Texto: A. Sanmiguel
Llegados los comicios electorales el ferial se ilumina, todo es acondicionamiento de
escenarios al aire libre, redoblando la limpieza, inspeccionando de incógnito,
programando vuelos de helicópteros y ubicando estratégicamente vehículos policiales.
Orriols en Lucha convocó al vecindario para una charla coral entre representantes de
PP, UP-EU, PSPV-PSOE, Ciudadanos y Compromís quienes expondrían sus
respectivos planes de partido para el barrio. En la mesa: Carlos Caballero, Lara Manyes,
Borja Sanjuan, Narciso Estellés y Joan Ribó. El actual alcalde de Valencia, Joan Ribó,
citaría el “poner urinarios públicos”, ¿antiestéticas garitas de plástico refugio de
trapicheos o la versión, también plástica, de urinarios a vista del público –para hombres-
? “Es muy bonito hablar de limpieza, hemos reforzado este tema”, ¿por qué en barrios
céntricos de la ciudad no existe pareja inmundicia? “Tenemos que reformar jardines,
renaturalización con plantación de árboles”, profesionales de la jardinería comentan la
necesidad de realizar expertas actuaciones arbóreas donde los ejemplares subsistan
acorde a sus peculiaridades no siendo talados ante el posterior cambio de proyecto y
signo político de la Administración, o aprisionándolos en cemento, ¿por qué no tener
en cuenta con antelación la ubicación del mobiliario urbano y no limitarse a matar
árboles en favor de marquesinas, peatonalización o turistificación entre otros deleites
urbanísticos? “Es fácil hablar de seguridad, hay que plantear una comisaría de policía
aquí”, al respecto un vecino apuntaría que esto ya lo dijo el interviniente en el año dos
mil quince según recogió un periódico local, debido a la alarma vecinal ocho son las
unidades matinales y otras tantas vespertinas las que patrullan las calles del citado
barrio. Para “el tema de la super isla” peatonal “si es necesario nos plantearemos
aparcamientos en altura”, por ser menos costosos, ¿aparcamientos de pago, dónde? “Es
imprescindible la construcción de viviendas de alquiler”, ¿a qué precios, derruir? “Que
esta ciudad piense más en las personas mayores, la gente no quiere desplazarse a esas
macro residencias”, ¿saltarán chispas en los contratos con fondos financieros,
megaempresas y congregaciones religiosas que explotan el sector? Como colofón
exclamaría: “¡Votad según vuestro criterio!”.
Estellés, de Ciudadanos, apuntó que “el comercio necesita una reactivación”, ¿y la
inseguridad y el bandidaje? “Que no se rompa nada que esté bien hecho” ¿quién opina
sobre lo que está bien hecho: despachos o vecindad? Lara Manyes habló por Unidas
Podemos-Esquerra Unida, “Orriols necesita una intervención” ¿soportar más terrorífica
gentrificación? “Hemos regalado ya muchos edificios a empresas, universidades”, ¿y
quiénes son las víctimas? “La policía es importante, sobre todo esa policía de barrio”,
¿por qué se eliminó? “Aquí existe un polideportivo pero está privatizado”, ¿sólo
importante en elecciones? “Los barrios históricamente olvidados no deberían tener lugar
en este Ayuntamiento”, ¿por qué olvidados, acaso no son parte de Valencia? Caballero
en representación del Partido Popular afirmaría que Orriols: “Lleva ocho años
abandonado por parte del Ayuntamiento”, ¿y…? “Sembramos las bases para un barrio
tranquilo”, ¿si? “Queremos cambiar Orriols”, ¿favoreciendo a quién? Sanjuan del
Partido Socialista País Valencià-Partido Socialista Obrero Español habló de “Los
fondos europeos para rehabilitar viviendas”, ¿con qué protocolos? “Dos millones de
euros para la gran manzana de Orriols”, ¿qué plantean las empresas inmobiliarias para
sanear el entorno sin perjudicar a la ciudadanía? “Entre pasado y futuro, que gane el
futuro”, ¿operación borrado de una historia datada en el siglo XIII? Por su parte el
vecindario volvió a peticionar el vallado y cerramiento nocturno del jardín donde se
ubica la ermita en evitación del vocerío que afecta al descanso, los actos vandálicos,
botellón, lanzamiento de piedras a edificios colindantes y suciedad, solicitud respaldada
ya en el año dos mil diecisiete por dieciocho asociaciones y entidades del barrio y mil
trescientas sesenta y seis firmas. ¿Por qué no cumplimentar ¡ya! tal demanda popular
que tanto éxito ha obtenido en los jardines de Sagunto y Benicalap?
Bruñidos yelmos lucen siglas de partido mientras alegóricas armaduras acorazan cada
gesto, cada frase, enfervorizando o desencantando a esa multitud desdeñada por
personas ligadas a la heredada o interesada querencia política. Parafernalia y
exhibicionismo saltan a la arena, en las justas todo vale, la apostura inculcada es
primordial en el sector político para blandir soflamas afiladas como lanzas mientras la
pirámide de un feudalismo modernizado sigue acomodándose premiando a dirigentes
que rinden tributo a su dama: las finanzas. Yasujirö Ozu prestigioso cineasta japonés, al
igual que sucede en la esfera política nacional, construía su obra “entre cinco o seis
personajes y cuatro decorados” según se lee en la obra conjunta del actor Jean-Claude
Carrière y el guinista Pascal Bonitzer.
Crudos tiempos aquellos de torneos entre hidalgos, gestas en pos del alago y la
preponderancia emuladas hoy en día por algunos mortales de taimada oratoria y
sintética distinción con rebautizados apellidos al estilo francés que hinchan pectorales
cual ave en época de apareamiento a fin de conseguir el beneplácito y así poder dar
continuidad a su genética en el ecosistema político, un hábitat enrarecido y sumamente
depredador donde, de vez en cuando, se ponen de moda apellidos toponímicos, de
filiación, o patronímicos que a muchas personas reblandecen, pero existen en nuestra
historia personas de remozado apellido que no pueden disimular credenciales de dolor
y tortura, el general Sáenz de Santamaría acabó “reconociendo, al final de su vida, que
lograba obtener la información gracias al uso del pentotal sódico”, denominado suero de
la verdad, uno de los ingredientes de la inyección letal en Estados Unidos en sentencias
capitales.
Actualmente el perfil de estrellas políticas postulantes al poder en nada desdice a ciertos
retratos de vetustos personajes y su concluyente doble faz. Alfonso Henríques quien
consumaría la separación de Portugal en el siglo doce, siendo su primer rey, según
declara el historiador Oliveira Martins en “La separación de Portugal”, era “sumiso y
humilde cuando se hallaba vencido, subscribía todas las condiciones, aceptaba todas las
imposiciones, para luego desmentir todas las promesas e incumplir todos los tratados”.
¿Algo que decir de las quebrantadas promesas de derogaciones legislativas cacareadas
en campaña electoral? Señorías tildadas de modernas y democráticas bien podrían
encasillarse en la denominada espiral de Peter donde se especifica que “la mayoría de
los incompetentes se dan cuenta de que el hundimiento de la organización les dejaría sin
empleo, por lo que procuran mantener en funcionamiento la jerarquía”.
¿Qué mejor escudero que un legendario Arturo Pendragon -o varios- hecho a medida,
como máximo estratega del reducto comunicativo? Azuzar la controversia en la
población se ha consolidado como catón de parvulario político, a nivel dramático
muchos países llevan esta manipulación sicológica al extremo, como sucede en España
donde, curiosamente, cualquier charla de bar supuestamente trivial muda ante las citas
electorales en altisonante turbación llegando, con pasmosa facilidad, al insulto personal.
¿Bandos dispuestos al lance para entretener a quienes se aposentan en tribuna, bajo
palio, manejando los envites? Se inicia el torneo, el trompeteo abruma, todo el mundo
se exacerba, desaparece cualquier género de análisis racional. ¿Qué sorpresa depararán
las elecciones? ¿Está la ciudadanía lo suficientemente amaestrada como para seguir
tragando con algunos remedos, de menor galanura, del histórico valido Godoy
individuo que atesoraba honores, recibía sueldos y cobraba ciertos emolumentos por la
gracia de ser “favorito del rey y amante de la reina (dinero y corrupción)”?
Enardecidos, achispados y seguros de solucionar su vida futura gracias a la
participación en liza política todo equipo figurante jalea el apalabrado liderazgo de
alguien que actúa como los personajes del director de cine francés Françoise Truffaut no
dudando en estrechar la mano a quien sea, aun a sabiendas de que “aquel o aquella a
quien estrecháis la mano adquiere con ello una opción sobre vuestros más íntimos
pensamientos, sobre vuestros más escondidos deseos, sobre vuestro destino”
establecen los antedichos autores galos.
¿Hasta cuándo alimentar la ineficacia para con el pueblo? Décadas y décadas de
subterfugios van necesitando de nuevos inventos para sacar al pueblo del agujero
depresivo ocasionado por constantes y agravadas carencias, despotismos, nepotismos,
abusos económicos, laborales y de toda índole, una población que a estas alturas anda
apremiada por la supervivencia y se agarra a un ciclópeo acto de esperanza y al
reparador asilo de quiméricas entidades como Miguel, príncipe de la luz y patrono de la
policía, Gabriel, cuidador del planeta y espíritu de la verdad (planeta y verdad, dos
víctimas del sistema, el citado escritor y político lisboeta Martíns apunta: “En la Edad
Media, la sinceridad implicaba certeza de derrota”). Metatron, liberador, Uriel, arcángel
de la salvación. Moroni, Melquisedec, Ariel, Israfel, Raziel, Zofiel, Zadkiel, Rafael, el
sanador, Sandalfón y finalmente Belcebú el super top para los seres humanos oscuros y
lóbregos especímenes dominadores. Sin duda tales entes o cualquier cosa resolutiva se
precisan para atravesar con cierta templanza el tenebroso secarral del medievo
restaurado al que vamos de cabeza. ¿Elegir? ¿Votar? ¿Venderse? ¿Comprar votos
solapadamente? ¿Callar? En difícil papeleta se encuentran las personas que esperan a
un superhéroe o superheroína volante, con capa o sin ella, anhelantes de subir a otro
estrato menos opresivo. El psiquiatra Luis Rojas Marcos, basándose en un estudio
realizado en los Estados Unidos sobre la candidatura a la presidencia, dictaría que:
“Cuanto más optimistas sean los candidatos más esperanzas de victoria generan en los
votantes”