Sé que cambiar el paradigma es demasiado difícil, piensen en pueblos viviendo siglos o milenios de una forma y cuando fueron invadidos por los «Romanos», por ejemplo, cambiaban su vida, en horas, o un cataclismo, al cerebro le cuesta comprender.
Tanto más cuando hablamos de futuro sin confundirse con adivinos o profecías (el director suizo Jean Luc Godard decía que un profeta es la indulgencia del autoritario para imponerse, o para que se entienda, digo algo a cumplirse más adelante como posible y por detrás articulo mi poder para que se cumpla lo predicho, el incauto no reconoce esa maniobra, casi nunca).
Habrá decrecimiento obligado por zonas y culturas, los más ricos y los más organizados lo pasarán mejor, los mas pobres y perdidos en su identidad no, decididamente lo pasarán muy mal.
Ahora, ¿por qué habrá derecimiento?
Los políticos prometen trabajo, crecimiento, esperanza, felicidad.
Si dijeran la verdad, tú ¿qué harías?.
Pocos comprenden algo elemental: los recursos no son infinitos, parece tonto ¿cierto?, pero ese cerebro funciona con un software instalado en la niñez y le es muy difícil desinstalarlo y volver a ver, no digo entender, ¡sólo ver!, estudiar el entorno que se ha modificado y releer la nueva realidad.
Nos cuesta porque sólo amamos lo que reconocemos.
Los recursos vienen cayendo desde hace 20 años, y la energía fósil ni hablar, eso es el transporte de mercaderías que la globalización nos vendió.
Sin combustible no hay transporte, bajan los salarios y empiezan a faltar los choferes de camiones (el Reino Unido está ahora en su peor crisis al salir de europa 1,5 millones de extranjeros, los que hacían las labores pesadas, se han quedado sin transportistas, y los supermecados se vacían, efecto dominó), eso es la Logística, enviar, traer, recepcionar, es decir, no sólo hay menos pintura (nótese el nuevo diseño de los colores de las latas de Coke que ha cambiado), menos aluminio (faltarán latas), y menos combustible lo que sube el precio y deja a los autónomos ya sin «hacer negocio», con sus camiones parados.
Cuesta creer, ¿no?
Tampoco existirán ni los aviones ni los automóviles, ¿qué dices? you are dumb?, (Ayer la planta de Mercedes-Benz de Gasteiz, País Vasco, mandó a casa sus 5.000 obrer@s 1 semana, le faltan suministros, los famosos chips de Taiwán que sufre una sequía hiperrealista) y de apoco irá avanzando, la Logística de Coca Cola, de Amazon, el movimiento se irá deteniendo, lento al principio y luego la curva de Séneca.
29 civilizaciones terminaron igual.
No inviertas a largo plazo en Cripto ni en acciones, todo es virtual.
Yo compararía caballos de tiro y transporte, hasta 1960 se usaban en todo el mundo.
Ahora mismo estás pensando, no será así, ¡mis propios hijos me lo dicen!, es normal, son instrucciones para continuar viviendo, en la prehistoria funcionaron de maravilla, éramos 100.000 Sapiens en todo el planeta, hoy somos 8.000 Millones… ya no sirven.
De allí se desprende esta especie de nuevo credo religioso: la tecnofe, como si la tecnología no seguiría patrones físicos, químicos, matemáticos y hasta psicológicos pues lo manejan humanos y empieza a funcionar la magia: «seguro» que encontrarán «algo», «seguro» que podremos continuar con nuestras vidas, «seguro» que…
Lo siento, no se podrá. De la energía que tenemos hoy mismo en la tierra dispondremos de 20 o 30%, y es mucha, pero supone abandonar ese 70 u 80% que no podrá continuar, al menos durante un buen tiempo. Pero cuidado, ese 80% ha generado una contaminación de residuos a escala épica.
¿No podremos?
No
¿Pero por qué?
Se llama entropía, 2da ley de la termodinámica, rige el universo y también nuestras vidas.
Abre tu cabeza y reflexiona, hazlo por los niños y niñas que vendrán, vale la pena.
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“Esset aliquod «inbecillitatis» (veis la palabra empleada ¿no?), nostrae solacium rerumque nostrarum si tam tarde perirent cuncta quam fiunt: nunc incrementa lente exeunt, festinatur in damnum (Epístola XCI a Lucilio), la que se ha traducido así:
“Sería algún consuelo para nuestra debilidad y la de nuestras obras si todas las cosas perecieran con la misma lentitud que se formaron; pero, tal como es en la realidad, los incrementos son de lento crecimiento y la ruina es rápida.”
Oscar Cusano