La situación de los embalses en la Comunidad Valenciana es grave, el agua embalsada a 22 de enero de 2018 es de 604 hm3, un 24.68 % de la capacidad total que es de 2.447 hm3. La misma semana de 2017 era de 789 hm3, un 32.24 %, después de todo un año muy seco. La media de la misma semana en los últimos 10 años era de 954 hm3, un 39.00 %.
Esta preocupación del agua aparece cuando no llueve, en época de sequía, y cuando vuelve a llover otra vez, nos olvidamos. Y así se repite este ciclo de forma sucesiva.
Desde las administraciones se debería pensar con urgencia propuestas y medidas para dar respuesta a esta situación, que no parece temporal.
El agua es fundamental para los procesos biológicos de la tierra, pero también regula la temperatura del planeta, ya que cualquier vida necesita agua. El agua dulce es un bien muy escaso, cuya gestión debe contemplarse como un recurso básico, fuera de la lógica empresarial de obtención de ganancias y es por eso que el agua debe estar bajo gestión pública.
Desde La Plataforma H2O Paterna estamos convencidos de que otra gestión es posible y necesaria: una gestión pública al servicio del interés general y no del negocio privado.
Es imprescindible considerar el agua como un bien común universal, necesario para la vida y no permitiendo que se use como una mercancía, ni pensando únicamente en cubrir necesidades inmediatas y no de futuro.
