Querido amigo Toni…
¿En qué momento tomaste la absurda decisión de presentante a la secretaría general de Podemos Paterna? Sabes los motivos de mi marcha del partido y por eso espero que entiendas y perdones las palabras que te dirijo, si en algún momento son demasiado duras.
Vas a tener que pelearte con la gente para que las cosas ya no es que salgan medio bien, si no que salgan. Vas a tener que enfrentarte a negociaciones a veces duras y otras de tomaduras de pelo con el resto de partidos, así como a una exposición pública que tu jamás has deseado he incluso evitado. Vas a ser el centro de las exigencias y el culpable de todos los males del partido sea o no culpa tuya.
Vas a tener que enfrentarte a unos medios de comunicación que en el mejor de los casos te darán cera y en el peor te van a poner a la gente en contra y de todo eso lo peor es lo último, la gente, esa gente que como yo tiene la boca muy grande para criticar y muy cerrada para reconocer el trabajo bien hecho.
En serio, es tu decisión, pero me parece lo más tonto que podías hacer. Sabes tan bien como yo que no vas a ganar absolutamente nada, porque esos cargos solo saben sacarles jugo los que aspiran a mucho más y los usan para rellenar currículo y trampolín dentro de la política. Ojalá hubiese llegado a la política con eso aprendido, no solo me hubiera ahorrado muchos disgustos, si no que no hubiera empujado a nadie a presentarse.
No puedo desearle esto a un amigo y más a alguien que conozco como a ti, que en los tres años que he estado en el partido, has sido una persona que donde nadie ha levantado el brazo para encargarse del trabajo, lo hacías tú y seguro que lo sigues haciendo.
Sé que no te presentas para lucir el cargo de secretario general ni tampoco para meterlo en un currículo, que por muy largos y meritorios que sean, no son capaces de reflejar el valor como compañero ni la humanidad como persona, seguro que crees que de verdad se pueden cambiar las cosas (Pásame el número de tu camello).
Siempre has creído en la gente, siempre has entonado el Si se Puede e incluso cuando te has llevado palos dentro del partido al final has continuado, de verdad ¿por qué? La vida no ha sido justa contigo, los dos sabemos que ambos hemos tenido que sufrir la crisis en su lado amargo, por eso llego a entender que quieras defender a los que menos tienen y a los más débiles, pero ¿en serio crees que se va a poder? (No te olvides del número)
Perdóname porque no quiero quitarte la ilusión, como compañero no solamente estuviste ahí, si no que siempre te has posicionado apoyando a aquellas personas en las que crees, incluso en los casos imposibles como el mío, cuando me decías que si yo me presentaba dejabas de plantearte presentarte a la Secretaría General. (En serio, pasame ese teléfono)
Siempre te agradeceré esa confianza, pero no existía ni un solo motivo para seguir, más aún cuando mi vida personal se iba a pique.
Loco, muy loco tengo que decirte que estas, meterte en ese marrón cuando sabes que no tienes nada a ganar, más que disgustos y calentamientos de cabeza, pero he de reconocer que hubo un tiempo en que tuve tanta ilusión como tú y también hubiera dado el paso. Desde luego que me siento más cercano a ti que de quien pueda decir que un sueldo de casi dos mil euros al mes no le da ni para gasolina.
Por mucho que te lo haya dicho, jamás he llegado a demostrarte lo que de verdad creo en ti, por lo que he querido escribirte estas líneas, para decirte de manera pública que, a pesar de todo lo dicho, espero que la gente te otorgue su confianza y que sea o no así, has de saber que siempre puedes contar conmigo.
Mucha suerte y un fuerte abrazo.
Cristóbal Salido.