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Un lunes más pensionistas se han concentrado frente al Centro de Salud en la plaza Clot de Joan de
Paterna, para reiterar su oposición a unas pensiones privadas y en defensa del sistema sanitario y por las
ayudas a domicilio dentro de la ley de dependencia. Donde se ha dado lectura al comunicado de la
Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, que recogía las siguientes
declaraciones.
Llevamos un tiempo advirtiéndolo, “quieren privatizar las pensiones”, y ya ha llegado el momento. La
clase trabajadora nunca ha conseguido nada sin arrancarlo en la calle. Si llegamos a tener colegios para
nuestros hijos e hijas, si tenemos un centro de salud en el barrio, si existe ayuda a domicilio para las
personas dependientes o mayores, todo fue gracias al empeño de compañeras y compañeros que lucharon
por ello, que se manifestaron en la calle, que cortaron una carretera para llamar la atención de sus
representantes, que se manifestaron a las puertas de nuestras instituciones… Y todo eso se consiguió
gracias a su esfuerzo en conseguir lo que beneficiaba al conjunto social, tanto a quienes no tienen nada
como a quienes pueden permitirse pagárselo todo.
Y de un tiempo a esta parte, con la disculpa de mejorar los servicios públicos, nos los están
“externalizando”, palabreja usada por quienes gobiernan para edulcorar la realidad, ya que lo que hacen
en realidad es privatizarlos. Y llegamos al momento actual y nos encontramos con:
Un sistema sanitario deteriorado, sin que se haya tomado una sola medida para actuar contra sus graves
problemas estructurales. El personal profesional está cada vez más agotado y precarizado. Las listas de
espera alcanzan su nivel más alto en 20 años. Los centros de salud están incapacitados para realizar sus
tareas de prevención y atención domiciliaria. Mientras, la sanidad pública agoniza. Se han repartido a
diestro y siniestro miles de millones de euros de los fondos COVID entre los mismos que llevaban
décadas parasitando el sistema sanitario y los seguros privados alcanzan cifras récord.
La ayuda a domicilio es una de las prestaciones principales de la Ley de Dependencia y, en términos
cualitativos, una de las más deseables. Y la tenemos en manos de empresas que «no tienen vocación de
servicio público y que sólo buscan beneficios. Una atención domiciliaria a la dependencia y a las personas
mayores deficitaria y que se mantiene gracias a una mayoría las trabajadoras que ponen su tiempo y su
esfuerzo en prestar el mejor servicio que pueden, frecuentemente mal pagadas y con horarios y contratos
cercanos a la explotación.
Seguimos teniendo una gran parte de la educación en manos de Centros privados -la mayoría en manos de
congregaciones religiosas-, mientras se escatiman fondos a la educación pública, recortando en
profesores, en material y en mantenimiento de los centros, fomentando conscientemente su deterioro en
detrimento de educación privada. No olvidemos que la escuela privada concertada nació en 1985 con la
excusa de que no había plazas suficientes en el sector público. Pero el panorama ha cambiado desde
entonces y ahora lo que falta es alumnado. Lo lógico, entonces, sería no renovar más líneas concertadas.
Pero se prefiere cerrar unidades y centros públicos a la vez que se renuevan y aumentan los conciertos. Es
decir, toda la ciudadanía regalamos dinero público a entidades privadas mientras se desmantela nuestra
educación pública que tanto nos costó conseguir.
Estamos permitiendo que nos destruyan todo por lo que hemos luchado tanto, y en este momento, la
última pata del estado de bienestar, LAS PENSIONES, se está intentando privatizarlas ante nuestra
mirada indolente y parasitada. Si las cosas salen como las sueña el ministro de Inclusión, Seguridad
Social y Migraciones, José Luis Escrivá, más de 13 millones de trabajadores, el 80% de la población
activa tendrá una parte de su pensión privatizada. Cientos de miles de millones de euros de ahorros de
nuestras cotizaciones, de nuestro dinero, dinero de todos, dinero público, será gestionado por la banca, las
aseguradoras y los grandes fondos de inversión exclusivamente en su beneficio. En nuestra mano está
impedirlo.

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