Los modelos numéricos utilizados para confeccionar la información meteorológica únicamente son capaces de radiografiar fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del cambio climático que se está gestando y dada la inacción del Norte Global para reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, los fenómenos metereológicos extremos se irán incrementado hasta el paroxismo en las próximas décadas.
La DANA asesina El llamado ”efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos como la Predicción Meteorológica tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato. Así, los modelos cuánticos que se utilizan en la predicción meteorológica como el GFS, ECMWF High RES, SPIRE o AROME serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien.
Hasta la ultima década, la predicción meteorológica era diseñada por modelos finitos que podían inter modelar o simular varios futuros alternativos y que tenían como resultado predicciones con un alto grado de fiabilidad. Sin embargo, debido al cambio de circulación atmosférica, asistimos en el último trienio a la irrupción de los autopistas de humedad que enlazan el Caribe con el Sur de Europa, generando un clima húmedo y templado en el Sur mientras el Norte y Centro de Europa quedan presos del chorro polar que genera nevadas copiosas y vientos gélidos.
Al mismo tiempo, asistimos a la irrupción periódica de DANAS (Depresión aislada a niveles altos) que se desgajan de la circulación atmosférica general y que alimentadas por vientos húmedos del Mediterráneo generan severas inundaciones en los países del Sur de Europa y Norte de África. Dichas DANAS estarían regidas por las leyes del caos inconexo y se desplazarían con movimientos erráticos impulsados por fuerzas centrípetas y centrífugas, lo que incrementaría su volatilidad y la dificultad de los modelos cuánticos para dibujar con suficiente antelación su posible trayectoria y su impacto local. Ello se ha comprobado en la reciente DANA asesina de Valencia con su reguero de muerte y destrucción coadyuvado por la cobardía política y el negacionismo climático del Presidente Mazón tras no decretar el cierre total de actividades en la Comunidad a pesar de declarar la AEMET la alerta roja para la zona.
Germán Gorraiz López- Analista