La nueva concesionaria, Marsegur, le ha reducido a los trabajadores 500 euros de sueldo al mes, provocando un conflicto similar al de los aeropuertos
David Torres, diputado en Les Corts Valencianes de Podemos-Podem, se ha querido sumar a la protesta que han llevado a cabo los trabajadores y trabajadoras del servicio de vigilancia del Hospital San Francesc de Borja de Gandia frente a la Conselleria de Sanitat. Los trabajadores protestan porque la conselleria dirigida por la socialista Carmen Montón aprobó la cesión del servicio a la empresa Mansegur, una de cuyas primeras medidas fue reducirles un 40% el sueldo, unos 500 euros al mes.
«De la misma manera que ha pasado con la seguridad de los aeropuertos, por el cambio de concesión de una empresa a otra los trabajadores y trabajadoras están padeciendo recortes de su sueldo de hasta el 40%», ha explicado David Torres, «y no se les han respetado los derechos que tenían adquiridos con la anterior concesionaria, como el finiquito que les correspondía al producirse la subrogación del servicio.»
«Creemos que la conselleria debería dar una respuesta inmediata«, ha continuado el diputado de Podemos-Podem, «porque estamos hablando de la seguridad tanto de los usuarios como de los médicos y profesionales sanitarios del Hospital San Francesc de Borja.»
Los representantes sindicales de los guardias han presentado un informe en la propia conselleria donde detallan los inclumplimientos técnicos producidos a su juicio durante el proceso de subrogación del contrato de concesión. En él denuncian varias deficiencias, como la falta de revisión del material necesario para la prestación de servicio y otras irregularidades, y solicitan la rescisión del contrato de concesión con Marsegur.
Los trabajadores ya convocaron una huelga el pasado julio, y han denunciado que la conselleria movilizó personal ajeno al hospital para «reventarla». Por ello han pedido la solidaridad de los compañeros y compañeras del sector.
Los trabajadores han protestado con pitos y consignas mientras uno de ellos se disfrazaba de pirata y amenazaba a un muñeco que representaba a los propios guardias en actitud mendicante y con un letrero que decía: «trabajo 162 horas al mes y te protejo de agresiones y robos por menos de 800 euros«.