Israel ha desatado un nuevo ataque genocida contra la Franja de Gaza, en lo que denominó operación #Espadas de Hierro”.
Aviones de guerra y elejército de la entidad sionista bombardean en la Franja de Gaza. A la fecha se calculan más de 2.000 palestinas y palestinos muertos y 6.500 heridos y más de 340.000 desplazados de sus hogares. Número que crece por las y los miles de desplazados del Norte de Gaza. Hora a hora estas cifras crecerán.
La magnitud de la acción brutal de Israel se puede verificar al saberse que en una semana ha realizado más de 2.000 bombardeos con descarga de cerca de 6.000 bombas y de un peso total de 4.000 toneladas (datos AFP, EFE AP y Clarín, Argentina).
Netanyahu prometió dejar “en ruinas” la Franja de Gaza, un territorio de solo 43 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho, avisándole a su población cautiva que “se vaya” a pesar de que sabe que no puede hacerlo.
El ministro de Defensa israelí se jacta diciendo: “Hemos decidido cortar el suministro de agua, electricidad y combustible en Gaza”, en clara violación a la ley internacional de guerra, acrecentando de esta forma el bloqueo por aire, tierra y mar contra Gaza que viene desde 2007 transformándola en “la mayor cárcel a cielo abierto del mundo”.
Allí viven hacinados 2.300.000 palestinos, rodeados desde hace décadas por el ejército del estado sionista de Israel. Por eso lo que está sucediendo sería similar a decir que estarían bombardeando el campo de concentración de Auschwitz o el Guetto de Varsovia, bajo la Segunda Guerra Mundial. Un nuevo exterminio racista pero ahora sobre el pueblo palestino.
Las escenas son escalofriantes. Los habitantes de Gaza, en especial niñas y niños, están siendo asesinados por la descarga de misiles, bombas y armas sofisticadas por parte del sionismo israelí encabezado por el asesino Netanyahu y su denominado “gobierno de unidad nacional”. Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló que la aviación israelí ataca las ambulancias y que un alto porcentaje de los pacientes en ciudad de Gaza “son niños de 10 a 14 años, esto se debe a que la mayoría de los heridos son las mujeres y niños, ya que a menudo están en las casas que son bombardeadas”, dijo Aymar Al Djaronucha, coordinador de MSF (12/10/2023, Clarín, Argentina). El blanco del sionismo son hospitales, barrios populares, universidades, usinas eléctricas. Todo esto está provocando una verdadera crisis humanitaria.
Hasta el secretario general de la ONU ha denunciado el cerco a Gaza y pidió su levantamiento.
Han declarado la “guerra total” contra Palestina, amenazando con una invasión militar, convocando a 350.000 reservistas. El sionismo cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano y de la Unión Europea, entre otros gobiernos capitalistas.
Joe Biden se comunicó con Netanyahu y le ratificó que “Israel tendría todo lo que necesite para defenderse”. El gobierno de Estados Unidos anunció el envío de buques, aviones de combate y de un portaaviones nuclear hacia el este del Mediterráneo, para darle soporte a Israel en su ofensiva contra el pueblo palestino.
Joe Biden, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y el secretario general de la OTAN, hipócritamente, han dicho que Israel “tiene el derecho de defenderse”. De esa manera ponen de víctima a Israel y justifican sus actuales ataques genocidas, cuando el estado sionista se constituyó en 1948 usurpando la tierra histórica palestina. Israel no es ninguna “democracia” en la región, como sostienen falsamente sus usinas, sino que vino sosteniendo una política de colonización, de apartheid y de limpieza étnica mediante crímenes de lesa humanidad hasta la fecha.
¡El que tiene el “derecho a defenderse” de estas atrocidades es el pueblo palestino! En lo que va del año, 250 palestinos han sido asesinados, por los colonos y el ejército israelí, entre ellos 44 niños. El régimen sionista tiene más de 4.500 presos palestinos, muchos con condenas de 25 a 30 años.
Desde 1967 se calcula que 750.000 palestinos y palestinas pasaron por las cárceles sionistas.
Los colonos armados y apoyados por las fuerzas de seguridad matan, atacan las propiedades de los palestinos, mientras avanza inexorablemente la limpieza étnica, con la expulsión de palestinos a los que les derrumban las casas. Decenas de colonos de Israel, aupados por organizaciones de extrema derecha y ultra religiosas, han entrado, reiteradamente y por la fuerza, en la mezquita de Al Aqsa en la ocupada Jerusalén Este.
La mezquita es el tercer lugar más sagrado del mundo para los musulmanes.
En ese marco se dio la ofensiva palestina desde Gaza, encabezada por Hamas, el pasado sábado 7 de octubre. La cual no fue más que una desesperada reacción ante el hartazgo de un pueblo sojuzgado. Fue una expresión más del legítimo derecho del pueblo palestino a defenderse frente al crimen y el genocidio.
Desde ya lamentamos la muerte de civiles israelíes, de mujeres y niños.
Pero, ¿Quiénes son los responsables de esta guerra? No es Hamas ni los palestinos. Es el estado sionista y de Apartheid de Israel que, apoyado por los Estados Unidos, oprimen al pueblo palestino. Esta guerra no comenzó el sábado 7 de octubre con el avance de la resistencia palestina. Sino que comenzó hace 75 años con la ocupación de las tierras y casas por parte del sionismo, apoyado por los Estados Unidos. Ellos son los responsables de la guerra y de estas víctimas civiles israelíes y palestinas.
Los y las socialistas de la UIT-CI apoyamos incondicionalmente la resistencia palestina pero no le damos apoyo político a Hamás y a su gobierno en Gaza. Por otro lado, denunciamos la traición permanente de la Autoridad Palestina, dirigida por Al Fatah-OLP, que encabeza Mahmoud Abbas, desde Cisjordania. Pero Hamás ahora está en el campo de los que enfrentan al sionismo. Tenemos grandes diferencias en la medida que ellos son una corriente burguesa islámica, que apoya a Irán, a Qatar y quieren reemplazar a Israel por un estado palestino religioso, teocrático. Nosotros bregamos por el reemplazo del apartheid de Israel por un estado único palestino, laico, no racista y democrático, en el territorio histórico de Palestina, donde puedan convivir plenamente árabes, judíos, cristianos y otras religiones.
Más allá de esas diferencias con Hamas, todos somos parte del gran movimiento de la resistencia palestina. Por eso la apoyamos incondicionalmente y llamamos a la solidaridad internacional para con ella.
Hoy más que nunca, para derrotar la ofensiva criminal de Israel sobre Gaza y el pueblo palestino, hay que salir a las calles de todo el mundo para parar los bombardeos y el cerco genocida a la Franja de Gaza. El ultimátum del ejército de Israel a que se retiren casi un millón de palestinos/as del Norte de Gaza, sabiendo que no existen ninguna condición para ellos, es una muestra más de su política colonial y de limpieza étnica. El pueblo palestino lo considera y denuncia, como una nueva «Nakba» (catástrofe) como se llamó a la limpieza étnica cunado se concretó en 1948 la fundación del estado sionista de Israel. Por otro lado, es una amenaza de una nueva invasión militar a Gaza.
En solidaridad con el pueblo palestino se han dado grandes movilizaciones en países del Medio Oriente, en especial del Líbano, en Túnez miles se movilizaron, en EEUU, Inglaterra, estado español, Turquía, en Latinoamérica y en tantas otras partes del mundo. En París, a pesar de la prohibición del reaccionario y racista Macron, varios miles de manifestantes desafiaron la prohibición de manifestarse y la represión, para expresar su solidaridad con Palestina. En marchas en Nueva York, de apoyo al pueblo palestino, sorprendió la presencia de jóvenes judíos con carteles que decían: “Judíos contra el Apartheid”, “Descendientes judíos de sobrevivientes del Holocausto contra el Apartheid israelí” o “No en nuestro nombre”, “Basta de armas para Israel”.
Hay que redoblar ese camino en todo el mundo. Y que los pueblos exijan a sus gobiernos: Ruptura de todos los acuerdos económicos, políticos y militares con Israel. No al envío de armas a Israel y basta de ayuda financiera y militar de Estados Unidos a Israel. Que se retire la flota yanky de las cercanías de Israel y Medio Oriente. Que los pueblos de los países árabes, con su movilización, exijan a sus gobiernos que apoyen a la resistencia palestina con todo lo que ella reclame y, en especial, a los que han reconocido a Israel (como Egipto, Marruecos o Emiratos árabes), ¡que rompan relaciones ya! ¡Toda la solidaridad con el pueblo palestino!
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos la realizar movilizaciones unitarias para terminar con la escalada genocida de Israel.
¡Alto ya a los bombardeos criminales a Gaza! ¡Basta de cerco genocida!
¡Ruptura de relaciones con Israel!
¡Liberación de las y los presos palestinos!
¡Todo el apoyo a la resistencia palestina!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)