta por ciento  de las viviendas vacías en España, o sea que son los principales caseros”.Es mediantecofrades españoles que a estas hermandades del dinero se les ha llevado en andas para hacerse con las “gangas inmobiliarias” del país, subiendo a los altares, simultáneamente, la avalancha turística con el ochenta y cinco por ciento de pisos turísticos en manos de manejadores de altas finanzas y accionariado. En el polo opuesto, bajo la pátina de miseria, también surgen negocios con la vivienda en manos de clanes de alquiladores de habitaciones en barriadas limítrofes alcanzando los seiscientos o setecientos euros mensuales. “Ella no dispone de la intimidad de un espacio propio para dar rienda suelta a sus emociones, como lo tenemos  en la choza de nuestra familia”, relata la  activista camboyana por los Derechos Humanos  LoungUng.

“Zona tensionada” es el nuevo concepto en boga entre las señorías que opinan que eso de la vivienda digna para todo el mundo es un latazo de muy señor mío que les rompe su burbuja.

Organizada por el partido político Recortes Cero València se celebró  un debate titulado  “Una alternativa para la vivienda” celebrado  a su vez  en Canarias, Andalucía y Madrid. “En el debate participaron un montón de colectivos juveniles”: PaísValenciá  Rebeldía, Aposta Jove  UGT-PV, los Joves PV de  Compromís, la Juventud Unificación Comunista de España (JUCE). ¿Juventud conocedora? “¡Claro que la juventud es consciente!”. La realidad es que “no hay una voluntad política por acabar con este problema, el Gobierno central y los autonómicos, con la ayuda de los ayuntamientos,  tienen mil y un mecanismos  para ponerle solución a esto  de forma exprés como se decidió cuando empezó la crisis que, en menos de veinticuatro horas, se rescataba a la banca, quiero decir que ¡mecanismos hay un montón! y si no hay se pueden inventar con facilidad, ¡lo que no hay es una voluntad política  por querer acabar con esto de raíz!”.

Los antedichos autores Stuckler y Basu aseveran que en toda política:“Los recortes  son seriamente perjudiciales para la salud (…) las decisiones económicas  no son  únicamente una cuestión de ideologías, sino también una cuestión de vida o muerte”. Tal como  dice Adrián: “Ahora el problema de la vivienda no es que sea un problema  de cuatro parados  que se han quedado sin casa, aquí tenemos a gente que están trabajando o que están cobrando una pensión  y que, o se ven obligados a vivir en la calle,  o se ven obligados al “coliving” que no deja de ser los pisos patera de toda la vida”.La monopolización “no solamente estrangula a los  inquilinos sino a los pequeños tenedores”. ¿Para cuándo “promover un parque público de viviendas con precio que se ajuste a  nuestras necesidades”? “En España, solamente tenemos un dos por ciento de parque público,  en el resto de Europa la media es un diez por ciento, ese ocho por ciento sería  un millón y medio  de viviendas hábiles para la gente, prácticamente resolveríamos de un plumazo el problema de la habitacionalidad, lo que no hay es voluntad política por llevar eso a cabo”.

El joven Adrián detalla que: “Lo que se considera una vivienda accesible es que no puede superar el treinta y tres por ciento del salario”. “No lo decimos  nosotros”. “Lo dicen los bancos que no es que ahora, de repente, sean nuestros amigos”. “Eso significa que un piso de unos cincuenta, sesenta metros cuadrados no debería exceder de unos cuatrocientos euros, osea, que ahora mismo, está a años luz de ser así”.“Más que solidaridad lo que hay que buscar es topar los precios de los alquileres”.Marco Valerio Marcial escritor satírico nacido en Bílbilis (Calatayud-Zaragoza-)cuando en el sesenta y cuatro fue  a Roma  echaba pestes de la capital del imperio, donde. “El que es pobre  no tiene un sitio donde poder meditar o simplemente descansar (…) aquí el hambre sale cara e ir al mercado es una pesadilla”.

En la antigua Roma “la mayoría de los romanos vivían en pisos de alquiler situados en bloques de cuatro o cinco plantas, llamados insulae. El material más usado en su construcción  era la madera, por lo que había un gran riesgo  de incendio y derrumbamiento”.

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