El Grupo Popular se vale de su mayoría absoluta en el Senado, junto a la abstención de los socialistas, para bloquear una moción de Vicenta Jiménez, senadora de Unidos Podemos por Alicante, para cerrar y desmantelar la central nuclear de Cofrentes
En 1984 comenzó a funcionar la central nuclear de Cofrentes (Valencia), alcanzando su plena capacidad de funcionamiento tan solo un año después, en 1985. Sin embargo, la central de Cofrentes fue diseñada en los años sesenta, obteniendo el permiso de producción por parte del Ministerio de Industria en el año 1972. En 2011, cuando ya había concluido el permiso de funcionamiento otorgado por 25 años, se concedió una prórroga de diez años hasta 2021, cuando la central nuclear habrá llegado a los 37 años de funcionamiento. La Agencia Internacional de la Energía, sin embargo, prevé una vida útil de 25 años para centrales nucleares como la de Cofrentes.
Vicenta Jiménez, senadora de Unidos Podemos por Alicante, ha registrado una moción que hoy se ha debatido en la Comisión de Industria y Energía de la Cámara Alta. La senadora alicantina instaba al Gobierno a proceder al cierre y desmantelamiento de la central de Cofrentes en el año 2021, sin que se expida ninguna otra prórroga adicional. Unidos Podemos exigía además que no se autorice la construcción de un almacén temporal de residuos radiactivos dentro de la central nuclear de Cofrentes, por ser innecesario, ya que la propia central tiene capacidad de almacenaje suficiente hasta 2021. La iniciativa, sin embargo, ha sido rechazada por el Partido Popular, que tiene mayoría en la Cámara Alta, y con la abstención del PSOE, a pesar de los compromisos del PSPV.
La central nuclear de Cofrentes acumuló tan solo en diez años, entre 2001 y 2011, un total de 25 paradas no programadas y más de 100 sucesos de seguridad que hubieron de ser notificados al Consejo de Seguridad Nuclear. Dos de estos sucesos comunicados fueron catalogados en un nivel 1, el máximo en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). El 31 de octubre de 2017 la central nuclear sufrió una parada no programada para inspeccionar las líneas y válvulas del sistema de agua por la rotura de una de las válvulas de refrigeración. El fallo mantuvo la central parada durante dos meses. El último de esta larga serie de fallos e incidentes se produjo el pasado 5 de enero, apenas 25 días después de la última parada de mantenimiento y recarga de combustible. Esta última parada se debió a una fuga en el sistema hidráulico que tiene como función introducir dentro del núcleo del reactor los componentes necesarios para frenar, si fuera necesario, la reacción nuclear.
La producción energética que la central nuclear de Cofrentes aporta a la red nacional es de 1,1 GW, que contrastan con los 254,538 GW de generación eléctrica en nuestro país durante 2017. “No entendemos por qué el Gobierno tiene interés por mantener en funcionamiento una central nuclear obsoleta, que apenas aporta energía a nuestra red y que puede suponer una grave amenaza de seguridad a la Comunitat Valenciana”, afirma la senadora Vicenta Jiménez, para quien también “es incomprensible que el PSOE afirme en la Comunitat Valenciana que hay que cerrar Cofrentes y mientras, en el Senado, se abstenga en una moción que plantea precisamente eso”.
Mientras el parque nuclear español apenas proporciona en su conjunto 7,6 GW, la última subasta de energía de 2017 ha adjudicado 8 GW a las energías renovables, por las que, sin embargo, no está apostando decididamente nuestro Gobierno. “España tiene un potencial inaudito en materia de energías renovables y no se puede entender bajo ningún concepto el escaso interés que tiene el actual Gobierno por desarrollar un modelo energético pionero que nos puede convertir en referente mundial”, plantea la senadora alicantina de Unidos Podemos. “Podemos vivir en un mundo más seguro y menos contaminante y, para ello, es necesaria la transición energética hacia las renovables”.