El pasado viernes por la mañana nos desayunábamos, con gran sorpresa, la dimisión de Alfonso Lacasa Alcalde de Petrer. Sorpresa por el silencio guardado por el grupo municipal socialista en este tema. Nada sabíamos sobre el deterioro de la salud del alcalde y eso que un día antes habíamos coincidido con él en un acto de la concejalía de turismo. Nuestra primera reacción ha sido de preocupación por su estado de salud. Reconocemos su compromiso y su dedicación en el cargo y su talante dialogante e inclusivo que ha caracterizado su mandato y le deseamos una pronta recuperación.
Queremos dejar claro desde el primer momento que nuestro compromiso por mantener al PP fuera de la institución local sigue inquebrantable. Pero esta dimisión va a generar unos cambios importantes que afectan a la gobernabilidad del ayuntamiento, donde están implicados muchos actores políticos, ya que existe un delicado equilibrio de fuerzas que sostenían a Alfonso Lacasa en la alcaldía. El PSOE local ha manejado con gran torpeza esta crisis y ha provocado crispación entre sus socios de gobierno.
Pero más allá de la errada decisión unilateral del PSOE, lo que sí es cierto es que abre un nuevo ciclo y también una oportunidad única para profundizar en la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía de Petrer. Nueva etapa, porque aún reconociendo la legitimidad de Irene Navarro para substituir a Alfonso, al ser la número dos de la lista con la concurrió el PSOE local a las municipales, y estando de acuerdo en que lo importante son los proyectos y no las personas, la realidad es que las personas que lideran estos proyectos los impregnan con su singularidad, con su estilo y los hace únicos. Sí-Podem dió su apoyo a Alfonso, pero no conocemos las intenciones de Irene, que por otra parte se ha declarado muy cercana a las posiciones de la derrotada en primarias, Susana Díaz, más alejada al acuerdo con los partidos a su izquierda. Esta circunstancia nos genera dudas razonables de las declaraciones de continuidad que se lanzan desde las filas socialistas y pensamos que el equilibrio alcanzado para mantener al PP fuera de la institución puede peligrar si no hay una voluntad compartida. Apelamos al PSOE y al nuevo equipo de la señora Navarro a tener la altura política necesaria para seguir impidiendo que el Partido Popular y sus políticas antipersonas recuperen el gobierno.
Al mismo tiempo es una gran oportunidad para hacer balance y diseñar los dos años que quedan, donde ya no hay tiempo que perder, y menos por cuestiones internas ya que el tripartito muestra síntomas de desgaste y limitaciones. Un gobierno que ha mejorado sustancialmente la gestión diaria pero que no ha implementado las medidas necesarias para transformar la institución más cercana a todas y todos. Un verdadero gobierno del cambio debería implementar políticas que solucionen los problemas reales de la gente, que profundicen en la democracia haciéndoles participe de las decisiones más importante y que les
afecta directamente. Un gobierno que abra puertas y ventanas para que la institución sea transparente a la fiscalización ciudadana, devolviéndola a sus genuinos propietarios, el pueblo.
Sí-Podem está dispuesto a sentarse con el tripartito para marcar unos objetivos concretos para estos dos últimos años, renovando un acuerdo de investidura donde se incluyan medidas reales y necesarias para avanzar en políticas transformadoras que beneficien a la mayoría social. Por tanto, a pesar de las políticas erráticas del PSOE y del tripartito, mano tendida para avanzar, mejorar y transformar.