Ahora que ya han pasado unos días, al respecto de los atentados terroristas en Catalunya en primer lugar me gustaría mostrar mi más firme rechazo contra la barbarie yihadista y mi solidaridad y cariño con las víctimas; además, Barcelona me toca de muy cerca porque tengo familia viviendo allí y voy prácticamente cada año desde que era un niño.
Dicho esto, y al respecto de la cantidad de tonterías y mentiras malintencionadas que se están vertiendo desde muchos medios de comunicación y desde particulares a través de sus perfiles en redes sociales, quería comentar una serie de puntos:
- Respecto al tema de los bolardos, que ya está adquiriendo el cariz de cuñadez suprema, comentar que son un elemento urbanístico que suele utilizarse con fines de seguridad. Hasta aquí bien. Entender su uso como la medida defensiva o disuasoria definitiva es una tontería supina. El método del atropellamiento masivo es solo uno de tantos de los que los yihadistas han usado para atentar; así, y por recordar algunos casos que seguro todos tenemos en mente pues se han producido en Occidente y por tanto han recibido una cobertura mediática completa, en París se utilizaron armas de fuego y armas blancas, en Bruselas explosivos, en Manchester nuevamente explosivos, y remontándonos en el tiempo en Nueva York se usaron aviones comerciales secuestrados, por apuntar solamente algunos casos. Los bolardos no pueden ni impedir estos atentados ni servir como medida disuasoria; en primer lugar, aunque los coloquemos en ciertos puntos de las ciudades quedan muchos otros donde podrían cometerse los atropellos, y en cualquier caso los terroristas siempre pueden utilizar cualquiera de las restantes formas de atentar. Si no paran de mencionarse es por un interés político de gente a la que poco importan las víctimas y sí mucho desprestigiar ciertos gobiernos municipales.
- Los atentados yihadistas en Occidente son un fenómeno minoritario si los comparamos con su incidencia en países árabes donde la religión mayoritaria es la musulmana. ¿Resta importancia esto a lo ocurrido en las ciudades occidentales o a las víctimas? En absoluto, pero desde mi internacionalismo permitidme que sienta igual el asesinato de una persona en Bagdad que en Londres. Esos países de los que muchas veces se habla prácticamente como si fueran un campamento del Daesh gigante y nada más lejos de la realidad, son los principales afectados por esta barbarie. A ver, sino, de qué creemos que huían todos esos refugiados y refugiadas a los que hemos cerrado mayoritariamente las puertas o hemos dejado morir en el Mediterráneo. Así, solo por poner algunos ejemplos porque por desgracia podría estar horas escribiendo, tenemos el ataque a una escuela en Peshawar (Pakistán) en Diciembre de 2014, donde murieron más de 145 personas que en su mayoría eran niños (imaginad algo así en Occidente), los atentados en Damasco y Homs (Siria) del 22 de Febrero de 2016 donde murieron casi 200 personas, el coche bomba en Bagdad (Irak) de Julio de 2016 en el que murieron 213 personas que se encontraban en una zona comercial, etc., etc., etc. De todos éstos apenas escucharás o leerás hablar en los medios.
- Podemos, IU o partidos independentistas como la CUP no son responsables de los atentados de Catalunya, ni son cómplices de sus responsables, por favor. La utilización política de los atentados debería tener ciertos límites; por supuesto dichos límites deberían venir marcados por la decencia y la honestidad personal de cada uno y una, pero dado que hay mucho malnacido ahí fuera, la ley debería actuar en los casos más flagrantes. Y aquí no hablo de lo que una persona anónima, como yo mismo, escriba en sus redes o diga en la calle, allá cada cual, con su conciencia, pero se han realizado declaraciones por parte de políticos y periodistas estos días que van más allá de la indecencia que se les presupone a sus autores y autoras. El tema de que Ada Colau se ríe de las víctimas (obviando intencionadamente que se trata de una sonrisa amable que dedica a alguien en el contexto de una conversación privada) me parece brutal; y no, no «soy» de Podemos ni de Barcelona en Comú ni nada de eso, pero como digo todo tiene un límite.
- Al yihadismo no se lo combate con bolardos o «cerrando todas las mezquitas, expulsando a los moros y cerrando las fronteras», ni con los métodos nazis que propone tu cuñado. Al yihadismo se lo combate, en primer lugar y siendo esto lo más importante, cortando sus vías de financiación. Buena parte de dicha financiación proviene de la connivencia de algunos gobiernos para con el Daesh, y aparte de algún ejemplo menor como es el caso de Turquía, aquí destaca de manera extraordinaria el caso de Arabia Saudí, donde sus élites económicas financian a esta organización terrorista con el apoyo de su monarquía. Esa monarquía tirana y asesina con la que la nuestra, y nuestro gobierno, mantiene una cordial relación fundamentada en acuerdos comerciales. Pero no solo España, sino buena parte de los países occidentales más poderosos; ¿recordáis cuál fue el primer viaje internacional de Donald Trump? Efectivamente, Arabia Saudí. ¿Recordáis aquellas imágenes en las que bailaba una danza tradicional árabe, en tierras saudíes? ¿Por qué creéis que un hombre que es un reconocido xenófobo, que siente una animadversión evidente hacia todo lo que no sea puramente norteamericano y blanco, se «rebaja» a bailar con lo que él seguramente considera algo así como sucios moros? Pues porque Arabia Saudí tiene petróleo, tiene dinero (valga la redundancia) y cuando los intereses económicos capitalistas entran en juego, el hecho de que en dicho país las decapitaciones estén a la orden del día, de que las mujeres o las minorías vivan un auténtico infierno o de que allí se financie al terrorismo que luego atenta aquí pasa a un segundo plano; Donald Trump, solamente el primer día de aquella visita, ya había firmado un acuerdo militar por valor de 110.000 millones de dólares. Evidentemente los medios conocen bien este hecho y enseguida se lanzan a atacar de forma contundente a la izquierda, al independentismo catalán, etc. para confundir al personal, no vaya a ser que la gente empiece a atar cabos. Es una auténtica vergüenza y algo que, sin lugar a dudas, la historia nos echará en cara, que sigamos permitiendo que nuestro gobierno y nuestra Casa Real continúen manteniendo relaciones con esa gente.
- Proclamar que hay algún grupo político en España (o siquiera un individuo que esté en su sano juicio) que apoye, justifique o reste importancia a los atentados es de estar como un cencerro o ser una mala persona. Aquí solamente voy a permitirme excluir a la extrema derecha fascista, que ve cada atentado como una oportunidad para seguir creciendo y extendiéndose por toda Europa.
- Proclamar o difundir teorías completamente absurdas como la de que los manteros sabían que se iba a producir el atentado y otras que he leído por ahí, es nuevamente digno de personas que o no están en su sano juicio o que solamente pretenden hacer daño. No voy ni a perder tiempo en explicar esto.
- Por último, me gustaría pedir a aquellas personas que entiendo no se consideran cercanas a la extrema derecha pero que sí están comprando su discurso, que por favor lo piensen dos veces porque están cometiendo un grave error que nos pone en peligro a todos y todas. Ya se han cometido ataques islamófobos contra personas y contra establecimientos estos días, y no querer entender que la gran mayoría de población musulmana reniega de este terrorismo yihadista tanto como la cristiana (o cualquier otra religión) o la atea es nuevamente tener algún problema importante en la cabeza. Por favor, dejemos de lado el racismo y la xenofobia.
No me gustaría tener que recordar a dónde nos han llevado situaciones similares a las que estamos viviendo ahora mismo en el siglo XX: crisis económica del capitalismo, auge de la extrema derecha, etc. En la segunda guerra mundial nos costó 50-60 millones de muertos, más que la población total de España.
Daniel Madero