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El alquiler en Valencia ha pasado en 5 años de 900 a 1646 euros de media, y subiendo. En Xàbia alquiler de larga temporada prácticamente no existe, en Idealista.com solo 6 de cada 100 “viviendas” son de larga temporada, y un piso de 2 dormitorios cuesta de 900€ para arriba. La justificación se basa en la poca oferta y la alta demanda, aunque la base del problema es que la vivienda es, para algunos, un bien de mercado y no un derecho. Ninguna administración, autonómica ni la estatal, controlada por el bipartidismo está dispuesta a actuar contra el problema como es necesario.

De hecho, el PP valenciano sigue mintiendo. Mientras habla de vivienda pública y se compromete a su ampliación y construcción, la realidad es que cuando tiene oportunidad de hacer negocio con la vivienda, no se esconde. De nuevo, pretende construir vivienda privada en suelo público que considera “en desuso”. Vía decreto ley, pretende habilitar el suelo destinado a centros de salud o colegios para construir dichas viviendas privadas. En Xàbia se ha visto como el PP ha cedido sin más al chantaje de los promotores cediendo terreno público para la construcción y posterior venta de pisos que con el Govern del Botànic iban a ser de alquiler social. Es importante recordar que una vivienda una vez vendida – aunque sea con un precio topado – ya formará parte del “mercado” y engrosará la larga lista de viviendas inalcanzables para los salarios medios y bajos – según Fotocasa, el precio medio de un inmueble en Xàbia es de 415.197€.

Ni las ayudas de Europa destinadas a la construcción de vivienda asequible seducen al PP a cumplir con su palabra. Pese a que estas ayudas revierten con el tiempo en el patrimonio de la Generalitat, el PP de Mazón prefiere, mediante una permuta, que el constructor se quede los suelos destinados para ello y que construya un número de viviendas sin determinar en tiempo y cantidad.

Ahora bien, el PP tira de su mejor arma: la fiscalización. El PP estatal anunció que habría una rebaja al 4% en el impuesto por la compra de vivienda de segunda mano en todas las CCAA donde gobiernan. Algo que no supone ningún efecto real al estar el precio de las viviendas completamente disparado, y que a su vez sí que supone un nuevo golpe a la recaudación de impuestos para financiar los servicios públicos.

Lo podemos afirmar porque la Comunidad Valenciana fue en 2024 la CCAA donde más se incrementó el precio de la vivienda. Según el Índice Anual de Fotocasa, supone en nuestro territorio el doble que en el resto de CCAA y en 38 municipios (como Alboraya, Altea o Benidorm) el incremento roza el 20%, en Xàbia subió en solo un año el 13,81% – ¡como para quejarse de la inflación del IPC del 2’8%!

A su vez, el gobierno estatal anuncia la construcción de las 438 viviendas iniciales de la nueva empresa pública en Valencia, concretamente en el marco del proyecto de urbanización de la antigua caserna de ingenieros iniciado en 2019.

Con todo esto la realidad ha cambiado desde el 2019 hasta ahora. Y las necesidades también. Los precios, el coste de la vida y la inflación han ascendido, y por ende, más que construcción se necesita acceso a la vivienda ya construida. Es preciso intervenir el mercado, y controlar los precios para dar solución habitacional ya. No puede haber ni más excusas, ni más demoras.

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