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Texto: Ángeles Sanmiguel
“Los gatos no están solos, si te metes con ellos, te metes con todos”, “Información falsa
en La Sexta TV”, “¡Colonias felinas protegidas!”, “¡Seguimos en la lucha, político
escucha!”, “¡Queremos derechos para las colonias!”, “Esterilizamos, no
exterminamos!”. Miguel de Unamuno filósofo español resaltaría el optimismo que
convierte a las personas en poderosas ya que “pelean y no se rinden ante la adversidad”.
¿Por qué emponzoñados poderes se dedican a la persecución gatuna? ¿Será porque la
inmensa mayoría de personas cuidadoras de colonias felinas son mujeres? Luisa docta
letrada en Derecho Animal así lo atisba manifestando el sesgo machista en dichos
ataques dado el protagonismo de la mujer. ¿Será también por dinero? Tal parece que sí
ya que las administraciones oficiales “van a tener que pagar” el mantenimiento absoluto
de colonias lo que enerva a la grada vocinglera sacando a pasear el odio desestabilizador
que refuerza la acrecentada barbarie, “hay municipios en los que hay gente que
disparan a los gatos en la calle”. Discursos del entorno cinegético de clara tendencia
militarista y armamentística son convocados ante las cámaras para demonizar a felinos
apoyando el discurso con el perverso recurso de desórdenes como el denominado
síndrome de Noé.
Felinos, animales de compañía, en entorno de calle por el abandono del ser humano con
la nueva ley han de ser alimentados por los ayuntamientos “un dinero que no estaban
gastando”. ¿Cuánto tardará la maquinaria política autonómica de nueva impronta y
aquilatada maña en llevar a otro terreno tal presupuesto? Los felinos ayudan a la
convivencia con el ser humano asevera Elena de Pacma, puntualizando: “las aves no las
exterminan los gatos, son los ayuntamientos, tengo fotos de palomas gaseadas”,
¿órdenes de tirar los nidos en las podas del arbolado urbano? Socks, el gato adoptado
por la hija del expresidente de los Estados Unidos Bill Clinton, se convirtió en una
absoluta celebridad con página web y club de fans. En el calendario existen tres fechas
enunciadas como Día Internacional del Gato, dos decretadas por el Fondo
Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW) y una tercera por la animalista
Collen Piage en honor a felinos callejeros. Pues bien, ahora, aquí, en la España del
siglo veintiuno cuando la inteligencia artificial instala en el planeta la cuarta revolución
industrial, tal reconocimiento transnacional gatuno se ha convertido en un simple y
repulsivo vocablo: ¡plaga! ”Lo último es decir plaga, eso ya nos fulmina”.
En Instagram Grumpy Cat registra cifras astronómicas de seguimientos mientras que
Choupette, la gata birmana del diseñador Karl Lagerfeld, no le va a la zaga, en
Facebook el gato Psheen tiene su propio emoticono, por su parte Tik Tok cuenta con
Stepán y cientos de miles de hinchas, en Youtube la fama es de Dramatic Cat y su
multimillonaria cifra de visualizaciones, por último Tinder ofrece la pasarela gatuna
TopKatz. “¿Sabes lo que llevo aquí en la bolsa? salfumán para tus gatos”, “Nos han
llamado locas”, “Que la gente nos respete un poco, no respetan ni las casetas que ha
puesto el ayuntamiento”, personas envenenadoras dicen que “tiremos el veneno a la
basura”. Diariamente el suplicio y acoso soportados es indescriptible, algunas de estas
personas cuidadoras son responsables de varios núcleos felinos cubriendo la totalidad de
los costes, “una ecografía setenta pavos, un trauma de cuatrocientos a quinientos euros,

la pipeta de desparasitación es otro gasto”, momentáneamente algunos ayuntamientos
pagan la esterilización. Lola dedica diez horas diarias a la alimentación de varias
colonias, tanto con productos de húmedo como seco, encargándose asimismo de felinos
en acogida de pago. “Nos están multando por darles alimento en ciertos sitios, pero son
nuestras colonias, ahora ya están en doscientos veinte euros y cuatrocientos euros”; esta
mujer al igual que el resto de integrantes del cuantioso colectivo posee el carnet de
alimentadora de colonias e intercambia información con vecindario y policía en
asambleas comunitarias. ¿Qué pasará ahora con la Consellería de Bienestar Animal?
¿Éxodo del inamovible funcionariado por los vericuetos de la Administración? La
defensa del sistema CER (castración, esterilización y retorno al punto de salida) es
unánime como fórmula idónea a instaurar ininterrumpidamente todo el año. Entre las
muchas preocupaciones que conlleva la loable labor de cuidado gatuno descuella el
¿dónde instalar a las gatas en el postoperatorio de la esterilización no realizada por
lamparoscopia? sanitariamente “tenemos veterinarias que se portan muy bien”. ¿Cómo
respiran las administraciones oficiales al respecto? “No quieren que sean gatos urbanos,
quieren que sean asalvajados”. ¿Qué malévolo plan se esconde tras arrebatos en contra
de felinos urbanos? ¿Dinero de la agenda 2030? ¿Otra dosis de instigación a la
brutalidad? ¿Hasta cuándo aguijonazos en pos del enfrentamiento en la población a
sabiendas de que entre opinantes antagonistas la escucha es nula? ¿Escaqueo de
obligaciones oficiales? “Un pretexto muy común para evitar hacer algo que no se
desea, o que se supone que no le toca, consiste en culpar a otro”, dictamina el psicólogo
Sven Wahlroos. Con la única intención de crear audiencia y peligrosos enconos ciertos
negocios de comunicación sirven en bandeja misivas explosivas, ¿cuándo dejaran que la
población salga del agujero bananero y cavernario? ¿Permitirán al pueblo alcanzar lo
descrito por el filósofo y ensayista español George Santayana: “El punto culminante de
la vida es la comprensión de la vida”? Ahora le ha tocado el turno a gatos y gatas, la
fábrica come cocos no para, diariamente un nuevo alfiler clavado en el muñeco vudú
deshumaniza a personas empobrecidas, atosigadas, oscurecidas, deprimidas y
despistadas que no saben cómo zafarse de todo ello si no es estigmatizando. Opiniones
sesgadas en espacios informativos aburren, ¡A-B-U-R-R-E-N! de hecho quienes tienen
un mundo más allá de las pulgadas de su aparato reproductor audiovisual no
comprenden tanta zafiedad. “Si fuésemos libres, dado que a todos lo que más nos gusta
es lo culto y lo fino, tendríamos una televisión culta y fina; como la tenemos hortera, es
que somos esclavos del fenómeno económico-industrial” concluía el lingüista Rafael
Sánchez Ferlosio según apunta el filósofo Fernando Savater. Un símil de los Oscar de
la Academia hollywoodense es el Premio Patsy dedicado a cuantos animales no
humanos sobresalen en actuaciones fílmicas tal es el caso de Orangey, uno de los nueve
felinos que interpretaron a la gatita de la protagonista en “Desayuno con diamantes” y
que en la escena del beso bajo la lluvia asomaba la cabeza apretujado entre Audrey
Herpburn y George Peppard.
“Sentimos dolor. Nos tiras piedras, nos pateas, nos lanzas agua caliente, nos tratas de
atropellar. ¿Y si te lo hiciesen a ti? “Por el reconocimiento a las alimentadoras, los gatos
no son una plaga”. “Colonias felinas Quart de Poblet”. “Colonia felina Parc Central”.
Agresiones de toda índole son reiterativas, personalizadas, sangrientas e insultantes, con
intrusión en parcelas particulares, a perdigonazos contra los animales, matándolos a
sangre fría siendo crías, todo esto muestra la impune y desatada hostilidad existente.

“Me han escupido, me han dicho puta, no puedo ni denunciar en comisaría”, “yo he
llamado muchas veces a la policía y no han venido”, “me han roto los cristales del
coche”. Desgarradoras declaraciones de mujeres cuidadoras de colonias felinas
evidencian otra furibunda táctica lanzada por el basilisco televisivo alegando que “los
gatos son una plaga” legitimando la sed de sangre fresca. Diego activista animalista
precisa que “hace falta concienciación en los colegios” y a su vez censura el
“criminalizar una labor que durante años se hace altruistamente” en favor de la
comunidad. Para la evitación de salvajismos se ha instaurado una pequeña muesca
identificativa en colonias felinas “el símbolo de una vida digna, una marca en la oreja
cuando los esterilizamos, son libres y van a vivir mejor”. ¿Para cuándo la unidad
especializada en bienestar y protección animal de la policía local? “Con veinte
kilogramos al año no se alimenta una colonia”, “A mí hace nueve años que no me dan
nada” desde el consistorio aunque otras personas sí reciben el alimento para las
colonias, “sólo los amiguitos”. ¿Por qué se multa a los hogares de acogida llegando al
extremo de que “te los quitan para sacrificarlos”? La mencionada Lola
filantrópicamente se encarga del mantenimiento, esterilización, revisiones sanitarias,
vacunas, limpieza del entorno y de recipientes utilizados, reivindica “que no traten a los
gatos de la calle como si fueran de segunda mano”. ¿Por qué tanta violencia verbal y
física por algo que “al fin y al cabo pagamos”? “Tenemos que reivindicar esos gastos”.
Millones de personas dinamizan la economía movilizando su dinero para el cuidado de
felinos, sin olvidar a profesionales de la veterinaria que solidarizados ajustando precios.
Leche, piensos “movemos mucho comercio, mucho más que los cazadores” apunta
Zahra, hay un veterinario que “a veces también pone dinero de su bolsillo, gracias a él
conseguimos muchas adopciones”. Esterilizaciones, afecciones bucales, lapso anal, y
cualquier incidencia es resuelta por el potente y conectado colectivo, “hemos rescatado
enfermos de muerte”. ¿Cómo es posible que existan casos como el de Torrente donde
“han multado a una chica con seiscientos euros” y el de una septuagenaria que ha
recurrido otra multa de mayor cuantía? “¡Por el bienestar animal! Protectora de
animales. Modepran.com”. “La revolución verde comienza en Valencia”. Pacma”.
Dicen “que somos cuatro gatos, no se creen que estamos en la lucha”, comenta Zahra
quien desde hace años recoge felinos abandonados, “si no hay Plan CER (Captura-
Esterilización-Retorno) estamos perdidas”. Como en toda actividad las personas
cuidadoras cumplimentan un tiempo de adecuación hasta poder sacarse el pertinente
carnet.
“Félix el gato”, “Gardfield”, “El gato en el sombrero” del escritor y caricaturista Dr.
Seuss, gatos sphynx o esfinge en “Austin Power”, el gato Mr. Jinx del personaje de
Robert de Niro en “La Familia de la Novia”, Figaro compañero de Gepetto en
“Pinocho”, Snowball gato persa en “Stuart Little”, los también gatos persas en “La
dama y el Vagabundo”, Lucifer en “Cenicienta”, los “Aristogatos” y la diversidad felina
urbana, Jones el gato espacial en “Alien”, el filosófico gato Cheshire de “Alicia en el
País de las Maravillas”, El Gato con Botas en “Sherk”, Bola de nieve de “Los
Simpons”, Benito en “Don Gato y su Pandilla” y hasta en “El padrino” Marlon Brandon
como capo Don Vito acaricia a un gato. AnimaNaturalis en su web expone: “Fíjate en
cómo es tu relación con tu gato, en qué está basada, porque eso hablará sobre ti y te
ayudará a conocerte mejor, sobre todos tus miedos”.

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