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AHSA muestra su satisfacción ante la denegación, por parte de la Generalitat, de una de las plantas solares contra la que los ecologistas alegaron por su afección negativa sobre el humedal del Saladar de Fontcalent 
La resolución denegatoria destaca el informe desfavorable de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la conselleria que dirige Mireia Mollà, cuya reciente postura criticando el supuesto bloqueo de otras consellerias a las plantas solares contrasta con el informe emitido por una de sus direcciones generales, que antepone la protección del territorio a su ocupación con paneles solares 
Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha recibido, como parte interesada en el procedimiento, una resolución del pasado 13 de octubre del Servicio Territorial de Industria, Energía y Minas de Alicante por la que se deniega la autorización solicitada por Besolar Energy SL para implantar en suelo no urbanizable de la partida rural de Fontcalent una central solar de 8,6 megawatios de potencia denominada “FV Alicante”. Los ecologistas muestran su satisfacción ante la denegación de una planta contra la que alegaron en mayo pidiendo que no se autorizara por su negativo impacto ambiental y paisajístico sobre el territorio, la biodiversidad y el paisaje asociados a la zona húmeda del Saladar de Fontcalent y a la partida de Fontcalent.
Los ecologistas denunciaron en sus alegaciones que las 14 hectáreas de la planta están reconocidas como suelo forestal en el Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunidad Valenciana (PATFOR), invadiendo más de 5 hectáreas de la zona húmeda del Saladar de Fontcalent – incluida en el Catálogo de Protecciones de Alicante mediante la ficha N8 – y situándose más de 7 hectáreas dentro de la cuenca hidrológica y paisajística del humedal. También denunciaron que la empresa promotora ignoró el Catálogo de Protecciones de Alicante en la documentación que presentó y que la planta se sitúa entre dos sierras también incluidas en el Catálogo, la Serra de Fontcalent y la Serreta Llarga, invadiéndose incluso una pequeña parte del espacio catalogado de la Serreta Llarga y dificultándose la conexión ecológica entre ambas sierras. 
La resolución destaca el informe desfavorable de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la conselleria de Transición Ecológica, que dirige Mireia Mollà, por ubicarse la planta sobre terrenos forestales con un riesgo de erosión potencial que desaconseja que pierdan su carácter forestal, carácter que debe respetarse “para mantenimiento de los servicios ambientales que proporcionan, tales como: lucha contra la desertificación, conservación de suelos, su importancia paisajística, etc.”, exigiéndose la conservación de la vegetación natural. Se destaca desde AHSA el contraste entre la reciente postura de Mollà criticando el supuesto bloqueo de otras consellerias a las plantas solares y el informe emitido por una de sus direcciones generales, que antepone la protección del territorio a su ocupación con paneles solares. 
Por último, los ecologistas esperan que se denieguen otras plantas que afectan al Saladar de Fontcalent y su entorno contra las que ya han alegado, como las plantas “FV Fontcalent” (17 hectáreas) e “ISF Desaener” (6 hectáreas), o contra las que anuncian nuevas alegaciones, como la planta “FV San Vicensol I” (8 hectáreas, planta que hoy mismo ha salido a información pública en el BOP). Tres plantas que en total ocuparían más de 30 hectáreas de la cuenca del Saladar en su sector noreste, un inaceptable cerco con paneles solares que compromete su conectividad ecológica, distorsiona su paisaje e impide el objetivo marcado en el PGOU de Alicante de que en el suelo no urbanizable se prime el mantenimiento del medio rural. 

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