Ayer tuvo lugar en el centro social, político y cultural Ágora de Chiva, un acto informativo sobre el impacto medioambiental que la industria animal tiene y sus consecuencias, dicho acto ha sido convocado por el colectivo antiespecista, Youth climate save Valencia con gran afluencia de personas. Se ha realizado un cinefórum proyectando un documental llamado «Eating Our Way to Extinction» en el cual se pone de manifiesto información relevante respecto a un mundo más justo, sostenible y ético. El acto ha comenzó sobre las 19:00 y en el mismo, han presentado las acciones y proyectos que llevan a cabo por la protección del medio ambiente, se ha visibilizado el documental y, por último, se ha mantenido un debate entre las personas asistentes. «Queremos visibilizar todas las consecuencias que tiene para nuestro planeta el consumo animal que a día de hoy podemos sustituir por una larguísima lista de alternativas vegetales contribuyendo a evitar financiar a industrias de las más perjudiciales para el planeta y millones de animales» afirman.
Rosa Más, voluntaria de Feumve en Valencia y bióloga explica a tu portavoz que todas las granjas son macrogranjas:»El destino de los animales domesticados en cualquier tipo de explotación es el matadero, lo que resulta inaceptable teniendo en cuenta que hasta la legislación los reconoce como seres sintientes. En el caso de las explotaciones extensivas, la creación y mantenimiento de los pastos arrasa grandes superficies de masa vegetal, siendo una de las principales causas de deforestación.
La domesticación y la selección de los animales más idóneos para su uso por parte del ser humano a lo largo de los siglos ha generado individuos vulnerables a los agentes patógenos, por lo que deben ser tratados con diferentes sustancias que acaban en el suelo y en el agua incluso en refugios y santuarios: La Ivermectina es un antiparasitario de amplio uso cuyos efectos son matar a los organismos que viven en las primeras capas del suelo, inhibir la descomposición de la materia orgánica y bloquear los procesos de la tierra, comprometiendo su fertilidad» señala.
Continúa explicando: «La realidad de la explotación de los demás animales responde siempre a un planteamiento extractivista, que considera el medio como un surtidor de recursos ilimitado. La única diferencia es que la industria no tiene el menor reparo en arrasar todo lo que encuentra a su paso mientras que muchas organizaciones ecologistas abogan por una explotación sostenible.Sostenible es un término muy elástico, que solo significa que una determinada práctica puede ser mantenida en el tiempo; es decir, una parte de los ecosistemas puede ser esquilmada siempre y cuando se tenga en cuenta dejar una porción intacta para que puedan seguir siendo explotados a lo largo de los años. De este modo, asistimos a situaciones delirantes como protestar porque el plástico que envuelve a un pez atenta contra la biodiversidad, pero no se considera la posibilidad de dejar de usar a los peces como comida. Solo se muestra preocupación para que la continuidad del uso y abuso de los recursos sea posible.En consecuencia, debe planteare la defensa de los ecosistemas desde un punto de vista solidario y cooperativo, considerando que el ser humano no está por encima del entorno y de los demás animales, sino que forma parte del medio como un integrante más, defendiendo tanto a la naturaleza como a cada uno de los animales que la pueblan, luchando contra la contaminación, la deforestación o cualquier otra práctica extractivista que atente contra la integridad de los demás animales y del Planeta». Zanja.
Otras de las diferentes actividades que realizan desde Youth climate save, es limpiezas en el medio ambiente y por ello, destacan la importancia de ser consecuentes con nuestros actos para poder tener un futuro planeta en el que vivir y las convocatorias pueden seguirse a través del Instagram «Youth climate save Valencia» en el cual también suelen aportar información medioambiental.