Ésta es la conclusión del balance que hacemos de los dos primeros años de gobierno del tripartito formado por PSPV, EUPV y Compromís en el Ayuntamiento de Petrer. Mayor talante de dialogo, preocupación por los temas sociales y una buena gestión de las cuentas, pero en el ecuador de la legislatura aún no se han acometido las reformas necesarias para transformar la institución local tal y como viene reclamando la ciudadanía de Petrer.
El modelo de gestión municipal surgido de la transición está enfermo. Burocracia, clientelismo, opacidad y desconexión de la realidad, junto con la corrupción han sido los síntomas del deterioro paulatino de la institución más cercana a la ciudadanía. Hacía falta un cambio para profundizar en la democracia implementando políticas valientes y decididas que tuvieran como objetivo el rescate de la ciudadanía, la transparencia, las medidas anticorrupción y la participación ciudadana, como pilares del cambio.
El tripartito, con el alcalde socialista Alfonso Lacasa a la cabeza, se ha limitado a realizar gestión con otro talante de la misma institución que heredaron del PP. Reconocemos avances pero continúan sin cuestionar el modelo. Por ejemplo se han bloqueado las auditorias, ciudadanas o no, de las deudas, tanto la bancaria como las generadas por con otras instituciones y empresas. Tampoco se han auditado los procesos de privatización y externalización. Mecanismo éste, el de las auditorias, fundamental para garantizar una verdadera transparencia en la gestión municipal, analizando las fallas del modelo para poder corregirlo y mejorarlo. No podemos darnos por satisfechos con un «portal de transparencia», pues nos estamos quedando en la superficie.
En el ámbito de la participación (abrir el ayuntamiento a la ciudanania), se han dado pasos muy tímidos. Tenemos un nuevo reglamento de participación pero en estos dos años aún no se ha producido ninguna rendición de cuentas, ninguna audiencia pública, ninguna asamblea ciudadana o ningún proceso donde se reclame la participación directa de la ciudadanía. Cómo vamos ha garantizar una ciudadania activa y consciente si no se ponen en marcha mecanismos para que las vecinas y vecinos de Petrer puedan decidir.
El expolio y el transvase de recursos públicos a entidadades privadas se ha ido realizando con las privatizaciones y externalizaciones de servicios. Un negocio suculento para unos pocos que ha provocado menor calidad en los servicios que se deben garantizar, un aumento de la deuda municipal y una precarización de las condiciones de trabajo. Además las contratas generan mayor opacidad en la gestión. No es de extrañar que la mayoría de los casos de microcorrupción y corrupción que han salido a la luz hayan tenido que ver con la gestión de servicios en manos de contratas. Una política de cambio apostaría decididamente por recuperar el sector publico municipal que ha sido conscientemente debilitado. Pero este gobierno ha perdido muchas oportunidades. El centro de día de menores, mantenimiento de jardines, la limpieza de dependencias municipales, recogida y tratamiento de basuras, suministro de agua potable… Ni rastro de las prioritarias re- municipalizaciones.
Otro modelo de gestión priorizaría una fiscalidad progresiva de manera contundente. No es más justo que todos paguemos por igual. Los que más tienen deben de hacer un mayor esfuerzo fiscal solidariamente con los que menos tienen. Es necesario por tanto acomenter reformas también en el bloque de los ingresos del presupuesto municipal.
El paro y la precariedad es otra de las deudas pendientes de este ejecutivo. El empleo público es la única manera que tiene este ayuntamiento para garantizar trabajo estable y digno. Pero todos los esfuerzo siguen destinados a mantener un caro dinasaurio como es la ADESP que sigue centrándose
en el autoempleo, sin potenciar otras formas mixtas de cogestión o autogestión cooperativa.
Por último, la ciudadania reclama una institución municipal fuerte, capaz de garantizar los recursos y los servicios que necesita la población. Y eso se hace reclamando soberanía y desobedeciendo las leyes impuesta desde el gobierno central que ahoga la capacidad de los municipios.
¿Qué diferencia hay por tanto con otros gobiernos locales?, pues en esencia muy poco, talante, refuerzo de los servicios sociales y deportivos, una buena gestión económica y de las concejalias, sin saltarse el marco impuesto por el régimen del 78, con unos servicios que se gestionan casi solos. El pueblo reclama políticas más decididas para hacer de nuestro municipio un lugar donde podamos sentirnos bien, vivir dignamente y donde el ayuntamiento garantize nuestros derechos y necesidades reforzandose y recuperando soberanía. Este gobierno por ahora no ha sido capaz de intentarlo, ya sólo quedan dos años, aún están a tiempo.
Círculo Podem Petrer.