Valencia, 11/02/2025 – Los trabajadores de Kalmar en la terminal de CSP Iberian Valencia siguen en pie de lucha tras un segundo día de huelga en el que la empresa ha demostrado una total falta de voluntad para atender sus reivindicaciones y negociar con el comité. La empresa, lejos de mostrar consideración hacia sus empleados, ignora sus peticiones y las condiciones en las que desempeñan su labor.
Los empleados denuncian que cada día ponen en riesgo su vida, trabajando en condiciones extremas. Reparan las máquinas del puerto a más de 40 metros de altura, en situaciones totalmente imposibles de realizar por cualquier persona. Su trabajo exige un nivel de destreza y valentía extraordinarios, demostrando que están hechos de una pasta especial. La empresa, sin embargo, no reconoce estas circunstancias ni la peligrosidad inherente a su función.
Reivindicaciones de la huelga en Kalmar Spain (Puerto de Valencia):
1️⃣ Condiciones laborales justas acorde del trabajo que realizamos.
2️⃣ Cumplimiento de la normativa de seguridad e higiene, la empresa no aplica un plan de prevención de riesgos adecuado a las funciones que realizamos.
Situación actual de la huelga
Como estamos en el sector del metal, no deberíamos tener servicios mínimos, y aun así, nos han impuesto servicios mínimos abusivos.
A día de ayer, llevamos ya 2 días de huelga sin ninguna respuesta por parte de la empresa.
Ante esta realidad, los trabajadores se han visto obligados a ejercer su derecho a huelga. Sin embargo, se han encontrado con la imposición de unos servicios mínimos del 50-75%. Esta medida es vista como un ataque directo a su derecho a la protesta, ya que nadie reconoce la labor de su trabajo y esto debería de traducirse en mejoras y reconocimiento y no en limitaciones a su lucha legítima.
Los empleados reiteran su denuncia ante la desprotección total que padecen y manifiestan su firme decisión de continuar protestando hasta ser escuchados. En este sentido, advierten que, ante la falta de respuestas y el desprecio de la empresa, están dispuestos a convocar una huelga indefinida si fuera necesario.
Para afrontar la posible pérdida de ingresos derivada de una huelga prolongada, los trabajadores han comenzado a buscar vías de financiación a través de campañas de crowdfunding. Su mensaje es claro: no permitirán que la empresa les dé la espalda. No son máquinas, son personas con familias que dependen de ellos, y si la situación lo requiere, están dispuestos a cerrar el puerto en defensa de sus derechos.
«Si la empresa pensaba que íbamos a rendirnos, se equivoca. Nuestra fuerza está en la unión y juntos vamos a pelear por unas condiciones justas», afirman los trabajadores.
