Se debe aplicar la nueva ordenanza de participación, activando los consejos de barrio y estudiar el encaje para que una parte de las Inversiones Financieramente Sostenibles se decida de manera participada.
Las Inversiones Financieramente Sostenibles son una medida adoptada mediante el Decreto Ley 2/2014 y que obliga a las entidades locales que tengan superávit y que no superen el máximo de deuda permitido, a invertir ese remanente en inversiones sostenibles. Se levanta la obligatoriedad de destinar ese superávit únicamente a la amortización de la deuda, pero se sigue imponiendo unos límites y prohibiciones, donde no hay margen para destinar los ingresos de los municipios a donde se considere más necesario. Los ayuntamientos podrán destinar su superávit a obras y servicios como saneamiento, eliminación y tratamiento de residuos, alumbrado público, medio ambiente, mejora de infraestructuras, recursos hidráulicos, etc. Pero no se puede incluir en el presupuesto de las distintas concejalías. Por tanto no hay que plantearlas como una mejora sino como una restricción a la autonomía de la gestión municipal y por tanto de reducción de la soberanía de los municipios.
Este año el ayuntamiento cuenta con un superávit de 600 mil euros que obligatoriamente se tiene que invertir en Financieramente Sostenibles. El equipo de gobierno tiene ya reservados más de 400 mil euros en proyectos que desde Sí-Podem creemos necesarios y prioritarios. Quedan por tanto casi 200 mil euros, los cuales podría decidir la ciudadana de Petrer donde invertirlos activando el proceso de presupuestos participativos.
Hasta que los ayuntamientos recuperemos la soberanía que nos ha arrebatado el PP con sus políticas de ajuste presupuestario, al menos, que la ciudadanía pueda decidir en que gastar el superávit del presupuesto que tiene que ir a las inversiones financieramente sostenibles.