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Texto: Ángeles Sanmiguel

¿A quién más culparán  desde la Generalitat valenciana tras hacer sus pinitos  con AEMET, la UME, La Confederación Hidrológica  del Júcar,  “los técnicos y el CECOPI ¿Cómo excusar el hecho de que el máximo responsable  de la gobernanza estuviese, durante horas, en una comida “social” mientras la catástrofe aniquilaba todo a su paso? ¿Cuándo  se depuraran  responsabilidades?

¿Prisión preventiva sin fianza por riesgo de fuga para implacables sanguijuelas de los “sillones”  o mejor perpetuar laberínticos  juegos de tribunales también en casos con víctimas mortales?“¡Mazón dimisión!”.¿Qué parámetros  de eficacia  se exigen a elementos  chungos que parasitan gobiernos y erario público? ¿Por qué si la población paga sus impuestos tanto el Estado como  los gobiernos autonómicos la desdeñan? ¿Arrojará alguna luz sobre el supuesto “caso Mazón” cualquier comité de investigación que seguramente se instituirá para investigar el lado oscuro político de la tragedia de la DANA?

“Exigimos la dimisión de Mazón”, “Los valencianos no queremos a Mazón ni a su Gobierno”. ¿Removerán conciencias las silentes botas embarradas y calzado infantil ofrendados frente al palacio de la Generalitat valenciana?

“Eran alertas rojas en niveles que hemos tenido otros días y estaba  todo el mundo en sus puestos” esgrime Mazón, actual presidente de la Generalitat, tal como lo haría cualquieranético, -“conocen los valores morales, pero no los sienten”-.¿Cuál es el rango  de dosis necesaria  de crueldad, mediocridad y bajeza moral  para conseguir meterse  en las listas  de la política nacional?¿Qué es lo que está fallando  para encumbrar a personajes indescriptibles al frente de las administraciones?

Ciento ochenta mil personas se manifestaron en València contra Mazón y su corte. “La manifestación busca exigir la dimisión en bloque  del Consell”. Setenta y ocho municipios valencianos y uno de Albacete (Letur) no recibieron la alerta  en sus móviles hasta pasadas las ocho de la tarde  del fatídico  día veintinueve de octubre cuando  el terror  y la muerte se habían adueñado de todo. A fecha de hoy, doscientas catorce  víctimas mortales humanas e inúmeras  de otras especies han quebrado  corazones causando una herida que jamás cicatrizará. ¿Premura en instalar artilugios demagógicos tras la gigantesca manifestación del sábado nueve de noviembre  contra Mazón y su Gobierno? ¿Qué sería  de los “sillones”  sin las cantinelas de siempre? ¿Cómo se puede  calificar de “confrontación” una manifestación pacífica de un pueblo desgarrado? “A mí me avisaron cuando llevaba tres cuartos de hora subido en el árbol, bendito árbol que me ha salvado la vida, me ha salvado la vida ese árbol, fui a besarle y acariciarle el otro día. Le acariciaba y le decía aguanta, aguanta.Yo pensaba que la fuerza del agua lo iba a arrancar. Ver cuando  estaba en el árbol, ver a la gente flotando muerta pasar. Ver a la gente en el fango muerta. Nadie sabe  lo que es eso. Nadie sabe lo que estamos pasando aquí”, refiere acongojado un joven dePaiporta.

Muy creyente, muy cofrade, muy  “don Guido” como escribiría Antonio Machado, el tóxico elemento a la cabeza de mando en la emergencia no alertó al pueblo desoyendo cualquier alarma algo que no hicieron  ni la Universidad de València (precaución tildada de “exageración” por el susodicho titular de la Generalitat), tampoco la ignoraron la Diputación, ni algunas escuelas.“Se ha presentado el agua y no nos hemos enterado” dice una vecina de Benetusser.“Gritos de  gente chillando” añade otra  vecina de Catarroja. ¿A qué han estado esperando? ¿Delito por omisión de socorro? ¿Depender de feroces inútiles? ¿Entronizar la arrogancia, la deshonestidad? ¿Ensimismarse  ante  el  advenedizo egoísmo de mediocres capaces de  ignorar  otras vidas? “Mazón a la cárcel”, “Mazón asesino”, “¡Conselldimisió!”.¿Acaso piensan los “sillones” que el pueblo de Valéncia es acomodaticio? La Federación Local de CGT (Confederación General del Trabajo) València y Murcia, organización anarcosindicalista,  “ha presentado una demanda (en clave sindical) ante Fiscalía”, “contra Carlos Mazón  y el gobierno de la Generalitat valenciana” por “incumplimientos  de los artículos  de 316 y siguiente del Código Penal”.

En el centro comercial Bonaire  “desalojaron muy tarde y a muchos no les dio tiempo a coger los coches, se subieron al cine y allí estuvieron dos días comiendo palomitas y chocolate” hasta que todas las personas fueron rescatadas por “Protección Civil a las órdenes de bomberos” refiere  alguien que mantuvo contacto con una de las “cuatro personas” trabajadoras de una firma comercial que se refugiaron en la parte alta del conglomerado.

¿Acaso la caterva de delincuentes de los “sillones” saben de crisis de angustia, de miedo, del terror, de los síntomas cardiovasculares y respiratorios, de molestias abdominales y sensaciones de mareo, del temblor, hormigueos y escalofríos que se arraigaran en los supervivientes de la DANA por estrés postraumático? ¿Qué bloqueante se inyectan en la Generalitat valenciana para no desquiciarse ante los horrores propiciados? ¿Cuándo abandonarán  su resguardado edén? ¿Tan sólo se conmoverán  por los miles y miles de millones que costará rehacer infraestructuras? Aunque  ¿Quiénquiereabandonar  el “sillón”  de cara  a los negocios de reconstrucción que se avecinan? Letales omisiones, egocentrismos, narcisismos patológicos  y sartas de mentiras orlan a partidos políticos y nadie toma medidas. ¿Cómo se puede permitir que una consellera, responsable de emergencias, no conozca la existencia de mecanismos de alerta  a la población? ¿Quedará impune la criminal despreocupación de responsables del gobierno valenciano? “La consellera de Justicia y máxima  responsable de Emergencias  de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, desconocía la existencia  de un sistema de alertas masivas a la población (EsAlert) hasta las 20:00 horas del martes 29 de octubre, cuando las inundaciones por la DANA ya anegaban decenas de municipios de toda la provincia de València”. ¿Dónde adoctrinan a estas personas que juegan con la vida y la muerte de las personas? “No se va a permitir el acceso a familiares  a la zona donde tenemos custodiados a los fallecidos, así que tienen que esperar y, las familias, en el mejor lugar donde pueden esperar las noticias de sus familiares  es en sus domicilios”, dictaminó otra consellera,  la de Turismo  de València,  Nuria Montes. ¿Cómo gestionarán  la culpabilidad y los ineludibles fantasmas de su mente, cuantas personas hicieron posibleque la hecatombe sufrida multiplicase el tormento de las poblaciones? ¿Por qué no se avisó? ¿Por qué la Generalitat valenciana no lanzó la alertaroja a la población?

¿Enredo para triunfar sobre las demandas de justicia?¿Quién  ayudará a personas migrantes que han perdido sus papeles? ¿Dónde poder almacenardonacionesde cara a muchos meses de carestías en las poblaciones afectadas? ¿Se centralizará el reparto de las donaciones en la ciudad de València? ¿Privatización de la gestión?  ¿Por qué la Consellería  de València no pidió ayuda sanitaria a las demás comunidades requisito indispensable para desplazar  equipos de profesionales? ¿Por qué  cajas cerradas y en buen estado de medicamentos donados  se derivan al punto Sigre (reciclado)? ¿Por qué no se permite  al voluntariado sanitario ejercer  si no es de alguna empresa ligada  a la gobernanza valenciana? ¿Llega la batalla de las indemnizaciones? “Por lo general  las aseguradoras no se hacen cargo por ser daños ocasionados por riesgos extraordinarios”. El Consorcio de Compensación de Seguros, entidad pública, pide  fotografías o videos teniendo que  contactar con rapidez  telemáticamente o por teléfono.Pero, ¿cómo poder “documentar adecuadamente”  el haber perdido todo y estar en schock, sin medios? ¿Por qué se sigue permitiendo construir en áreas inundables sitiando con cemento casas antaño rodeadas de permeable huerta?

¿Más y más monsergas de un ya cadáver político? “¡Mazón dimisión!”.¿Por qué no aprenden de los miles y miles de personas voluntarias, migrantes, jóvenes, mujeres, hombres, estudiantes, agricultores, profesionales sanitarios,  electricistas, tractoristas y un sinfín de personasque desde el primer momento han trabajado sobre el terreno ayudando a las víctimas, enfangándose hasta la cabeza, arrastrando coches, vaciando casas  enlodadas, rescatando  animales? ¿Por qué no aprenden de la eficacia y deontología  de todos los equipos de especialistas,  bomberos, protección civil, ejército, fuerzas de seguridad, rescate canino, buzos, equipos subacuáticos de la Guardia Civily demás cuerpos de asistencia pública que de todas partes de España y de países como Francia, han acudido  a Valéncia? ¿Por qué se rechazaron  las ayudas de bomberos  de Euskadi y Barcelona inmediatamente  después de la tragedia?

“Ahora es el momento  de exigir responsabilidades. ¡Ahora! En política nunca, nunca, nunca se para de organizar el escapismo. Dentro de poquísimos días será tarde. Es la hora de utilizar  instrumentos legales antes de que empiece a disolverse la verdad”.

¿Paleontólogos de la política española  se atreverán  a hurgar y diagnosticar sobre elementos caciquiles y mamelucos que  proliferan en comunidades autónomas?Un alto cargo de la Administración Pública sentenciaba sobre quien ejerce  el liderazgo que: “ha de tener suficiente preparación técnica, disponer de inteligencia emocional y capacidad para formar equipos de trabajo”. ¿Quién del paisaje y paisanaje político cumple con tales requisitos?¿Por qué canallas con sangre ajena en sus currículums  campan  por despachos oficiales?

“¡Ha sido culpa mía!” exclamó antes de ahogarse el almirante  Sir George Tyron  al no querer  abandonar su buque Victoria, navío de la Armada británica, tras embestir a otra nave  de igual bandera. Relata el escritor escocés Martin Walker que:“Nadie se explicó el motivo o motivos que había tenido para dar una serie de órdenes  absurdas”.

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