AnimaNaturalis junto con CAS International mostraron el pasado domingo, 13 de marzo, el verdadero rostro de la tauromaquia en plenas fiestas de Fallas, en Valencia. Más de medio centenar de activistas se dieron cita en la Plaza San Agustín para protestar por la feria taurina que se celebra durante Fallas.
La organizaciones por la defensa de los animales AnimaNaturalis y CAS International mostraron el pasado domingo, 13 de marzo, el verdadero rostro de la tauromaquia en plenas fiestas de Fallas, en Valencia. Más de medio centenar de activistas se dieron cita en la Plaza San Agustín para protestar por la feria taurina que se celebra durante Fallas. Los antitaurinos levantaron grandes pancartas con los rostros desencajados de toreros en el instante de dar muerte al toro, rodeando a una mujer vestida como fallera como un símbolo víctima de la tauromaquia.
“El debate acerca del futuro de la tauromaquia en España nunca ha estado más vivo y las autoridades tienen el deber de posicionarse ante el tema sin medias tintas”, afirma Eliana Guerreño, coordinadora de AnimaNaturalis en Valencia. “La pandemia demostró que la sociedad no echa de menos las corridas de toros y que esa industria cruenta depende de las subvenciones y ayudas públicas”, añade. “Nuestras fiestas deben celebrar la vida y no la muerte, deben fomentar la cultura que nos une y no la que nos divide, lo que nos hace sentir orgullo de ser valencianas y valencianos, y no lo que nos llena de vergüenza”.
Según datos oficiales del Ministerio de Cultura y del sector taurino analizados por la asociación veterinaria AVATMA, el número de espectáculos taurinos en plaza han mantenido un descenso sostenido desde 2016 en adelante, sin contar con los años anómalos de la pandemia.
Según el mismo Ministerio de Cultura, sólo el 9,5% de la población asistió a algún espectáculo taurino en el período de 2014-2015 (último año en que se realizó esta pregunta en el estudio anual de consumo cultural en España), y que 2 de cada 10 de esos espectadores lo hizo con una entrada gratuita. También se publica el dato de que en 2018 un 90,5% de España no asistió a ningún festejo. Entre los motivos que exponen para no hacerlo, el 40% adujo no tener interés alguno en la materia y el 20% que, directamente, no lo entendía.
A pesar de esto, se calcula que más de 9.000 toros morirán y más de 50.000 serán alquilados para ser explotados en festejos populares, cuyo destino será igualmente la muerte, este año o los siguientes.
El mismo estudio indica que el 80% de los espectáculos taurinos en España se concentran en las provincias de Madrid, Toledo, Salamanca, Ávila y Cuenca, y que hay diez otras provincias donde no se ha celebrado ninguno.
En la actualidad, 3 comunidades autónomas ya consideran abolidas las corridas de toros: Cataluña, Canarias e Islas Baleares.