Activistas del colectivo antiespecista València Animal Save realizaron el pasado sábado una línea silenciosa en la plaza de la Virgen para mostrar su rechazo a la granja de pulpos que nueva pescanova pretende abrir en Gran Canaria «a pesar del extremo sufrimiento e impacto medioambiental que conllevaría», comentan desde el colectivo que se posicionan en contra de todo uso animal ya sea en alimentación, vestimenta, entretenimiento o por ejemplo, experimentos con animales.
El acto consistió en unas personas paradas sujetando carteles y unas letras con la palabra pulpos, mientras otras personas informaban del sufrimiento que conllevaría la apertura de esta granja sumado al impacto medioambiental.Además, se recogieron firmas y se informó sobre el veganismo, una filosofía ética de vida que excluye toda explotación animal.
Nueva Pescanova pretende producir 3.000 toneladas de pulpo al año, lo que se traduce en un millón de animales.Las condiciones extremas que produciría esta granja, han sido rechazadas por científicos, biólogos y otros expertos.
Los planes de la empresa española, revelados a través de los documentos, son que los pulpos, que son animales solitarios acostumbrados a la oscuridad, se mantengan en tanques con otros de la misma especie bajo una luz casi constante. Unos 10-15 pulpos viviendo en cada metro cúbico de tanque y entre otras cosas, se pretende acabar con su vida utilizando agua helada de hasta -3 grados.
«Hemos realizado esta acción para apoyar el Savetheoctopusesfest que se está llevando a cabo en Gran Canaria para que no logren abrir allí una granja de pulpos que implicaría una nueva forma de crueldad animal como consecuencia del especismo y del hecho de consumir animales y también las consecuencias negativas desde el punto de vista ecológico», explica M. Jesús Puertes, una de las coordinadoras de València Animal Save.
Desde València Animal Save también recalcan la necesidad de educar a la infancia en valores antiespecistas explicando la realidad de los animales desde el principio para que sean conscientes de la misma y puedan empatizar con todas las especies.
UNA BIÓLOGA EXPLICA SU OPINIÓN AL RESPECTO
Rosa Más es bióloga y colabora en colectivos como Feumve para proteger a la infancia vegana y en cuanto a la granja de pulpos, expresa su rechazo a la misma.
«Abrir una granja de pulpos no es una buena noticia porque sumamos una explotación más a la larga lista existente, pero esa instalación no influye en el número de animales muertos en absoluto. De hecho, se pone en marcha porque hay una gran avidez por consumirlos. Lo realmente cruel es la base, el especismo, considerar que los animales sintientes carecen de Derechos. No hay diferencias entre granjas y redes, en ambos casos, los organismos marinos son recursos a disposición y capricho del ser humano.
Los pulpos, al igual que las demás especies animales, tienen interés por vivir, por interaccionar con otros individuos, por tener experiencias y desarrollarse. Sufren dolor y estrés, felicidad y emociones positivas, razones más que suficientes para rechazar su uso, más allá de las circunstancias de la explotación. Obviamente, si se considerasen los Derechos Animales, no existirían granjas de pulpos ni de ningún otro animal. Tampoco la pesca ni cualquiera de la infinidad de situaciones en las que se les perjudica.
En las granjas, a los pulpos se les mata con agua helada, método que produce indignación por parecer especialmente cruel, pero no hay ninguna diferencia entre la congelación y la muerte por asfixia en la cubierta de un barco pesquero. En ambos casos se trata de matar a alguien que no quería morir», declara.
DEFIENDEN LA LIBERACIÓN ANIMAL
Diego Nevado, colaborador de prensa en València Animal Save ha señalado que la explotación animal es innecesaria y se puede vivir perfectamente sin consumir productos de origen animal y que, en consecuencia, animan a conocer las alternativas vegetales.
«Hoy en día el pulpo y otros productos se pueden disfrutar en versión vegana con un sabor difícil de distinguir, pero evitando la crueldad y el impacto medioambiental», explica.
«No pararemos de salir a la calle a mostrar a la gente el porqué plantearse cambiar nuestros hábitos alimenticios y de lo injusto, innecesario y dañino que es seguir financiando la matanza de seres sintientes.Podemos comer y llevar una vida saludable a cualquier edad tomando alimentos libres de animales o sus derivados. ¿Por qué seguir haciendo del mundo un infierno para ellos?», Zanja, la coordinadora.
Los futuros actos el colectivo podrán conocerse a través de las redes sociales «València Animal Save» que animan a firmar contra la apertura de la granja en este enlace:https://vlcanimalsave.org/pulpos/ y ver en Netflix el documental «lo que el pulpo me enseñó» que ganó un Óscar en 2021.