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Sin imaginación no hay ciencia

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Texto: Ángeles Sanmiguel

Carl Sagan científico exobiólogo y escritor defendía como razonable la existencia de vida  en un millón de planetas de nuestra galaxia, “vida inteligente y civilizaciones avanzadas”. Por su parte el astrónomo y escritor Stephen H.Dole en “Planetas habitables para el hombre” plantea la probabilidad  de formas de vida  en seiscientos cuarenta mil  planetas de nuestra galaxia. En base a ello destructivas potencias planean invadir territorios astrales para expandir su imbecilidad ¿Robotización como gleba? “La imaginación es la clave tanto en ciencia como en literatura” sentenciaba el médico endocrinólogo Ramón Gomis i Barbará, catedrático en la Universidad de Barcelona y dramaturgo durante la conferencia celebrada en L´Octubre Centre de Cultura Contemporàniatitulada:Ciencia a través de la literatura.“Los escritos científicos de Galileo  ¿son literatura o ciencia?” pregunta  la periodista Reis Juan autodefinida como “mosca collonera en RTVV”.  “Hay mucha ciencia en los textos de Chéjov -escritor y médico ruso, autor entre otras obras deEl tío Vania-”, apuntaba Juan. “En el mundo científico la gente va a lo que le interesa, los matemáticos a matemáticas puras”.  

¿Existe ciencia en la guerra? ¿Existe ciencia en el poder? ¿Existe ciencia en la tortura? Avances científicos se instalan en represiones, genocidios y estrategias tanto políticas como militares configurando un panorama indescriptible de terror y muerte. ¡El número de víctimas es lo importante! El exterminio automático ¡el objetivo! Asesinar en las cámaras de gas nazis se denominó “muerte piadosa”, en ellas aplicaron el conocimiento científico para masacrar despersonalizando el acto criminal.  August Becker, mediocre investigador, funcionario de las SS, proyectó la primigenia cámara de gas con monóxido de carbono en un furgón  herméticamente cerrado, “los camiones de la muerte”,  al que se le enchufaba  el tubo de escape, posteriormente utilizarían cianuro de hidrógeno en los campos de concentración. También la ciencia psicológica es herramienta para atormentar y esclavizar, tanto en la violencia machista como enla manipulación masiva.  Armas biológicas, “bioarmas”, -con el médico AntonDilger como precursor- propagan toda clase de virus desde la aterradora viruela hasta cualquier patógeno o químico conformando un pavoroso arsenal elaborado en biolaboratorios como el de Porton Down  en Reino Unido, Edgewood en Estados Unidos, Wuhan  en China, Kazajistán, Armenia, Georgia, Azerbaiyán,  Ucrania, Kenia, Liberia, Yibuti  Tanzania, Nigeria, República Sudafricana, o en instalaciones enmascaradas. El historiador Ulf Schmidt escribiría que en mil novecientos quince “la moderna guerra química había comenzado”. Todo ser vivo  ha sido, y es, martirizado con vistas  a propagar plagas, desde humanos a equinos, vacunos, insectos, roedores cánidos murciélagos, primates, reptiles, ¿drones, agua? ¿Por qué no existe un programa de verificación  que garantice el cumplimiento  el Protocolo de Ginebra y la Convención sobre Armas  Biológicas y Toxicológicas? Cloro, tabún  gas sarín, ántrax, somán, fósforo blanco, gas mostaza, el citado virus de la viruela, del carbunco, ébola, Zika  ¿”Bioarmas” a medida de  perfiles raciales y étnicos?

Machismo y fanatismo  se ceban  tanto en literatura como en ciencia, Hypatia de Alejandría, matemática, astrónoma y escritora acapararía las iras envidiosas de un líder cristiano. Fue desnudada, desollada y descuartizada por una chusma de sicarios que luego quemaron sus restos. Ya en el siglo veinte infinidad de universitarias, en España,  vieron  truncada  su vocación científica al quedar embarazadas cuando anticonceptivos  y aborto  eran delito. ¿Volver a ¡eso!? Refiriéndose a  la dramaturga británica Mary Shelley, Reis Juan se pregunta “si era consciente de que escribía ciencia” al gestar “una novela impregnada de ciencia”, algo cuestionable sin su entorno científico, sinello “no hubiera habido un Frankenstein”. ¿Crear vida química? Rosa Fabregat, escritora y farmacéutica,  tiempo atrás “hablaba de un embrión congelado”. ¿Datos científicos considerados secretos llevan  a prisión  o a la muerte  a quien las publica?AldousHuxley escritor británico, manifiesto experimentador de drogas como la mescalina,  de “familia de científicos, estudió Medicina”, aventuraba la creación de “trabajadores seguros” y la “manipulación genética”, postulados predictivos que “son temas muy actuales” desarrollados desde la literatura  por “gente con una clarividencia” abrumadora, comenta el químico, escritor y periodista  Xavi Durán i Escribà, interviniente en la charla mencionada.  

“La medicina tiene una parte de ciencia y una parte de humanismo” dictaminaGomisquien evoca que “tradicionalmente el médico era un personaje culto”, muchas familias posicionadas promocionaban a uno de sus vástagos, con o sin vocación, con o sin ética, siempre hombres, en contraposición a las seculares trabaspara mujeres con inquietudes intelectuales. “La basede la literatura es escuchar”, ¡escuchar! algo peligrosa y dramáticamente en desuso,existen facultades de Medicina que programan literatura como la Universidad de Oviedo o la Universidad de València con cursos que incluyen “El porqué del interés  de la literatura  y del cine en Medicina, La visión literaria de la relación médico-paciente, Los dilemas  de la investigación biomédica en la literatura”. ¿Por qué  hay tantos profesionales de la medicina dedicados a escribir? “Porque es la ciencia más cercana”, matiza Gomis.

¿Existe imaginación en la corrupción política? ¿yen la ciencia? En la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre llegó al poder “gracias al transfuguismo recompensado (presuntamente) del señor Tamayo y la señora Sáez”  -el denominado Tamayazo-. “La traición dio tan buenos rendimientos que el PP sigue en el poder de la comunidad madrileña desde entonces, ensayando incesantemente fórmulas privatizadoras en la sanidad», escribe Ángels Martínez i Castells política y profesora universitaria. ¡Ese es el quid de la cuestión!Robar y privatizar cualquier ciencia que pueda favorecer al pueblo.

“Juan José Gómez Cadenas (físico y novelista cartagenero) ha escrito thrillers impresionantes yel biólogo Martín Domínguez (valenciano, premiado por su novela “Mater” donde trata de la gestación por ectogénesis (desarrollo de embriones en úteros artificiales) con embriones sin enfermedades hereditarias)” son ejemplos de la simbiosis ciencia y literatura. “¿Quién le debe más a quién?”, ¿la literatura a la ciencia o viceversa? “¡La ciencia está aquí!” y en literatura se concentran sentimientos y  circunstancias. Al rascarbajo el caparazón de lapopularidad literaria no toda obra de trama científica se debe a profesionales del sector, “hablan de ciencia, de tecnología, sin saber” alimentándose de informacióne imprimiendo al relato giros fascinantes, tal es el caso de Julio Verne y H. G. Wells. Pero ¿y las mujeres? ¿qué hay de las escritoras de la denominada ciencia ficción? Raquel Moraleja periodista madrileña cita a Ursula K. Le Guin, completamente desaparecida en catálogos libreros españoles, a Octavia E. Butler (afroamericana), a Joanna Russ (“divertidísima”, lesbiana, feminista y activista) y por último a  Alice B. Sheldon (cuyo pseudónimo es  el de James Tiptree, Jr., quien “no tenía clara ni su identidad de género ni su orientación sexual”).En España la escritora francmasona Ángeles Vicente García, a finales del siglo diecinueve, escribió “literatura fantástica” y “ficción científica”.

“Si lo que se escribe en la máquina es una porquería”, ¡es una porquería!Curiosamente en las ferias del libro la literatura del personal científico apenastiene firmas mientrasyoutubers y famoseo copan al público.¿Premonición en cómics, libros y películas? Autores y autoras, “a partir de cierta información, son capaces de extrapolar”, apunta Durán. ¿España semillero de la no ciencia?¿Anulando la imaginación a toda costa?¡La imaginación es peligrosa que muera de hambre!¿Obstruirla cultura e investigación para vender sin disidenciasel país obedeciendo a directrices de “organismos supranacionales, no elegidos por nadie”, tal como los define la abogada saharaui, activista y editora  Lourdes Lucía?Entidades como el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio o la Organización Mundial de la Saludse han convertido en el desfibrilador que restablece el ritmo del país cuando la arritmia económica aparece en ese monocultivo  turístico programado.

¿Opacidad en ambientes científicos con respecto a accidentes laborales, enfermedades crónicas y muertes relacionadas con la actividad? ¿Contratos laborales sin fijeza yabstractas colaboraciones? ¿Precariedad laboral? ¿Alguien del sector se rasgará las vestiduras y escribirá al respecto?“Sé encolerizarme e insultar también, como cualquiera, lo que no sé es dar forma literaria a la expresión de estos afectos, por tanto he preferido abstenerme” confesaría el archifamoso psicoanalista y también escritor Sigmund Freud. ¡Ojo! Relatar o exteriorizar humores es peligroso para cualquier paladín. “Vivimos en una sociedad epidérmica  preñada de superficialidad en la que a quienes se comprometen y peleen por mejorar y cambiar las cosas se les persigue y aniquila”, dictaminó  el jurista jienense Baltasar Garzón.

“Científicos que salgan  en los medios de comunicación no hay”.  “Todo nos llega por algoritmos”, hay que “reivindicar las relaciones entre las personas para crecer en ciencia y en literatura” sentencia Juan.“La tecnología  puede ser fantástica pero puede alejar” siendoimposible asimilar tanta información.Ahora cualquier “cosa falsa es planetaria”. “La Inteligencia Artificial puede ser fantástica, también puede ser terrible, la máquina es lo que le han introducido, la maquinita decide, ¿qué será de la decisión del médico?”, cuestiona Gomis, “el futuro de las personas es el humanismo”. Pedro Duque astronauta español escribiría que “la ciencia está, por principio, sujeta  a permanente revisión”.La metafantasía  ha superado a la neofantasía. “En la tercera parte de Viajes de Gulliver, Swift -escritor irlandés del siglo diecisiete- describe un descubrimiento ficticio de dos lunas en Marte(lo cual resultó másadelante ser completamente correcto en todos sus datos)” publica el bioquímico y escritor Isaac Asimovsentenciando que: “De todas  las ramas de la literatura, la ciencia-ficción es la más moderna”.

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