Las élites europeas estaban inquietas con las primeras protestas de una población otrora sumisa y acrítica. Así, la carestía de la vida, la recesión económica y al derrumbamiento del castillo de naipes del Estado de bienestar hicieron oscilar en sus valores el entramado socioeconómico que tanto les costó edificar. En consecuencia, decidieron rearmarse hasta los dientes y declarar la guerra a Rusia con el objetivo secreto de militarizar la vida pública y acabar con los derechos de expresión y manifestación.
Historia de una infamia El primer día, las élites dijeron : «Creemos una nueva religión con el Hedonismo como dios y el nihilismo como profeta y establezcamos una lengua universal para asegurar la comunicación instantánea entre los ciudadanos del mundo «.
El segundo día, las élites dijeron: “Inoculemos en la población el consumismo compulsivo de bienes materiales y que surja la globalización económica para satisfacer su consumo dependencia”.
El tercer día, las élites dijeron : «Procedamos al consumo desbocado de materias primas y energías fósiles para mantener la maquinaria productiva y fomentemos el uso de ansiolíticos, antidepresivos y estimulantes varios para mantener dopados a la ciudadanía».
El cuarto día, las élites dijeron: «Acabemos con los lazos afectivos de la estructura familiar cortando la comunión Padres-Hijos mediante el ingreso de los mayores en Residencias».
El quinto día, las élites dijeron:
“Creemos las redes sociales para provocar el individualismo y la insolidaridad y las fake news para desorientarlo y sumirlo en la duda existencial”.
El sexto día,las élites dijeron:
“Implementemos la manipulación cibernética para monitorizar las comunicaciones de los ciudadanos a través de sus metadatos y la IA para evitar el despertar de la conciencia política de las masas”.
El séptimo día vieron las élites todo lo que habían hecho y constataron que todo ello era bueno para sus intereses, por lo que decidieron descansar y gozar de su creación”.
Pero las élites europeas estaban inquietas con las primeras protestas de una población otrora sumisa y acrítica por la carestía de la vida, la recesión económica y el derrumbamiento del castillo de naipes del Estado de bienestar. En consecuencia, decidieron rearmarse hasta los dientes y declarar la guerra a Rusia con el objetivo secreto de militarizar la vida pública y acabar con los derechos de expresión y manifestación.
Germán Gorraiz López- Analista