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Texto: Ángeles Sanmiguel

“Querían gente que oyera, viera y callara”. “Ningún veterinario te hace firmar  que lo que ves  no lo puedes contar” “Yo no podía decir absolutamente nada de lo que veía ahí dentro”, comenta latiktokerauxiliar de veterinaria que en prácticas estuvo en una de las clínicas veterinarias de un fondo de inversión, instaladas generalmente en centros comerciales, y que conforman una red de negocio en pleno posicionamiento. “Todo su personal está recién acabadito la carrera y como son baratos los contratan”. ¿Recortando gastos como sea?¿Existe  alguna presencia sindical en tal conglomerado? ¿Cómo es posible ofertar  la totalidad de servicios veterinarios por veinte euros mensuales durante un año? ¿Clientes firmando velados contratos? ¿Qué hay de los convenios con otras clínicas? ¿Cambian de ubicación  aleatoriamente  dejando desvalidos a  los animales  en tratamiento?

“Creo que los Colegios de Veterinarios de cada comunidad autónoma, incluso el Colegio Oficial de Veterinarios de España debería poner unos límites al valor del trabajo de la profesión, no deberían permitirse  este tipo de ofertas que  llegan a ser competencia desleal, es trabajar prácticamente por debajo de costes, piensa sólo en el sueldo de una persona estando ahí  una jornada completa  aparte de todo lo demás”, comenta un joven veterinario zootécnico.¿La ley  prohíbe  algo al respecto?“No prohíbe nada porque al final esto es libre comercio,  entiendo que se laven mucho las manos pero tampoco están mirando por los colegiados que tienen y por las empresas que forman  todo este Colegio  que al final son las personas a las que tienen que defender y no a las grandes empresas, debería de haber alguna ley de regulación  de tarifas mínimas”.Este profesional  contactó “con el secretario del Colegio (en su ciudad) y no ha habido respuesta  para nada”.“Otro compañero en su momento llamó y le dijeron que no podían  hacer nada, ¡así! directamente”. David Stucklery investigador y experto  en aspectos económicos sanitarios junto a SanjayBasu epidemiólogo zanjarían que “El crecimiento económico es un medio, no un fin en sí mismo” conclusión desdeñada por fondos financieros  en connivencia con ciertos orbes políticos que ofrecen  en bandeja  la cabeza  de sectores públicos y del personal autónomoen sectores básicos. 

Recientemente  la “Marea Azul” salió a la calle en Barcelona  con ocho mil manifestantes entre profesionales veterinarios y “tutores de mascotas” disconformes con el Real Decreto  666/2023 que sobrecarga de burocracia a la profesióncuando prescribeantibióticos clamando a su vez contra las sanciones previstas. ¿Por qué no se iguala el IVA con otras especialidades sanitarias?

Un perfil en Faceboock plasma denuncias de personas afectadas por el grupo veterinario cuyo accionariado ha sido absorbido poruna gestora –privateequity– (a saber: durante tres o cinco años explotará su inversión  para después desinvertir) ¿Qué pasará entonces con pacientes y clientela? “No sé cómo  solucionar  el problema con esta gentuza” publica un perjudicado que refiriéndose a su perro informa: “le quiero dar de baja y me dan largas, me dicen que no puedo hasta el año”. Otro damnificado apunta: “Lo que me pregunto es para qué pago una cuota si cuando necesito  sus servicios no me atienden  por falta de recursos, la verdad es que es una pena que se aprovechen así de las personas”. Cierto usuario les comunicaría que “la perrita no va a venir más por fallecimiento, es  para que me anules el contrato que tengo, y me dan largas, ¿cómo puedo actuar contra ellos para que me lo anulen?”.En otra observación se especifica que “sólo piensan en cómo sacarte más dinero y no en el bienestar de nuestras mascotas”.

Profesionales de la veterinaria acuerdan que “los daños directos e inmediatos pueden ser  que la gente se vaya a estos sitios, evidentemente todo el mundo es libre,  pero puedes dañar mucho cuando el servicio no es bueno  o hay problemas”

¿Qué pasa  con las inversiones  de profesionales autónomos y  el apoyo a pymes (pequeñas y medianas empresas)?Desde el colectivo reconocen que  es “una clientela que has perdido como negocio”  sin obviar el “daño tremendo a la profesión veterinaria  porque parece que seamos los que trabajamos caro, que queremos  enriquecernos, y es todo lo contrario trabajamos a precios muy ajustados  para poder estar  al pie del cañón y  darlo todo por ayudar a la gente trabajando bien”. Hablando de costes apuntan que “cualquier quirófano decente puede estar costando entre  veinte y treinta mil euros  -la zona de quirófano-, un equipo de rayos X  igual, un ecógrafo de cuatro a diez mil, de ahí ya puedes irte hasta donde quieras, el simple hecho de los fungibles te pueden costar: una caja de jeringas y agujas,-entre las dos  cosas-, siete u ocho euros aunque sean cien, pero tú vas sumando, coste de suturas, anestesias, toda la medicina que se pone inyectable yen el tema de las máquinas de analíticas una buena máquina si es por compra se van a catorce, dieciséis mil euros”, sin olvidar vendas cohesivas, gasas, sondas, desinfectantes, tubos para analítica, guantes, frascos para muestras, paños quirúrgicos, collares isabelinos, goteros, grapadoras cutáneas y un largo etcétera. “Evidentemente tú vas sumándolo todo y es un coste enorme por hora de consulta”. ¿Cómo puede ser beneficioso“a esos precios” que promocionan?¿Qué trampa  esconde “vender los duros (cinco pesetas) a cuatro pesetas”?

“A nivel impuestos entiendo que la única manera que eso  llegue a ser algo  rentable es que sea una empresa tan grande, que se autodistribuya los medicamentos, autosuministre, llegando  a conseguir unos precios  más bajos” comenta otroveterinario suponiendo que están “tributando eso como sociedades o  como una empresa grande, siempre sabemos  que las grandes empresas y los grandes fondos al final acaban teniendo ventajas fiscales con respecto a cualquier pyme, pasa con esto y con cualquier otra empresa ya lo sabemos, tendrán sus deducciones tendrán sus cosas, seguramente paguen menos impuestos que un autónomo”.

¿Bienestar Animal  fiscaliza estas megaempresas, sus eutanasias,las abstrusas diagnosis, esas cirugías utilizadas instructivamente o losinternamientos? La citada auxiliar de veterinaria advierte: “¡No operéis allí bajo ninguna circunstancia!”, “¡bajo ninguna circunstancia hospitalicéis  ahí!”,“¡no puedo contar todo lo que me gustaría contar!”.

¿Ayudan a animales abandonados, desprotegidos como  hacen clínicas y profesionales autónomos? “Entiendo que con esos precios  no van trabajar para colonias ni refugios, ni van ayudar a nadie, si esto ya es insostenible  con un  cliente particular que paga,  con los que no paguen, no creo”.

“Tenemos una permanencia contratada por un año, en el caso de que el animal muera  dentro de ese año de permanencia, tenemos que seguir pagando  las cuotas mensuales rigurosamente. A día de hoy  aún no sé de qué ha podido fallecer mi perra, solo sé que nos han dejado destrozados y con una impotencia enorme” se lee. Informes, analíticas  y demás pruebas, regularmente entregadas porclínicas  habituales y profesionales autónomos, son exigibles yante cualquier oscurantismo recomendable buscar una segunda opinión.

“Es un despropósito y  es intolerable que se pueda trabajar  a esos precios ofreciendo esos servicios, lo que están haciendo es desprestigiar completamente  a la profesión veterinaria  y al esfuerzo y el trabajo que hay detrás, todas las clínicas están gestionadas por autónomos, no son grandes fondos de inversión, si nos plantamos en hospitales pues hablamos de otra cosa pero  tampoco son baratos”. Existe  una ancestral ley suprema de las profesiones médicas: “Ante todo no hacer daño”.

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