En enero de 2015, a cuatro meses de las elecciones municipales, el Alcalde de Alcoi Toni Francés anunciaba en prensa que durante aquel mismo año iban a ejecutarse las obras de reforma de la calle Entença. Las promesas hechas en campaña y precampaña no se llevaron a cabo, tampoco en 2016, ni tampoco lo serán en 2017.
El regidor de Guanyar Alcoi Cristian Santiago opina que «lo cierto es que de forma muy sospechosa este proyecto ha ido retrasándose para que empiece a construirse durante el 2018 y las obras finalicen en 2019, coincidiendo con el año electoral, el cual nos hace dudar de los intereses del Gobierno en estos retrasos. No sólo estas obras, sino también otras proyectos que consideran capitales como la isla de Rodes o la urbanización de la Colonia de Aviación«.
El regidor informa que «evidentemente tenemos que hacer una crítica por los retrasos que se han producido, que muestran la poca agilidad y capacidad de gestión de este Gobierno o bien los intereses partidistas de Toni Francés y su equipo. Sin embargo, como desde Guanyar Alcoi consideramos este un proyecto importante para la ciudad, realizamos cuatro bloques de alegaciones en cuestiones como las redes de telecomunicaciones, la integración de las actuaciones en el plan de movilidad o sobre deficiencias en la exposición pública del proyecto«.
Al mismo tiempo Santiago lamenta que «de los cuatro bloques, sólo dos de ellos se han estimado parcialmente: uno es que en el proyecto de Entença se tengan en cuenta el plan de movilidad del Ayuntamiento de Alcoi y otros estudios como el Plan de Accesibilidad porque se coordinan con el mismo. Otro bloque estimado parcialmente es el en lo referente a las deficiencias en la información al documentos de exposición pública y a la mejora de distribución del espacio a las calles para no entorpecer el paso de los peatones. Las demandas de los otros dos bloques, que se englobaban dentro de las redes de telecomunicaciones, han sido desestimadas» y añade que «hubiera sido interesante, tal como pedíamos, que las redes de telecomunicaciones hubieran sido construidas y gestionadas por parte del Ayuntamiento y que, posteriormente, se alquilasen a aquellas empresas interesadas. Creemos que el hecho que la red de telecomunicaciones fuera pública habría sido muy beneficioso para la ciudad y, además, este gasto en poco de tiempo estaría amortizada gracias a los ingresos provenientes de las compañías de telecomunicaciones repercutiendo así al aumentar los ingresos de la ciudad«.