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Texto: Ángeles Sanmiguel

“Desde el siglo diecinueve  hemos entrado en una negación de la muerte”, en la “negación cultural de la muerte” comenta Raquel Ferrández docente y autora  del ensayo Inmortalidad digital. “Yo. ¿Por qué voy a tener que morir? Te preguntas” y ahí es donde  surgen  todas las armas científicas que se han ido desarrollando hasta llegar al momento en el que “esta placenta digital que nos está  envolviendo” logre el “vivir vinculado, a todo”.

“Hay una religión, gente que hace aportaciones a una iglesia, que patrocina proyectos donde se busca esa inmortalidad”  denominándola “una copia de tu alma”,comenta el youtuber Daniel Camargo, afirmando: “Si todo es computable, se puede emular”. ¿Existen ya archivos digitales de personas para su clonación tecnológica? ¿Cuántos de ellos inmortalizarán a  autócratas, narcisistas, déspotas y jactanciosos criminales? “Conseguir la inmortalidad a través de la tecnología”, ¿el top del lujo? Quinientas personas a nivel mundial están ya criogenizadas. Cabe tener bien presente que cualquier  escenario de discriminación humana, –por muy científico que sea-, en vida o en muerte, es tiranía.

“Te recordarán a través de un chat digital”, apunta Ferrández. ElonMusk, con la tecnología satelital Starlink orbitando  la Tierra, tiene en su cartera de proyectos la fabricación  de  un chip “para ponerlo en la cabeza” de seres humanos  emulando lo plasmado que ya hace once años en la película La memoria de los muertos dirigida y guionizada por Omar Naïm, en cuyo prólogo se anuncia: “Un avance científico completamente orgánico, el implante Zoë (existencia). ¿Qué significa eso?: la inmortalidad”.

A día de hoy la sociedad satisfecha han instalado las máquinas en una dependencia aceptada. “Hay un match (búsqueda de similitudes en datos) que te empareja”, también “te puedes crear una pareja IA (Inteligencia Artificial)” y cualquier app (aplicación informática  para dispositivos  móviles y tabletas) está integrada  en la cotidianidad, drogando, engatusando, hostigando. ¿Libertad reconducida tecnológicamente? ¿Infoxicación destartalante anulando el concepto de humanidad? 

“Son problemas de deseo, el mismo viejo deseo”  de perdurar en la memoria, sea como fuere, mediante dogmas religiosos, momificaciones, mausoleosy construcciones colosales, procreación ingente de vástagos, masacres y genocidios, descubrimientos científicos, arte o la divinización de jefes. El pueblo yucateco  nativo de la península de Yucatán (entre el ¡golfo de México!   y el mar Caribe), tal como relataba en el siglo dieciséis el franciscano Diego de Landa, amortajaba a sus muertos  llenándoles la boca  con maíz molido y piedras. “Esta gente ha creído siempre en la inmortalidad del alma. Creían que después de la muerte había otra vida más excelente, Decían que  se dividía  en buena y mala, en penosa y de descanso”. Ahora, en el siglo veintiuno, ese “¡colonialismo que tenemos en nuestra venas!”, sigue replicándose, exclama la escritora.“El colonialismo español es  quien abre la veda” abocando en “la realidad colonial capitalista”, añade.

Black in AI contra el sesgo  algorítmico hacia las personas negras y  Queer in AI y Widening NLP contra la discriminación de colectivos surgen ante lo prediseñado para que la tecnología afiance “una racionalidad blanca” heteronormativa y económicamente solvente.

¿Por qué el ser humano se siente insatisfecho con su naturaleza?“La vejez es una amenaza brutal”.  ¿Por qué  no disfrutar  de su promedio vital  que en comparación  con  el de “criaturas  aladas, muchos insectos, sólo viven unos pocos días u horas”, señala  de la mosca común el catedrático y etólogo vienés, descubridor de la danza de las abejas, Karl von Frisch.

En el siglo de la plutocracia tecnológica el asunto de la inmortalidad ha ido a más dado que ningún capitalista déspota –prínceps imperator– desdeña ese botín ególatra. Personajes animatrónicos, hologramas, imágenes virtuales y demás desarrollos científicos contemplan desde hace décadas colmar las ansias de inmortalidad. Perpetuarse a toda costa está  en el proyecto  de la clase dominante que lucha contra el crepúsculo vital mientras aniquila. ¿Su primordial motivo? Distinguirse de esa plebe  que ni tan siquiera  puede  costearse  los mínimos tres mil  euros de un funeral en España.

“Quieren hacer una inteligencia artificial omnisciente (que lo sepa todo)”, dictamina Ferrández en una de las charlas realizadas durante la “60 Fira del Llibre de València”..

EnUbik novela publicada en mil novecientos sesenta y nueve, obra del escritor estadounidense Philip K. Dick, se lee: “Mick saca  dos trillones al Banco Mundial”. ¿Sincronización o chiripa con la actualidad del gobierno USA? Prosiguiendo: “¿Qué prepara en este mismo instante StatonMick, el solitario financiero y especulador de fama interplanetaria?…, el pintoresco y agresivo magnate industrial, que una vez ofreció a Israel la construcción totalmente gratuita de una flota con la que dicha nación podría colonizar y fertilizar las áreas desiertas de Marte”.

¿Manipular “pese a hallarse conservado en una friovaina”? ¿Activar oráculos robóticos para implementar estrategias? ¿Suprema tecnología impidiendo  la desconexión? ¿Avatares replicando  a quienes tengan  suficiente dinero o preeminencia? ¿Lápidas con código QR (almacenaje de información)?  ¿Transhumanismotecnocientífico inculcando en la juventud el ultra credo supremacista que les ofrece inmortalidad? ¿Humanos desechables en función de algoritmos? ¿Creen los “sillones” de medio pelo  -torpes aprendices- que se librarán de la guadaña?

Restaurar  el recuerdo puede convertirse  en insania obsesiva trasmitida  por  ósmosis en élites. ¿Se posibilitará la redención, la inmortalidad digital, si no se posee capital o se es  un mindundi?

Afirma  Ferrández que “el diseño adictivo  de las apps nada pueden contra una prosa virtuosa”. De ser así. ¿Qué impide introducir el virtuosismo  en la digitalización?

“La eugenesia (reproducción selectiva) que quieren controlar” está en la base del futuro, refiere Ferrández  señalando a oligarcas y compinches varios. “Son los representantes de la segunda ola trashumanista (superar límites biológicos mediante la tecnología  y la ciencia)”. “Ellos ya tienen sus búnqueres, sus islas, sus ejércitos para cuando llegue el evento o como lo llamen”. “Van de una escatología fanática, pero ellos quieren salvarse”. “los trashumanista con ElonMusk a la cabeza”, comenta la también cofundadora  de la Societyfor Yoga  and Philosophy(SYP), están en ello.“Todos los eugenistas son blancos”.  ¿Se plantean algo al respecto sus lacayos de otras razas? “Vamos a tener un discurso  blanco colonialista”.

Exoesqueletos, endoesqueletos, modificaciones neuronales tienen  su cara oculta.  ¿Crear ejércitos  de inconmesurable poder con armas incluidas  en el cuerpo?  ¿Neohumanos que como a muñecos de Playmovil se les intercambien accesorios? ¿Esclavitud perfecta mediante nanochips y programación neuronal? El cine y la literatura  han ido soltando  miguitas del transhumanismo tecnológico y genético: Orix y Crake de Margaret Atwood, Unmundo feliz de AdolusHuxley, Carbon modificado de Richard Morgan, o la película Gamerde Ken Castle.

¿Avatares delincuentes imitando a personas fallecidas? ¿Cómo aplicar la justicia? ¿Especie digitalizada agotando los recursos del planeta?

Terapias genética y embrionaria, nanotecnología cerebral, “píldoras de la personalidad”, escaneo de matriz y traslado  a un substrato digital,  eugenesia esterilizadora, cíborgs (mitad ordenador mitad humano) ¿“Crear nuestros propios humanos de juguete” como relata el ingeniero de Telecomunicación  y escritor David Olier? ¿Qué dice la bioética ante los empujones del poder  en tales temas?

Superlongevidad, superbienestar y superinteligencia son oscuro deseo ¡de cualquier poder! Jeff Bezos (Amazon), Peter Thiel (Palantir), Bill Gates, (Microsoft), ElonMusk (Tesla), RayKurzweil (Google), Nick Bostrom (filósofo sueco) son magnates transhumanistas activados. ¿Transhumanismo o fascismo?

¿Seres libres no libres?

Hiperconectarse digitalmente es rendirse  sin remisión a vínculos “rápidos y espectrales” donde “la privacidad no es un bien privado”. ¿”Omnivinculación” contra libre albedrío emocional y existencial? “Tú no eres sólo tú”, ¿el nuevo yugo?

El “colonialismo de los datos, es una industria carnívora. “Publicidad dirigida” y “campañas políticas” se mueven  como pez en el agua por sus entrañas. Laboralmente presenta “un modelo de negocio nada ético. ¿Existen derechos para “etiquetadores de datos” en países denominados pobres? Nada de nada. “Tienen una batería de excusas, lo hacen sin problemáticas sociales”. A alimentadores y entrenadoras de sistemas de inteligencia artificial como el chatbotChatGPT y el conversor de textos e imágenes DALL-E (ambas criaturas de la empresa OpenAI)? “les pagan un euro la hora por etiquetar” vídeos, imágenes e informaciones.  Freelancers explotados. Kenia, Uganda, Venezuela, Colombia, India cubren las externalizaciones  del multimillonario lobby. ¿Por qué  se excusan abusos laborales esgrimiendo la carencia de trabajo? ¿Acaso un robo no es tal porque la víctima es pobre? “Hay muy poca filantropía”. ¿Talleres clandestinos? ¿Materiales tóxicos  sin prevención de riesgo? La salud mental es atacada tras visualizar los contenidos violentos e indescriptibles truculencias que viajan por internet.

“Hasta que la muerte no nos separe” titula un capítulo la citada  profesora de Filosofía India  en la UNED. Los trashumanistas “tienen fe en que la utopía les va a salir por el lado del paraíso” ¿Creando “paraísos apocalípticos”?“Los apocalípticos son ellos”. Refiriéndose a rituales fúnebres ancestrales el periodista Pedro Palao Pons apunta: “No Deja de ser curiosos que, miles de años después de haber muerto, algunas de estas momias consigan al fin  la inmortalidad y vuelvan a la vida  a través de los dioses de la informática y la ciencia”.

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