El precio de la luz vuelve a ser noticia. En abril, el PVPC, la tarifa regulada para consumidores domésticos, registró una caída del 20% respecto a marzo. Una buena noticia para quienes siguen acogidos a esta modalidad, aunque el coste sigue siendo un 22% más alto que en abril del año pasado.
Abril da un respiro a los consumidores del mercado regulado
El descenso del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) en abril marca un alivio momentáneo para muchos hogares. Según datos oficiales, el precio medio del PVPC se situó en 56,7 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone una bajada cercana al 20% en comparación con marzo. Este retroceso responde a:
- Un aumento en la aportación de energías renovables.
- Una demanda moderada en el consumo eléctrico de la población.
Pese a esta reducción, no se puede hablar de una tendencia completamente favorable. En comparación con abril del año pasado, el precio actual es un 22% más alto, ya que en aquel entonces se situaba en torno a los 46,4 €/MWh. Esto muestra que, aunque hay señales de recuperación, los niveles siguen sin estabilizarse del todo.
El PVPC sigue siendo una tarifa muy expuesta a la volatilidad del mercado mayorista. Cambios mínimos en la oferta o en la demanda pueden provocar oscilaciones notables, lo que deja a los hogares acogidos a este sistema en una situación de incertidumbre continua. Por ello, muchos consumidores estudian alternativas en comercializadoras del mercado libre.
La nueva fórmula del PVPC aún no convence
Desde enero de 2024, el PVPC aplica una nueva fórmula de cálculo que incorpora precios a medio y largo plazo para reducir la volatilidad. Esta reforma pretende dar mayor previsibilidad al recibo mensual, aunque sus efectos aún no se traducen en una bajada sostenida del precio final para el consumidor.
Actualmente, el nuevo método pondera los precios diarios del mercado con referencias a más largo plazo, en un intento por suavizar los picos. Sin embargo, la transición no está siendo inmediata. El encarecimiento respecto al año pasado observado en abril pone en evidencia que, por ahora, el ahorro prometido no se está materializando del todo en las facturas.
Además, esta modificación introduce una mayor complejidad en la interpretación del recibo eléctrico. La nueva fórmula incluye más variables y hace que el precio final ya no dependa exclusivamente de la evolución diaria del mercado, sino también de expectativas futuras. Esto ha generado:
- Confusión entre los usuarios, que se plantean si merece la pena contratar tarifas pvpc o del mercado libre.
- Dificultades para comparar con otras tarifas del mercado.
¿Qué pasará con el precio de la luz en verano?
Con la llegada del verano, la evolución del precio eléctrico dependerá de varios factores. Por un lado, se espera una mayor demanda energética debido al uso de sistemas de refrigeración, y por otro, el aumento en la producción solar podría contrarrestar este efecto y contener los precios en las horas centrales del día.
No obstante, los expertos advierten de posibles tensiones si se producen:
- Olas de calor prolongadas.
- Una caída puntual en la generación renovable.
En ese caso, el precio del PVPC podría volver a subir, especialmente si el consumo se dispara. Las condiciones meteorológicas jugarán, una vez más, un papel clave en la evolución del mercado.
A corto plazo, el PVPC seguirá siendo una opción variable, con sus pros y sus contras. Frente a esta incertidumbre, algunos consumidores podrían optar por tarifas de luz de modalidad fija para tener mayor estabilidad en sus facturas, aunque con precios algo superiores en el corto plazo. La elección dependerá del perfil de consumo y del nivel de riesgo que cada hogar esté dispuesto a asumir.
Fuente: papernest.es