El sindicato convoca para el 23 y 24 de marzo una huelga estudiantil universitaria en toda la región
El estudiantado está en lucha. El pasado enero en la Universidad de Murcia se vivió lo que a todas voces supuso una ruptura, o la evidencia de esta, entre el estudiantado de la UMU y sus instituciones, afirman desde FAE. Al hablar de esto se refiere, como no podría ser de otra forma, al conflicto abierto surgido tras la publicación el 4 de diciembre del reglamento de la convocatoria de enero por parte del Rectorado y el Consejo de gobierno de la UMU. En este documento se expresaba la controvertida
decisión de establecer las pruebas, por norma general, de forma presencial.
La Región de Murcia se encontraba entonces en un estado crítico, así lo afirmaban los datos, con +2.000 contagiados diarios, +12.000 contagiados totales, llegando a tener 40 municipios confinados, una incidencia acumulada que se triplicó desde que se publicara el reglamento hasta la realización de las pruebas en la convocatoria de enero.
El sindicato afirma que mientras que, a nivel estatal la situación sociosanitaria exigía que se actuase, desde las instituciones universitarias y gubernamentales se ignoraron las preocupaciones del estudiantado ante unos exámenes que a todas luces no presentaban las medidas de organización y sanitarias para asegurar la integridad de los
estudiantes.
Ante esto, los y las estudiantes vieron cómo la responsabilidad de tomar las medidas necesarias para proteger tanto la salud del estudiantado como la del personal docente e investigador y el de administración y servicios fue empleada como arma arrojadiza entre las diversas instituciones capacitadas como herramienta política con la que extraer un beneficio político.
Esto es especialmente grave si tenemos en cuenta que, como afirma la portavoz del Frente de Acción Estudiantil, María Chinchilla, “ya a 19 de noviembre el Comité Técnico Asesor COVID-19 creado por la UMU, antes de que las condiciones sanitarias empeorasen, afirmaba que: vista la situación actual y las perspectivas de evolución, este Comité recomienda que por parte de la Universidad se facilite la realización de los exámenes de enero en formato no presencial.”
Era también el Comité Técnico Asesor COVID-19 el que recomendaba a 19 de noviembre a la universidad y sus profesores que planificaran ya los medios y estrategias necesarias para realizar los exámenes en ese formato.
Ante esto afirma Daniel Serrano, compañero también del sindicato, que “la realidad es que desde la Universidad no habían sido capaces de elaborar un plan de evaluación alternativo que permitiera compaginar una evaluación justa para los estudiantes, así como su salud”.
“Sin embargo, no encontramos los culpables únicamente en el Rectorado y el Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia, sino que también en el Ministerio de Universidades, el Gobierno Regional, la Consejería deSsanidad, la Consejería de Universidades… Todos cómplices en esta injustificable vulneración de los derechos de los estudiantes” afirma Serrano.
Ante esta situación, y desde el Frente de Acción Estudiantil, se convoca este 23 y 24 de marzo la huelga estudiantil universitaria. Desde el FAE expresan: “no solo convocamos esta huelga como protesta ante la imperdonable gestión de la Universidad de Murcia de la pandemia, sino como plataforma para exigir que no se repita, bajo ningún concepto, una situación como ésta, ni en la universidad ni en ninguno de los centros de estudios”.
Desde el sindicato afirman que “es hora de que los estudiantes levantemos la voz y hagamos valer nuestros derechos, debemos luchar por un sistema educativo que satisfaga las necesidades del estudiantado, no los intereses de las instituciones dirigidas por el sector privado y sus políticos”.