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Texto: Ángeles Sanmiguel

“Algo tiene que pasar, esta olla de presión va a reventar”, declara Liliana Córdova Kaczerginski cofundadora en dos mil ocho de la Red Internacional Judía Antisionista  (IJAN). En “la sociedad israelí, ahora, todos se odian, todos unos contra otros, es que no hay un día que no pase algo”. El coronel retirado estadounidense Lawrence Wilkerson apunta que van “El Mossad y la CIA juntos”,  relatando  que el ministro israelí Itamar Ben-Gvir en una cena celebrada en Mar-a-Lago se pavoneaba declarando: “Deberíais de venir  y ver como torturamos  a la gente”. ¿Cómo es posible que le aplaudiesen? “Debería ser arrestado  y entregado al Tribunal Penal Internacional”, añade el militar republicano.  IlanPappé, historiador judío, sentenciaba que “Dentro de dos años la entidad sionista va a tener un gran fracaso”.

“Me engañaron en la escuela judía desde que tenía cinco años hasta los veintiuno”, allí inculcaban que Palestina  era territorio deshabitado y el alumnado lo creía a pies juntillas. “Que la tierra esa, Palestina, estaba completamente vacía hasta que llegaron los judíos”.  Tiempo después a Córdova le marcó el  “visitar donde viven los palestinos  que quedaron en las fronteras de Israel, los que no se fueron con el éxodo de la Nakba (catástrofe)”. “Echaron a un tercio de la población palestina de lo que se constituyó como Israel”, setecientos cincuenta mil personas palestinas expulsadas de sus casas, de sus vidas. Corrían los años mil novecientos cuarenta y siete  y cuarenta y ocho y “los ingleses gobernaban Palestina”. ¿Hasta cuándo las naciones tramoyarán el ambiguo juego  de las apariencias para el exterminio  premeditado de Palestina?    

¿Por qué desde la Unión Europea (ONU)  nadie  levanta la voz y de osar hacerlo miran a cualquier detractor como  si desvariase? ¿Qué hay detrás? ¿A qué orden  mefítico sirven? ¿A qué temen los taumaturgos  del truco y espectáculo político? ¿A apagones? ¿Dónde está y quién es ese Wally Cesar Maximus?¿Por qué reconocidas organizaciones e instituciones no condenan y persiguen rotunda y efectivamente un incuestionable genocidio?¿La ONU siempre cabrioleando para arriba y para abajo? ¿Vasalla y vivero de truculencias a largo plazo?Últimamente el que durante cuatro años fuera embajador de Israel ante las Naciones Unidas (ONU), Netanyahu, -sigue relatando la activista judía antisionista en el podcast conversacional  de la divulgadora barcelonesa Ayme Román-, “echa  al jefe del Mossad (agencia de inteligencia israelí)”, y después “lo toma de vuelta” para, a renglón seguido, “lo echa otra vez, ¡es un esperpento total!”.

Arthur James Balfour, escocés, primer conde de Balfour y ex primer ministro conservador del Reino Unido, ya en mil novecientos diecisiete, cuando tuvo que recoger cable como líder de los tories,   “promovía  la idea del establecimiento de una patria  en Palestina para el pueblo judío”, el “hogar nacional judío en Palestina” instaurado treinta y un años después junto al odio y la violencia. ¿Siempre  supremacistas  operando vidas ajenas? No es de extrañar  que actualmente el antedicho militar  norteamericano,  refiriéndose  a marañas de intereses, exclame que “hay tanta gente  metida en el asunto que no tiene tiempo  ni de tomarse la sopa”. Reseñar que de Balfour el primer ministro Wiston Churchill, conocedor de los fogones gubernativos, dijo que era un hombre “malvado”.

Empresas, organizaciones, estamentos y un sinfín de artilugios  mercenarios se involucran en la denominada “caldera  de la acción, el poder y la presión”, citada por el profesor de psicología Seymour Saranson, para ganar dinero con el genocidio, saqueo, tortura y devastación de Palestina. BDS (Boicot, Desinversión  y Sanciones), movimiento propalestino a nivel mundial que cuenta con personalidades de todos los ámbitos y también con descendientes de víctimas de  los campos de exterminio nazis, se afana globalmente en ¡promover el boicot comercial a nivel de calle! como aportación popular  a la denuncia.

El dátil Medjool  cultivado en tierra ocupada, los productos de maquillaje  del Mar Muerto, genéricos farmacéuticos, seguros, confecciones deportivas, compresas higiénicas, tampones menstruales. En el sector  educacional universidades acuerdan con Israel al igual que instituciones culturales trasnacionales.Armas israelíes de todo tipo testadas  en Gaza, Cisjordania y Líbano son mercancía internacional.  Brigadas policiales autonómicas se entrenan en Israel. ¡No hay excusas para esto! La informática israelí surte  de instrumentos para letales rastreos. Una empresa vasca de construcción de ferrocarriles contrata con Israel, -¿el pueblo donostiarra dejado de lado por mucha  marquesina publicitaria en contra?-. “Airbnb y Booking  desoyen a la ONU y ofertan alojamientos en tierras palestinas robadas”, escribe el periodista Martín Cúneo. ¿Turismo, negociantes, traficantes  y fisgones en   territorios que “según  los acuerdos internacionales, pertenece a los palestinos”, y utilizando infraestructuras, telecomunicaciones  y tecnología  procedente de España? “Fitur y la Organización  Mundial deTurismo  forman parte de la agresión a Palestina”  escribe el economista Santiago González Vallejo. ¿Programando sin reparo el turismo oscuro, “turismo del genocidio”,  para excursionistas incautos, imbéciles o perversos? Palestina  ha pasado a ser  el gran negocio de carroñeros

De abuelas a madres y de madres a hijas palestinas  las llaves de los que  fueron sus hogares las siguen guardando tras la limpieza étnica de mil novecientos cuarenta y ocho.

¿Qué prodigiosa gestión  hace posible que en el Festival  de Eurovisión, desde mil novecientos setenta y tres, Israel participe en función de  ser “miembro activo  de la Unión Europea de Radiodifusión”, -para lo que se exiges que el país en cuestión sustente valores  de democracia, derechos humanos e imperio de la ley-. Indudablemente “La aristocracia  de los realizadores es numerosa y extensa, pueden ser líderes en política o en los negocios”,escribía Harland Cleveland, aplicable a esa maraña de segundones y secundarias que gustosamente hacen de pajes del  cabecilla más brutal.  

“Los sindicatos israelíes  son completamente afines a la narrativa  sionista, al proyecto sionista, a la doctrina sionista” dictamina  Córdova. La “narrativa profunda es que los palestinos no existen”.  “Si viven, que vivan pero sin ningún derecho”, y “Hollywood  ayuda completamente esa narrativa”.

¿Lenguaje como arma discriminatoria? ¿Abolición de la memoria como parte del suplicio? ¿Bombardear  museos arqueológicos palestinos  para el borrado histórico? ¿Qué demuestra la antropogenética? Refiere Córdova que “Ben-Gurión, -ex primer ministro de Israel, líder sionista-,  había dicho que los palestinos, los árabes, son los descendientes de los hebreos”. El nombre de Palestina se remonta  al gobierno  del emperador romano  Adriano quien  la bautizó  como Provincia de  Siria palestina a la que se denominaba  Provincia de Judea, y, durante las Cruzadas,en el año mil noventa y nueve,  se le llamó Reino de Jerusalem.“Los palestinos son descendientes de las poblaciones que habitaron  el territorio de Canaán”

¿Israel recomendando contenido  a los grandes grupos de comunicación españoles? ¿Bombazos informativos lanzados  a la población por mor de empresas israelíes? ¿Cómo puede existir imparcialidad, verdad?

¿Alguien piensa, defiende las vidas de niños y niñas, mujeres, jóvenes, hombres, animales? A principios  del año dos mil seis el Grupo de Estudios sobre Irak “proponía  renovar los esfuerzos  para impulsar un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos”, según redacta el periodista político estadounidense Jacob Weisberg. ¿Cómo de inhumana puede ser la burla capitalista?

Afirma Córdova que “la muletilla del antisemitismo” es utilizada para silenciar  a cualquiera que se oponga al genocidio, pero “el antisionismo entre judíos no es cosa de frikis”.Cuando el periodista húngaro Theodor  Herzl, a principios del siglo veinte, fue testigo del famoso juicio Dreyfus  concibió fundar el sionismo. A partir de ahí,  ¿credo e intereses al servicio de la geopolítica feudal?  Especifica Córdova: “El discurso sionista era: ocupamos esas nuevas tierras” en base a que“Naciones Unidas (ONU)  aprobaron la partición  de Palestina  en dos Estados, uno judío y uno árabe, el 14 de mayo de 1948”.

Como “inmigrantes nos miraban de reojo, no éramos gente pata negra”. “Somos malos judíos”. Dicen, explica Córdova,   “que somos traidores, que es una vergüenza hablar con nosotros”. ¿Qué porquería de patrones repetitivos se siguen utilizando en el avispero segregacionista?

Según John W. Gadner ex secretario de Salud, Educación y Bienestar de Estados Unidos, activo en la implementación de Medicare para dotar de seguro médico a mayores de sesenta y cinco años, actualmente objetivo a abatir por  Trump 2.0: “A los líderes  les corresponde un papel significativo  en la creación   del estado de ánimo  en la sociedad”. Respecto a Trump confiesa Wilkerson que “no tiene ni idea de lo que planean los neoconservadores en Estados Unidos”. Epilogando Córdova declara que “quieren poner a los palestinos en el Sinaí (Egipto) y ellos de ningún modo quieren”.  “¡Algo va a pasar! no puede ser que esto quede así”. 

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