El pasado sábado 18 de mayo se reunieron frente al Zoo Aquarium de Madrid más de 30 activistas para pedir su cierre y terminar con el confinamiento permanente de las distintas especies de animales que allí se encuentran encerradas en sus instalaciones.
Diez activistas vestidos con camisetas naranjas con el texto impreso a la espalda «PRISIÓN ZOO AQUARIUM» interpretaban a un grupo de reos encadenados, mostrando al mismo tiempo carteles con fotos de animales en pésimo estado obtenidas en este mismo zoo. Caminando frente a las taquillas y accesos pedían a la gente que allí acudía que no pagara por ver a los animales confinados.
¿Cuál es el mensaje que aprenden los niños que vienen al zoo?, explicaba Toño García Edwars, organizador de Madrid Animal Save, ¿que está bien tener a alguien cautivo para entretenimiento de otros? ¿Qué está bien mantener a los animales fuera de su hábitat? ¿Qué está bien burlarse de los demás porque son diferentes a ti? ¿Qué los animales sociales como los elefantes viven felices solos toda su vida? ¿O que los delfines obtienen su comida realizando trucos?
«Es imposible reproducir el entorno de animales como los leones, tigres o lobos. Ellos necesitan un territorio amplio con ríos y vegetación y eso no lo tiene ningún zoológico. Por no hablar de los delfines que nadarían cientos de kilómetros en el mar.» afirmaba David Leau, también organizador de Madrid Animal Save.
Alicia de Mena, activista por los animales, concluía: «El Zoo de Madrid no es educativo, es solo un negocio que usa a los animales para lucrarse interponiendo el interés económico a su bienestar. Y tampoco ejerce una labor de conservación porque jamás se ha liberado a ningún animal en este zoo.»