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Europa se encuentra frente a una crisis de asilo sin precedentes, con un aumento sin precedentes en las solicitudes de protección sin respuesta. En la primera mitad de 2023, la Unión Europea registra 682,000 solicitudes de asilo, la cifra más alta desde 2016. Cerca de 900,000 personas están a la espera de una respuesta, incluyendo aquellos que previamente recibieron una negativa y están intentando nuevamente. Este aumento se debe al incremento en la presentación de solicitudes: se han presentado 519,000 desde enero, también un récord que no se veía desde hace ocho años.

Sistema Europeo Común de Asilo (CEAS) 

La Comisión Europea ha estado intentando establecer un Sistema Europeo Común de Asilo (CEAS) desde la década de los 90, con el propósito de lograr que el asilo sea más equitativo y unificar los procedimientos, estableciendo un estándar mínimo en la atención a los solicitantes de asilo y evitando la práctica del «asylum shopping» (solicitar asilo consecutivamente en diferentes países). Sin embargo, la falta de recursos y la divergencia de criterios entre los Estados miembros de la UE han resultado en una crisis de asilo sin precedentes. Una crisis que se acentúa a otras como la crisis del precio de la luz tras la guerra ruso-ucraniana, y acontecimientos que sacuden los cimientos de la Unión Europea como el Brexit.

En España, más de 100,000 solicitudes están sin respuesta oficial, mientras que el número de solicitudes continúa aumentando. La falta de recursos y la falta de consenso entre los Estados miembros de la UE han exacerbado esta crisis de asilo. Elena Muñoz, coordinadora del servicio jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), señala la persistente carestía de recursos como un desafío no resuelto.

La situación posterior a la pandemia de COVID-19, con el aumento de solicitudes de asilo, así como la situación de expolio que han sufrido países  han planteado nuevos desafíos que requieren soluciones dinámicas para mantener la integridad del único sistema de asilo multinacional del mundo: el Sistema Europeo Común de Asilo (SECA).

El escenario es complejo sobre todo con el panorama político que impera en Europa, en el cuál las corrientes ideológicas cada vez son más distintas entre países vecinos, lo que dificulta el consenso y la cooperación internacional, y sacude los cimientos de cada Estado en base a las decisiones de cara a mejorar la vida de sus ciudadanos. Los cuáles afrontan dificultades particulares en cada país en base a dichas decisiones, como el control a las distribuidoras de la cantidad de energía que reciben los hogares, o prohibiciones en materia de transporte para aquellos vehículos que contaminen más.

Los sistemas de asilo sólo pueden fortalecerse mediante avances en la adopción de los instrumentos legales del Pacto sobre Migración y Asilo de la Comisión Europea. Además, con su mandato reforzado desde enero de 2022, la Agencia de Asilo de la UE ha trabajado activamente en 2022 para facilitar el intercambio de información sobre el registro de solicitudes de protección temporal entre los países del SECA.

Los países receptores

En lo que respecta a los países receptores, Alemania encabeza la lista con el 30%, seguida de España con el 17% y Francia con el 16%. Sin embargo, los tres países enfrentan importantes retrasos en la resolución de estas peticiones: según Eurostat, en junio había 158,000 personas esperando en España, 143,000 en Francia y 303,000 en Alemania. En España, el Estado tiene la obligación de responder a las solicitudes en un plazo máximo de seis meses, pero rara vez se cumple con ese plazo.

Las principales nacionalidades de los solicitantes de asilo en Europa son ciudadanos de Siria, Afganistán, Venezuela, Turquía y Colombiaque representan el 44% de todas las solicitudes. En España, las principales nacionalidades de los solicitantes de asilo son de Venezuela, Colombia y Perú.

La crisis de asilo en Europa es un desafío complejo que requiere soluciones dinámicas y una mayor cohesión entre los Estados miembros de la UE. La falta de recursos y la falta de consenso entre los Estados miembros han llevado a una crisis de asilo sin precedentes en la que los mayores afectados son los ciudadanos que buscan asilo y el hombre de a pie, al cual cada vez le cuesta más calcular la factura de la luz a fin de mes debido a las crisis que azotan su economía

Fuente: comparador-energetico.es

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